Las exmonjas del Monasterio de Santa Clara de Belorado.

Las exmonjas del Monasterio de Santa Clara de Belorado. Kiko Huesca (EFE)

Actualidad gastronómica

Así será el primer restaurante de clausura de España: dirigido por las monjas excomulgadas por ir en contra de El Vaticano

Las religiosas también han alquilado un terreno para entrenar a perros de asistencia con fines sociales.

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Las exmonjas clarisas de Belorado (Burgos), conocidas por su reciente excomunión tras un largo conflicto con la Iglesia Católica, han decidido emprender un innovador proyecto: abrir el primer restaurante de clausura en España. Ubicado en Arriondas (Asturias), este establecimiento busca ser una fuente de ingresos para las religiosas y una forma de mantener su vida comunitaria y de recogimiento fuera del amparo eclesiástico.

Desde que fueron expulsadas de la Iglesia en mayo de 2024, después de un enfrentamiento con el Arzobispado de Burgos y el Vaticano, estas monjas han buscado maneras de subsistir sin depender de la estructura religiosa. En un contexto de incertidumbre, encontraron en la hostelería una oportunidad de emprendimiento. Para ello han alquilado el hotel Ribera del Chicu, un establecimiento cerrado desde hace tiempo donde podrán desarrollar su negocio.

A diferencia de los restaurantes tradicionales, este establecimiento funcionará bajo un modelo peculiar: las exmonjas no atenderán directamente al público, sino que permanecerán en la cocina, elaborando los platos con recetas propias y tradicionales. Mientras tanto, el servicio en sala será llevado a cabo por personal contratado y voluntarios. De esta manera, podrán mantener su estilo de vida de clausura, incluso fuera de los muros del monasterio.

El menú combinará gastronomía asturiana con especialidades elaboradas por las religiosas, como repostería artesanal, chocolates y magdalenas, productos que ya eran conocidos en su monasterio de origen en Belorado. Con esta fusión, esperan atraer tanto a turistas como a locales interesados en una experiencia culinaria diferente.

Pero el restaurante no es su única iniciativa. Además de la actividad gastronómica, las exmonjas han adquirido un terreno de 7.000 metros cuadrados en la zona, el cual cuenta con licencia de núcleo zoológico. Su objetivo es desarrollar un programa de crianza y entrenamiento de perros de asistencia, destinados a mujeres víctimas de violencia de género y personas con discapacidad.

Esta decisión refuerza su compromiso con el servicio a la comunidad, aunque ya no estén dentro de la Iglesia. En el pasado, las religiosas ya habían trabajado en la producción de bienes como dulces y productos artesanales, pero ahora buscan expandirse a proyectos con un mayor impacto social.

La apertura de este restaurante de clausura se produce en un contexto de tensión y disputas legales con la Iglesia. Tras su excomunión, el Arzobispado de Burgos inició un proceso legal para recuperar el monasterio de Santa Clara en Belorado, donde las exmonjas residían antes de su separación de la Iglesia. Actualmente, enfrentan una demanda de desahucio, lo que las obliga a buscar nuevas formas de garantizar su sostenibilidad.

El restaurante de clausura de las exmonjas de Belorado es un proyecto sin precedentes en España. Este modelo podría convertirse en una referencia tanto para la hostelería como para aquellas comunidades religiosas que buscan alternativas económicas fuera de la Iglesia. Su éxito dependerá de la aceptación del público y de su capacidad para superar los desafíos legales y logísticos.