Como ya sabéis, en Cocinillas nos encanta experimentar con recetas que nos permitan disfrutar en casa de comidas que se han hecho super famosas en su versión producida de forma industrial.

Si hablamos de albóndigas, probablemente las más famosas sean las de Ikea. La cadena sueca presume de vender 150 millones de albóndigas al año, que ya son albóndigas! Y parece ser que el escándalo en el que se vio envuelta el año pasado al tener que retirar de muchas tiendas este producto al detectarse en el mismo carne de caballo ni siquiera les ha afectado y desde hace un tiempo vuelven a estar a la venta. Eso sí, la empresa garantiza que ha extremado los controles de trazabilidad de las materias primas para evitar que se repitan los problemas.

En cualquier caso, si queremos disfrutar en casa de unas deliciosas albóndigas suecas bien porque queremos saber exactamente lo que llevan, bien porque no tenemos una tienda Ikea cercana, la solución os la contamos a continuación en forma de receta.

Preparación de las Albóndigas de Ikea caseras

  1. Mezclamos el pan rallado con la mitad de la nata para que se hidrate y lo dejamos reposar.
  2. Picamos las cebollas en brunoise (en cuadraditos pequeños) y las sofreímos en 25 ml de aceite a fuego medio (5/12) con un poco de sal, el azúcar y una pizca de pimienta. La dejamos que se vaya pochando hasta que esté tierna y empiece a tomar color. Cuando esté lista la reservamos y la dejamos enfriar durante unos 10 minutos.
  3. Mezclamos la carne picada con el pollo, el pan rallado con nata, la cebolla pochada, el perejil y el huevo. Salpimentamos y amasamos con las manos hasta tener una mezcla homogénea.
  4. Formamos las albóndigas, las freímos en el aceite restante hasta que estén doradas y las reservamos sobre un papel absorbente.
  5. Mientras tanto vamos también cociendo las patatas en agua con sal, o si lo preferís, podéis cocerlas al vapor.
  6. En el aceite que ha quedado en la sartén después de dorar las albóndigas, echamos la cucharada de harina y removemos sin parar durante un par de minutos para que la harina se tueste un poco.
  7. Agregamos la nata restante y el caldo de pollo. Mezclamos todo bien hasta que no queden grumos, añadimos nuez moscada y sal y pimienta al gusto y lo dejamos a fuego medio removiendo cada poco hasta que hierva.
  8. Ponemos las albóndigas en la salsa y dejamos que se cocinen a fuego medio-bajo (4/12) durante unos 8 minutos.
  9. Cuando las patatas estén tiernas, las escurrimos, les añadimos, sal si es necesario, y una cucharada de aceite. Hacemos un puré chafándolas con un tenedor.
  10. Servimos las albóndigas con unas bolas de puré de patatas y una cucharada generosa de mermelada de arándanos.

Resultado

Aunque no es una receta para hacer un día que vayamos con prisa, es una de esas recetas socorridas que podemos aprovechar para cocinarla una tarde que tengamos algo más de tiempo y hacernos unos cuantos tupers para congelar. Así, cuando las queramos comer, solo tendremos que preparar el puré de patatas mientras se calientan las albóndigas.

Tiempo: 1 hora

Dificultad: 2/5

Digestión: 4/5

Coste: 5-6 € pero es bastante cantidad

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