A aquellos que estén a  régimen les recomiendo dejar de leer este post ahora que aún están a tiempo, porque esta vez he querido darme un capricho y este plato es un “machacadietas”.

Sé que no debería publicar éstas cosas en verano, que estamos con la operación bikini y que cuesta mucho resistir la tentación pero ¡os estoy avisando! Sólo os digo que el primer ingrediente es “un buen trozo de mantequilla”, después, allá vosotros…

 

Preparación

Empezamos con la pasta y mientras se hace iremos preparando el resto. Os recomiendo usar un temporizador o poner la alarma del móvil para que no se os olvide sacarla cuando estéis haciendo la salsa.

Picamos las dos cebollas y en una sartén muy honda o una olla a fuego medio ponemos un buen trozo de mantequilla (ver voto más abajo). Añadimos la cebolla que habíamos picado antes y la dejamos cocinándose en la mantequilla hasta que se quede transparente, removiendo de vez en cuando.

Mientras tanto cortamos los champiñones en láminas y diluimos la pastilla de caldo en medio vaso de agua caliente.

Cuando la cebolla esté lista añadimos los champiñones y el caldo a la sartén, y removemos bien todo. Echamos también un chorrito de vino blanco y subimos un poco el fuego, removiendo a menudo.

Cuando los champiñones estén ya listos una gran parte del caldo se habrá evaporado y entonces añadimos un poco de perejil picado, mezclamos todo y por último echamos medio brick de nata, dejamos un par de minutos más y listo.

Lo servimos adornando la pasta con un poquito de perejil.

Resultado

Aunque se puede hacer con cualquier otro tipo de pasta, los nidos quedan genial en esta receta porque son más porosos y recogen más nata y mantequilla que, por ejemplo, unos espaguetis. Bon apetit!

Tiempo: 20 minutos

Dificultad: 3/5

Digestión: 3/5

Precio: 5€ o menos

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