El chef Dani García en un montaje de El Español

El chef Dani García en un montaje de El Español iStock

Carne

Dani García (49), chef, sobre las alitas de pollo: "Mi truco para un crujiente perfecto es el almidón y hacerlas en el horno"

El cocinero malagueño explica cómo hacer de manera muy sencilla unas alitas de pollo que quedan supercrujientes y, además, son mucho más ligeras que fritas. También podrían hacerse en freidora de aire.

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"A veces lo sencillo, también merece la pena". Con esta frase tan certera termina el chef Dani García un vídeo en el que explica cómo preparar unas alitas de pollo crujientes, más sanas que fritas y con el mínimo esfuerzo.

Según explica, solo se necesitan tres minutos para elaborar la receta, porque el resto del tiempo, mientras se cocinan en el horno –en la freidora de aire también se podrían hacer–, nos podemos dedicar a cualquier otra cosa que tengamos que hacer.

A lo largo del vídeo, Dani García confiesa que su objetivo principal es conseguir una alita crujiente, pues, según dice, no comparte ese gusto que tienen en Norteamérica por las alitas de pollo bañadas en salsas.

Para el dueño de Bibo, Leña o Lobito de Mar, la esencia del pollo está en la piel y lo mejor es buscar que esta se dore y quede lo más crujiente posible.

Los trucos de Dani García para hacer unas alitas de pollo ligeras y crujientes

Para Dani García, la idea de hacer unas alitas de pollo en el horno surgió durante el confinamiento, mientras buscaba una alternativa algo más saludable al pollo frito de toda la vida, pero con un resultado similar.

García, que no ha dudado en compartir la receta, insiste en algunos puntos que son la clave para conseguirlo.

El primero, es no tener miedo a sazonar. Explica que debemos ser generosos con la sal y la pimienta. Además, se pueden dar otros matices de sabor con otros condimentos como pimentón dulce o picante. shichimi togarashi, que es una mezcla de chiles japonesa, o ajo en polvo.

Sobre el ajo en polvo, añade también un apunte interesante. Muchos tendemos a pensar que no es algo de muy buena calidad y, según comenta, es un ingrediente que se subestima, cuando, en realidad, "merece muchísimo la pena" para este tipo de preparaciones, siendo "mucho mejor que meterlo en crudo".

Pero el verdadero truco, el ingrediente clave que va a hacer que la piel de las alitas de pollo quede mucho más crujiente sin tener que freír el pollo es el almidón de maíz, también conocido como fécula de maíz, o más coloquialmente, maicena.

En definitiva, para Dani García esta es una "recetaza" fácil de hacer, barata y que le gusta mucho. A nosotros también nos encanta y estamos completamente de acuerdo con el chef en que los pequeños detalles pueden cambiar totalmente las recetas.

Ingredientes para hacer las alitas de pollo crujientes de Dani García

  • Alitas de pollo, 1 kg
  • Sal, al gusto
  • Pimienta negra molida, al gusto
  • Pimentón dulce o picante, 1 cucharadita
  • Ajo en polvo, 1 cucharadita
  • Shichimi togarashi, 1/2 cucharadita (opcional, se puede omitir o cambiar por cayena molida)
  • Fécula de maíz, 20 g
  • Ralladura un limón

Paso 1

Colocamos las alitas de pollo en un bol amplio y las sazonamos con el resto de los ingredientes excepto la ralladura de limón.

Paso 2

Mezclamos bien con las manos o una espátula para que las alitas queden completamente cubiertas con la mezcla de especias y la fécula, que será la clave para lograr el efecto crujiente, por eso hay que repartirla bien.

Paso 3

Disponemos las alitas sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal colocándolas con la piel hacia abajo.

Paso 4

Llevamos las alitas al horno precalentado a 220 °C (o a la freidora de aire a la misma temperatura) y horneamos durante 10 minutos con la piel hacia abajo.

Paso 5

Pasado ese tiempo, les damos la vuelta con cuidado de no quemarnos y horneamos 10 minutos más.

Paso 6

A continuación, activamos la función de grill (muchas freidoras y microondas también la tienen) y horneamos durante 2 o 3 minutos más.

Paso 7

Retiramos las alitas del horno o de la freidora y las colocamos en la fuente en la que las vayamos a servir. Antes de sacarlas a la mesa, las terminamos con un toque de ralladura de limón.

Las recetas de alitas de pollo más famosas del mundo

Es posible que al pensar en alitas de pollo, la primera imagen que nos venga a la cabeza es la de alguien en una película americana junto a un cubo enorme y engulléndolas como si fueran pipas. Pero lo cierto es que son todo un clásico y hay algunas recetas que son realmente famosas.

  • Buffalo Wings. Son las que Dani García dice que no le gustan. Típicas de Buffalo (Nueva York), son alitas de pollo fritas que se bañan en una salsa picante con base de mantequilla y se sirven con apio y una salsa de queso azul. Una verdadera bomba atómica.
  • Alitas al estilo coreano. Crujientes por fuera y muy tiernas por dentro gracias a una técnica de doble fritura. El toque distintivo se lo da el glaseado con una salsa ligeramente picante a base de gochujang (pasta de chile fermentado), soja, ajo y azúcar.
  • Alitas al ajillo. Un clásico de la cocina española. Doramos las alitas en una pequeña cantidad de aceite con ajo y guindilla. Cuando están doradas, se añade vino blanco o brandi y se sube el fuego hasta que estén completamente cocinadas. Son todo sabor.
  • Alitas de pollo al curry. Marinamos las alitas de pollo en yogur con especias como garam masala, cúrcuma, comino y chile o alguna mezcla de curry ya preparada y después las cocinamos en la freidora de aire o en el horno. Una receta con mucho sabor y no demasiada grasa.

Suculentas y saludables

Desde el punto de vista nutricional, las alitas de pollo son una fuente de proteínas de alto valor biológico, aunque, si se consumen con la piel, más rica en grasas, su contenido calórico supera al de otras partes más magras como la pechuga.

Son, además, fuente de vitaminas del grupo B (como la niacina y la B6) y minerales como el fósforo y el zinc.

Sin embargo, su valor nutricional puede variar mucho según el método de cocción elegido; fritas o rebozadas, pueden resultar muy calóricas y grasientas, mientras que al horno o en freidora de aire pueden ser opciones más equilibradas.

Desde el punto de vista culinario, las alitas son una de las partes más sabrosas y suculentas del pollo gracias al equilibrio natural entre grasa y colágeno, por eso muchos cocineros profesionales las utilizan para preparar caldos.

Esto es porque la grasa aporta jugosidad y potencia los sabores durante la cocción, mientras que el colágeno, al fundirse lentamente, proporciona una textura melosa que resulta muy agradable en boca.

Además, al cocinarlas con hueso se consigue una cocción más uniforme y una mejor retención de los jugos internos, lo que hace que sean ideales para muchos platos y técnicas diferentes.