Un camarero llevando el plato a la mesa.

Un camarero llevando el plato a la mesa.

Actualidad gastronómica

Así es cómo esta camarera consigue más propinas: el truco se ha hecho viral

Liz Bezler, camarera y creadora de contenido en TikTok, ha hecho público su 'pequeño gran truco' a través de la red social. Los detalles siempre cuentan.

Más información: El sencillo truco viral para que la comida no se quede pegada en las sartenes viejas

Publicada

A la hostelería, se sabe cuándo se entra, pero no siempre cuándo se sale. Aunque el discurso de la sostenibilidad laboral cada vez está más presente, en algunos casos las jornadas pueden ser maratonianas y el salario base apenas cubre los gastos del mes.

Por eso, las propinas se han convertido en un salvavidas cotidiano para muchos camareros y camareras. Pero ¿qué sucede cuando un simple gesto se convierte en la clave para multiplicar esos ingresos?

Liz Bezler, camarera estadounidense y creadora de contenido en TikTok, ha dado con una fórmula sorprendentemente sencilla que ha desatado furor en redes sociales. Y es que, al fin y al cabo, el lujo está en los detalles.

Su truco, que acumula miles de visualizaciones, no requiere simpatía forzada ni esfuerzos sobrehumanos. Al contrario: se basa en una máxima del buen servicio que, paradójicamente, muchos olvidan por la rutina diaria. El secreto está en anticiparse.

El poder de estar un paso adelante

"Lo más molesto es tener tu comida en la mesa y tener que decir: ‘Perdona, ¿me das un poco de kétchup?’", explica Liz en uno de sus vídeos más populares. "Y que el camarero tarde otros cinco minutos en traerlo. Ya no puedes disfrutar de tu comida como deberías".

Con este escenario en mente, Liz propone una estrategia tan elemental como efectiva: en el momento en que la comanda está a punto de salir, preparar una pequeña bandeja con todos los condimentos y complementos que el cliente podría requerir —kétchup, mostaza, mayonesa, servilletas adicionales, salsas picantes— y llevarla a la mesa junto con los platos.

Esta pequeña acción, que apenas toma segundos, transforma por completo la experiencia del comensal. No solo evita interrupciones incómodas, también transmite una sensación de cuidado y atención al detalle que muchos clientes valoran enormemente.

El resultado, según asegura Liz, es directo: "Te prometo que lo van a apreciar y tus propinas van a aumentar".

La diferencia está en los detalles

Aunque pueda parecer trivial, este truco encierra una gran verdad sobre el arte del servicio: no se trata de deslumbrar, sino de hacer sentir al cliente que ha sido pensado, incluso antes de que lo necesite. La anticipación es una forma de cortesía silenciosa que convierte una comida común en una experiencia más cómoda, fluida y placentera.

En un entorno donde el tiempo es oro —para clientes y camareros por igual—, eliminar esos pequeños momentos de espera marca una diferencia tangible. Y aunque este consejo no figure en los manuales de hostelería ni en los programas de formación técnica, se ha demostrado, al menos en la experiencia de Liz, como una herramienta eficaz para mejorar la relación con los clientes… y el contenido de la caja de propinas.

¿Un truco o una filosofía de trabajo?

Más que un truco viral, lo que propone Liz Bezler es una nueva manera de entender el servicio en sala. Una filosofía que pone el foco en la empatía y la anticipación. En una era donde los clientes valoran cada vez más la atención personalizada y la eficiencia, estos pequeños gestos se convierten en poderosos diferenciadores.

Para los profesionales de la hostelería, el mensaje es claro: la clave para aumentar tus propinas podría no estar en ser el más simpático ni el más rápido, sino en ser el más atento. Y para los comensales, tal vez la próxima vez que reciban sus platos con todos los extras listos, haya que reconocer que detrás de esa bandeja no solo hay kétchup, sino un profesional que ha pensado en todo.