Parada Torres, lo nuevo de los Hermanos Torres.
Los hermanos Torres dan un salto al mercado: así será su nuevo puesto gastronómico en Barcelona
Parada Torres abrirá a finales de año en el corazón del Mercado de Santa Caterina.
Más información: Así será el nuevo restaurante de los triestrellados hermanos Torres en Barcelona: con forma de barco y vistas al mar
Los hermanos Sergio y Javier Torres, chefs triestrellados y reconocidos por llevar la cocina catalana contemporánea a la cúspide, acaban de confirmar su esperado salto a un territorio tan popular como simbólico: los mercados de Barcelona.
Parada Torres, así se llamará su nuevo espacio gastronómico, abrirá sus puertas en el corazón del Mercado de Santa Caterina, uno de los enclaves más emblemáticos y renovados de la ciudad. "Por el momento, tan solo se ha adjudicado el proyecto. Hay, como mínimo, seis meses por delante para definirlo en detalle", informan desde el equipo de comunicación.
Esta nueva aventura supone un giro interesante para los Torres, quienes han confesado estar "muy ilusionados con este proyecto; el compromiso es total". Parada Torres no será un restaurante de alta cocina al uso, sino un concepto mucho más cercano y cotidiano, fiel al espíritu de mercado: producto fresco, ambiente distendido y una estética que conecta con la identidad barcelonesa.
Así lucirá Parada Torres.
Un proyecto que combina tradición y modernidad
El Instituto Municipal de Mercados ha adjudicado la concesión a su empresa, Cocina-Dos Barcelona, por un valor de 458.127 euros y un periodo de 24 años, tras imponerse con diferencia a las otras dos propuestas que competían por el espacio.
Detrás del proyecto se encuentra, además, la alianza estratégica con Pantea Group, socio de los Torres en otras aventuras gastronómicas como Eldelmar, su restaurante en el Port Olímpic, que en menos de un año de vida ya se ha convertido en un éxito.
Parada Torres, el nuevo puesto del Mercado de Santa Caterina.
En Parada Torres, el diseño jugará un papel clave. El espacio contará con dos ambientes: una terraza exterior con capacidad para 24 comensales, perfecta para disfrutar de la vitalidad del mercado, y un interior luminoso con dos barras: una pequeña y otra central, más grande, que evoca esas barras clásicas donde se cruzan vecinos, comerciantes y curiosos.
La decoración, en blanco y rojo, buscará un equilibrio entre sobriedad y detalles de color, inspirándose en el racionalismo catalán y la estética de los mercados de toda la vida.
Desde el exterior, la presencia de Parada Torres será inconfundible gracias a grandes vinilos con su nombre, invitando a locales y turistas a hacer una parada gastronómica que promete ser tan informal como exquisita.
Una apuesta por la cocina catalana de mercado
Más allá de la estética, la esencia de Parada Torres estará, como no podía ser de otra forma, en el producto. El concepto abraza la cocina catalana tradicional y de mercado, con elaboraciones pensadas para compartir y disfrutar sin pretensiones, pero con la técnica y la sensibilidad que caracterizan a los hermanos Torres.
La iniciativa refuerza la tendencia de chefs de alta cocina que apuestan por democratizar su propuesta y acercarse a un público más amplio sin renunciar a la calidad.
La cubierta del Mercado Santa Caterina.
En este caso, el Mercado de Santa Caterina, con su icónica cubierta de colores y su ambiente bullicioso, se convierte en el escenario perfecto para que los Torres demuestren que la gastronomía puede y debe vivirse también en la calle, al lado del producto fresco y del pulso de la ciudad.
Con Parada Torres, los gemelos de la cocina suman una parada más —nunca mejor dicho— a su sólido y versátil universo culinario. Desde el restaurante triestrellado en Les Corts hasta sus colaboraciones con Pantea Group, demuestran que saben moverse entre la excelencia y la cercanía, la sofisticación y la informalidad.
Fiel a su filosofía, Parada Torres aspira a convertirse en ese sitio donde siempre apetece volver, tanto para tomar una tapa improvisada como para saborear platos que rinden homenaje a la tradición catalana. Y todo, bajo el techo de un mercado que simboliza la vida de barrio y la cultura gastronómica de Barcelona.
Habrá que estar atentos a su apertura, porque todo apunta a que, una vez más, Sergio y Javier Torres están listos para sorprendernos… esta vez, entre paradas, puestos y el bullicio de Santa Caterina.
