El chef Karlos Arguiñano (Captura).

El chef Karlos Arguiñano (Captura). Cocina Abierta

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Karlos Arguiñano, chef, lo tiene claro: "Este pescado lo como cada semana: es sabroso, fácil de cocinar y muy barato"

Arguiñano cocina este pescado cada semana porque es barato, sabroso y fácil de preparar. Una receta sencilla que triunfa sin complicaciones.

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Karlos Arguiñano lleva décadas enseñando a cocinar en televisión, pero todavía consigue sorprender con recetas que combinan sencillez, sabor y economía. Una de sus últimas propuestas ha vuelto a demostrar que la cocina del día a día puede ser deliciosa y sin complicaciones: se trata de un pescado blanco que, en palabras del chef, es "muy interesante" y al que recurre mínimo una vez por semana.

La receta que presentó en su programa consiste en unas popietas con un pescado plano, de carne suave, que se cocina fácilmente y no requiere técnicas complejas. "Es barato, sabroso y fácil de cocinar. Lo como todas las semanas", explicó mientras montaba la elaboración paso a paso. El resultado: un plato elegante que cualquiera puede preparar en casa, sin necesidad de experiencia ni ingredientes caros.

Un pescado humilde con mucho potencial

El pescado en cuestión es el gallo, aunque Arguiñano evita presentarlo como algo sofisticado. Al contrario: insiste en que es uno de los más accesibles del mercado, tanto por su precio como por su sabor suave, que gusta a mayores y pequeños.

En muchos hogares se consume rebozado o a la plancha, pero el chef vasco ha ido un paso más allá y lo ha presentado en forma de popietas. Esta técnica francesa, poco común en la cocina casera española, consiste en enrollar un filete con un relleno en su interior. En este caso, cada filete de gallo envuelve un langostino, aportando jugosidad y contraste al bocado.

Por qué lo cocina cada semana

No es casualidad que Arguiñano repita este plato una vez por semana. "Es un pescado que siempre queda bien. No se seca, se cocina en poco tiempo y combina con cualquier salsa o guarnición", explicó durante el programa.

Además, el gallo es muy fácil de limpiar o pedir limpio en la pescadería. Su carne blanca y sin apenas espinas facilita su preparación, incluso para quienes no están acostumbrados a cocinar pescado. Y al tratarse de un pescado plano, se obtienen filetes finos y manejables, ideales para enrollar o cortar en porciones.

Pero más allá de la técnica, lo que convence a Arguiñano es la versatilidad. Este pescado se adapta a todo: plancha, horno, fritura, papillote o incluso en guisos ligeros. Su sabor neutro permite jugar con hierbas, especias, salsas o acompañamientos sin miedo a que el plato quede fuerte o desequilibrado.

Una receta que parece de restaurante

Las popietas que Arguiñano propone pueden parecer, a primera vista, un plato de restaurante. Sin embargo, su preparación es tan sencilla que se convierte en una opción perfecta para cualquier comida familiar o cena especial. Basta con extender los filetes sobre una tabla, colocar un langostino pelado en uno de los extremos y enrollar. Luego se sujetan con un palillo y se cocinan en el horno o en una cazuela, según la preferencia.

"Lo importante es no complicarse. Puedes hacerlo en 20 minutos y queda como si hubieras estado una hora cocinando", aseguró Arguiñano, mientras sugería acompañar el plato con una salsa americana rápida, hecha con las cabezas de los langostinos, un poco de tomate y un chorro de brandy.

Bajo en grasa y fácil de digerir

Otra de las razones por las que este pescado se ha ganado un hueco fijo en su cocina es su perfil nutricional. El gallo es bajo en grasa, aporta proteínas de alta calidad y es muy fácil de digerir. Esto lo convierte en un alimento perfecto para cenas ligeras, personas mayores o dietas equilibradas.

Arguiñano, que siempre insiste en la importancia de comer sano sin renunciar al sabor, destacó que esta receta permite disfrutar del pescado sin recurrir a frituras ni empanados. Además, al prepararse en casa, el control sobre el tipo de aceite, sal y acompañamientos es total.

Y lo más importante: es económico. En comparación con otros pescados blancos como el lenguado o la merluza, el gallo suele tener un precio más bajo por kilo, sobre todo si se compra entero y se limpia en casa o en la pescadería.

Trucos del chef para que siempre salga bien

Durante la emisión, Arguiñano compartió varios consejos clave para que esta receta no falle:

  • Pide en la pescadería que te saquen los filetes del pescado con piel, para que mantengan la forma al cocinarse.
  • Usa langostinos pelados crudos, que se cocinan en su interior durante el horneado y aportan todo su sabor.
  • Riégalos con un poco de vino blanco o txakoli antes de hornear: así se cocinan al vapor y no se resecan.
  • Acompáñalos con arroz blanco, puré de patata o verduras salteadas para una comida completa y equilibrada.

También advirtió sobre uno de los errores más comunes: flambear sin apagar la campana extractora. En su programa, recordó que al usar brandy para la salsa americana, es importante tener una tapa a mano y apagar el extractor para evitar accidentes.

Una receta para repetir sin cansarse

El éxito de este plato radica en su equilibrio: es fácil, sabroso, económico y suficientemente vistoso como para servirlo en una ocasión especial. Arguiñano reconoce que podría variar los ingredientes, pero vuelve una y otra vez al mismo pescado. "Tiene algo que me gusta mucho. Lo cocino cada semana y no me canso", confesó.

Y es que la cocina de Arguiñano nunca ha sido solo recetas: también es costumbre, cariño y sentido común. Esta receta de popietas es la prueba de que no hace falta complicarse para comer bien todos los días.