
Una mujer colocando un plato de comida en un microondas.
Esto es lo que provoca que ciertos alimentos exploten en el microondas (y cómo evitarlo)
Conocer las causas y aprender a evitar estas explosiones te ayudará a utilizar el microondas de manera más eficiente y segura.
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Los microondas llegaron para simplificar nuestra vida, siendo un electrodoméstico hoy en día imprescindible en cualquier hogar. Se pueden usar para cocinar, recalentar comida e incluso, en algunos modelos, para hornear alimentos y gratinarlos, además de permitir descongelar comida en apenas unos minutos.
Por lo general no tenemos problemas para utilizarlo, pero en ocasiones no se usa de la manera adecuada y esto acaba por provocar que algunos alimentos estallen en su interior, dejando todo el microondas lleno de manchas y salpicaduras.
Cuando se introducen determinados alimentos en este pequeño electrodoméstico, comienzan a estallar y dejan el interior todo salpicado de comida, con el inconveniente que ello supone. La razón de que esto suceda es la presión.
Estos aparatos utilizan la radiación de microondas, una forma de radiación electromagnética, para calentar los alimentos, y a diferencia de lo que sucede con el horno convencional, que calienta el aire que los rodea, las microondas penetran con mayor profundidad en el interior.
Los microondas provocan que las moléculas giren y se golpeen entre ellas, generando calor, que por lo general permanece en el interior de los alimentos, cocinando así los alimentos de forma más rápida. Sin embargo, si el alimento tiene un alto contenido de agua, esta se expande y se convierte en vapor, y al no poder salir, hará presión sobre el revestimiento del alimento, lo que hace que estallen.
Por otro lado, el Departamento de Agricultura estadounidense (USDA) asegura que el principal culpable de que los alimentos lleguen a estallar es el agua, que explota cuando supera su punto de ebullición. Es por ello por lo que, si se va a calentar agua, se debe hacer con precaución. Además, en alimentos con agua en su interior, si no explotan en el microondas, podrían hacerlo al cortarlos o incluso al morderlos, con riesgo de quemarse.
Alimentos que pueden estallar
Los huevos son uno de los alimentos que puede llegar a estallar si se calientan en el microondas, ya que, al calentarse, el vapor no puede escapar de las claras, generando presión. El electrodoméstico pone en movimiento las partículas de humedad del huevo, una fricción que calienta el huevo en su interior y libera vapor que acaba provocando que explote.
También pueden estallar tomates, limones, berenjenas, frutas enteras sin pelar, maíz o patatas, estas últimas salvo que se les haga agujeros antes de cocinarlas. También es más probable que acaben por salpicar las sopas más espesas, siendo la razón que el calor se concentra con mayor facilidad en un líquido viscoso.
En el caso de la salsa de tomate, nos encontramos con una mezcla de agua y fibra que tiende a retener las moléculas de agua calentando, impidiendo la evaporación hasta que el vapor se acaba escapando y estallando dentro del microondas, algo que también puede suceder con cualquier puré.
Asimismo, tampoco se recomienda calentar mejillones o almejas con concha, que estallarán rápidamente. Incluso aunque no tengan la concha, los mariscos no son demasiado apropiados para este tipo de cocción, no solo por el hecho de que puedan explotar, sino porque por ser ricos en colágeno requieren de una cocción suave para no adquirir una textura pegajosa.
Evitar explosiones en el microondas
Encontrarse con que los alimentos estallen en el interior del microondas es algo que no resulta agradable, un fenómeno que, aunque no es peligroso, puede generar grandes molestias, pues además de arruinar una preparación, puede hacer que haya que invertir un tiempo en la limpieza del interior del electrodoméstico.
Sin embargo, existen algunos consejos a poner en práctica para reducir los riesgos:
- Sitúa los alimentos en el centro del microondas: colocando los alimentos a cocinar en el centro del aparato, se consigue que el calor se distribuya de una manera más uniforme y se reduzcan las posibilidades de que estallen.
- Guisos y sopas espesas a menor potencia: es aconsejable que tanto los guisos como las sopas espesas se hagan a una potencia inferior y se revuelvan de vez en cuando. Con potencias más bajas se consigue extender el tiempo de cocción, permitiendo que el calor llegue al interior de los alimentos sin cocinar en exceso el exterior y sin causar una explosión de vapor.
- Pequeños cortes: realiza un pequeño corte en la piel de los tomates, las uvas o los guisantes, así como hacer varios de ellos en la patata pueden ayudar a evitar que el calor se concentre en el interior del alimento y se encuentre con que no puede salir. De esta forma, se reducirán las posibilidades de que estalle.
- No usar una tapa hermética: cuando se introduce un alimento en un recipiente en el microondas, no es aconsejable usar una tapa hermética, pues provocará que el vapor se acumule debajo y lo expulse de una manera violenta. Sí es posible tapar el bol con un plato pequeño que, aunque no evitará que pueda estallar el alimento, sí que hará que no se manchen las paredes del microondas.
- Agujerea las tapas de plástico: si se va a calentar un alimento contenido en un recipiente de plástico, hay que agujerear las tapas, dando así una vía de escape al vapor para que no explote el recipiente durante la preparación.
Remueve las salsas con frecuencia: En el caso de las salsas, se deben remover constantemente para evitar que puedan estallar, ya que a través de los movimientos se disipa el vapor y se evitan las salpicaduras.