Aperitivos y entrantes

Huevos rellenos de sardinas con tomate, picoteo fácil para el verano

He descubierto unos huevos rellenos que me han enamorado más aún que los clásicos de atún. Una receta ideal para el buen tiempo con las que no podrás evitar comer de dos en dos

9 mayo, 2020 13:04

0 votos

Reconozco que desde que salió esta receta de la chistera, aprovechando una lata de sardinillas en aceite de oliva que había en la alacena de casa durante la cuarentena, he tenido que volver a preparar estos huevos rellenos de sardina en más de una ocasión. Si eres fiel admirador de los clásicos rellenos de atún con tomate de tu abuela - como es mi caso, en el que cuando se preparaba esta receta era una fiesta ir de vez en cuando a la nevera y robar uno - creo que estos subirán de escalón tus expectativas como me pasó a mí. Más sabrosos y con más jugosidad pero con ese punto delicioso del tomate frito conjugado con la mahonesa, el entrante perfecto de cualquier comida veraniega o primaveral en la terraza está a segurado con una receta que es casi únicamente labor de ensamblaje.

Ingredientes

  • Huevos camperos, 5 u
  • Sardinillas en aceite de oliva, 1 lata de 90 g
  • Sardina ahumada o Sardina anchoada, 1 grande o 2 pequeñitas
  • Tomate frito, 3 cucharadas
  • Sal, c/s
  • Perejil fresco, 2 ramas

Para la mahonesa

  • Huevo campero, 1 u
  • Aceite de oliva suave, 200 ml
  • Zumo de limón, 1 cucharada
  • Sal, c/s

Paso 1

En un cazo lleno de agua hirviendo cocer los huevos enteros, con cuidado al echarlos al agua de hacerlo lentamente para que no se casquen. Los tendremos cociendo durante 9 minutos y una vez pasado este tiempo los llevaremos a un bol con agua con hielo para cortar la cocción rápidamente y que se enfríen bien antes de pelarlos y manipularlos.

Paso 2

Mientras que los huevos se cuecen podremos hacer todo lo demás siendo lo primero, por si se nos corta, montar la mahonesa. En un bote alto pondremos el huevo en la base, cascado, e inmediatamente encima lo cubriremos con todo el aceite de oliva suave y también con el zumo de limón y la sal. Hundiremos la batidora de mano hasta el fondo, a velocidad muy suave, y accionaremos sin movernos nada. La mahonesa, por arte de magia, empezará a emulsionar y ahí sólo necesitaremos nuestra pericia: iremos levantando el brazo muy poco a poco, abriendo huecos de manera oblicua, para que se vaya introduciendo cada vez más aceite en la emulsión. En dos minutos tendréis que tenerla lista, tampoco hace falta ir muy lento. Reservamos la mahonesa tapada siempre en la nevera.

Paso 3

El relleno de nuestros huevos no puede ser más fácil que escurrir la lata de sardinillas en aceite de oliva y machacar éstas con la ayuda de un tenedor mezclándolas poco a poco con el tomate frito casero hasta conseguir una pasta densa, que se sostenga dentro del huevo pero teniendo en cuenta que después añadiremos también la mitad de las yemas machacadas.

Paso 4

Picamos muy finito el perejil y también cortamos la sardina ahumada para que haya un trocito encima de cada mitad de los huevos rellenos. 

Paso 5

Pelamos los huevos con cuidado y los cortamos por la mitad, los vaciamos. En la base del plato ponemos unas gotas de mahonesa, para que los huevos no bailen, y colocamos todas las mitades hacia arriba. 

Paso 6

Desmigamos muy bien todas las yemas de los huevos y la mitad la añadimos a nuestro relleno de sardinas y tomate, si viésemos que queda muy seco agregamos un poco más de tomate frito, añadimos también el perejil picado. Rellenamos los huevos haciendo copete y ponemos por encima una cantidad generosa de mahonesa. Terminamos con un poco de la yema desmigada y el trocito de sardina ahumada. 

Trucos y Sugerencias

Cuanto más aceite incorporéis a la mahonesa, más compacta quedará ésta. No necesitamos una mahonesa muy líquida sino más bien un poco compacta para que cubra bien nuestros huevos rellenos. Podéis hacerla de aceite de girasol pero para mí le da un punto mejor el aceite de oliva suave, por supuesto será genial añadir en ella el resto del aceite de oliva de la lata de las sardinillas. 

Si no tenéis tomate frito casero siempre podréis utilizar uno comprado, os recomiendo los que se venden bajo la denominación "estilo casero" con cebolla.