Una captura del vídeo de 'Cenando con Pablo'.

Una captura del vídeo de 'Cenando con Pablo'. E.E.

Actualidad gastronómica

Visita el peor restaurante de España y comparte su experiencia: "La carne tiene un regusto agrio"

El influencer Cenando con Pablo ha comido en el restaurante con peor puntuación de Google, ubicado en A Coruña.

Más información: "Las cucarachas las verías después de todas las cervezas": el dueño de un local responde sin tapujos a una mala reseña.

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España puede presumir de gozar de sitios increíbles donde comer divinamente, con 291 restaurantes con una o más Estrella Michelin.

Sin embargo, también hay negocios en los que, por desgracia, la calidad brilla por su ausencia. Es el caso de un establecimiento que ha compartido hace una semana el influencer Pablo Cabezali (conocido en redes como Cenando Con Pablo), con más de 730.000 seguidores en Instagram.

El sitio se ubica en A Coruña y, según este creador de contenido, tiene una puntuación de 1,5 estrellas en Google Maps y acumula más de 551 valoraciones extremadamente negativas.

Se encuentra concretamente en la Calle Galera, al lado del Hostal Hotil, y, tal y como cuenta Pablo, ha cambiado de nombre varias veces para intentar camuflar su mala reputación y no quedarse sin clientes.

Pablo ha visitado el local junto a otro creador de contenido, Santiago Caamaño (@champimuros), y juntos han evaluado algunos platos de la carta para comprobar si la mala reputación es justa o no.

Pulpo "blando" y rabas "insípidas"

El primer plato que han probado han sido las rabas, que les parecieron "un poco insípidas" y "aceitosas", pero que se podían comer. Las patatas que las acompañaban no les decían "nada", ni para bien ni para mal.

El pulpo a la gallega estaba "muy blando" y se ganó un "suspenso" de Pablo, aunque reconoció que tampoco era "horripilante".

Las croquetas de jamón las describieron como "congeladas" y "sin sabor". "Es como masticar bechamel" y "Es como no comer nada" fueron algunas de las frases que emplearon para definirlas.

Luego llegó la tortilla de patatas, que, a priori, no tenía "la peor pinta de tortilla" que habían visto. Tras degustarla, les pareció que estaba "rara". "No está mala, pero es muy normal, nada especial", opinó Pablo.

La parrillada de ternera tenía un regusto "agrio", aunque dependía del trozo que cogieras y no era tan exagerado como para devolverla.

"No es un sitio en el que digas 'Buah, comí que flipas', pero no es un sitio en el que digas 'Es el peor sitio que comí en mi vida. Es un sitio muy estándar", apuntó Santiago.

De hecho, la familia del camarero que les atendió estaba presente en ese mismo momento en el local, lo que a Pablo le llevó a concluir que no debe ser tan mala la comida si un trabajador lleva allí a sus seres queridos.

No obstante, también explicaron que cuando les vieron entrar "se preocuparon", comenzaron a cuchichear y no les dejaban sentarse.

"Yo, sinceramente, me voy ni bien ni mal. Sin más. Pero es sospechoso que nos reconocieran y tardara tanto la comida", agregó Santiago. "No hemos comido mal, pero yo no me fío", zanjó su compañero.