El embajador de España ante la UE, Marcos Alonso, la ministra de Migraciones, Elma Saiz, y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, durante la reunión de este lunes en Bruselas

El embajador de España ante la UE, Marcos Alonso, la ministra de Migraciones, Elma Saiz, y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, durante la reunión de este lunes en Bruselas Unión Europea

Europa

El Gobierno Sánchez se queda solo en la UE en la defensa de más migrantes tras votar 'no' a su envío a terceros países

El 'modelo Meloni' de crear centros extracomunitarios de deportación de migrantes se impone en la UE gracias al impulso del Gobierno socialista de Dinamarca.

Más información: Los 27 aprueban crear centros de deportación de migrantes fuera de la UE con la oposición en solitario de España

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Las claves

España, liderada por Pedro Sánchez, queda aislada en la UE tras votar en contra de endurecer la política migratoria europea y rechazar el envío de migrantes a terceros países.

El Consejo de Asuntos de Interior de la UE aprueba por amplia mayoría nuevas medidas para acelerar deportaciones y crear centros de retención de migrantes fuera de la Unión, siguiendo el modelo italiano.

España fue el único país que votó en contra del reglamento sobre países terceros seguros, mientras la mayoría de la UE apoya tramitar solicitudes de asilo fuera del territorio comunitario.

Pese a la presión migratoria, España se beneficiará de la 'reserva de solidaridad' europea, que prevé la acogida de 21.000 demandantes de asilo o contribuciones económicas por parte de otros Estados miembros.

El Gobierno de Pedro Sánchez se queda completamente aislado en la Unión Europea en su defensa de un aumento de la migración como receta frente al “invierno demográfico” y de impulso económico. Una posición que choca frontalmente con la línea dominante en el resto de capitales europeas, volcadas en sellar las fronteras exteriores y acelerar las deportaciones de migrantes irregulares.

La profunda soledad de Sánchez ha quedado en evidencia en el Consejo de Asuntos de Interior de la UE celebrado este lunes en Bruselas, donde los ministros del ramo han aprobado, por una holgada mayoría cualificada, una reforma legislativa destinada a endurecer la política migratoria europea.

Fernando Grande-Marlaska ha sido el único ministro que votó en contra —al menos públicamente— de la pieza central del paquete: el reglamento que acelera las deportaciones de migrantes irregulares y autoriza crear centros de retención en países terceros.

En la práctica, supone extender a toda la UE el modelo promovido por la primera ministra Giorgia Meloni a través de su acuerdo con Albania. Un convenio hasta ahora cuestionado por la justicia italiana, pero que pasará a contar con respaldo de la legislación comunitaria.

El ministro del Interior también ha votado 'no' al reglamento sobre países terceros seguros, que permite a los Estados miembros deportar migrantes a países extracomunitarios distintos al de su origen, incluso sin que exista ningún vínculo previo ni hayan transitado por su territorio antes de llegar a Europa. En este caso, también Francia, Portugal y Grecia han expresado reservas.

La aprobación exprés de este giro restrictivo ha sido posible gracias a la cómoda mayoría de que gozan en el Consejo los Gobiernos democristianos y de derecha radical, para quienes el freno de la inmigración es una prioridad absoluta.

Ni siquiera los pocos Gobiernos socialistas que sobreviven en la UE han respaldado a Sánchez. El caso más llamativo es el de la Dinamarca de Mette Frederiksen, que, desde la presidencia de turno, ha desempeñado un papel clave para amarrar el acuerdo.

El ministro del Interior de Dinamarca, Rasums Stoklund, durante su rueda de prensa de este lunes en Bruselas

El ministro del Interior de Dinamarca, Rasums Stoklund, durante su rueda de prensa de este lunes en Bruselas Unión Europea

"Estamos experimentando un alto flujo de migrantes irregulares y nuestros países están bajo presión. Miles de personas se ahogan en el Mediterráneo o sufren abusos a lo largo de las rutas migratorias, mientras los traficantes de personas acumulan fortunas", ha dicho el ministro del Interior danés, Rasmus Stoklund.

"Esto demuestra que el sistema actual genera incentivos perversos y un fuerte efecto llamada, difíciles de eliminar. Dinamarca y la mayoría de los Estados miembros de la UE han defendido la idea de tramitar las solicitudes de asilo en terceros países seguros, con el fin de reducir los incentivos para emprender viajes peligrosos hacia Europa", ha destacado.

También la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, impulsora de todas las propuestas legislativas que dan amparo jurídico al modelo Meloni, ha celebrado el acuerdo alcanzado entre los Gobiernos, pendiente aún de ratificación por la Eurocámara. “¡Buen trabajo!”, escribió en su cuenta de la plataforma X.

Marlaska ha admitido implícitamente el aislamiento del Gobierno Sánchez en la UE, pero ha esgrimido como argumento la defensa de los valores y de los derechos humanos de los migrantes, dando a entender que el resto de los socios no los respetan.

"Yo creo que no estamos solos, pero ese no es el debate. El debate es mantener una postura concreta, seria, razonada y en el tiempo", ha dicho Marlaska para justificar su decisión.

El ministro ha subrayado que "España está absolutamente involucrada en la lucha contra la inmigración irregular", pero que al mismo tiempo defiende los valores fundamentales de la UE, en particular los derechos humanos de los migrantes.

"Hay muchas cosas sobre las que se puede negociar, se puede llegar a acuerdos; pero cuestiones de valores, yo creo que eso es una línea roja para nosotros", asegura Marlaska.

Por su parte, la ministra de Inclusión, Seguridad y Migraciones, Elma Saiz, que también ha asistido a la reunión de Bruselas, ha defendido la apuesta del Gobierno de Sánchez por una "visión humanista de la política migratoria".

"España es buena prueba de que es perfectamente compatible una gestión eficaz de la política migratoria sin perder de vista el poner en el centro los derechos humanos", ha dicho Saiz.

Un sudoku de cuatro piezas

REGLAMENTO DE RETORNO. La pieza central de la reforma migratoria aprobada por el Consejo de Asuntos de Interior es el nuevo reglamento de retorno, cuyo objetivo es simplificar y acelerar las deportaciones de inmigrantes irregulares. En la actualidad, en la UE solo se ejecutan de media un 20% de las órdenes de expulsión.

El reglamento impone también a los migrantes la obligación de cooperar con las autoridades nacionales durante todo el procedimiento de retorno. En caso de incumplimiento, los migrantes sufrirán sanciones adicionales, como multas, detención o la ampliación del periodo en el que no pueden volver a la UE.

De hecho, la reforma amplía de 18 a 24 meses el periodo máximo de detención de los migrantes, aunque el plazo puede ampliarse indefinidamente con prórrogas sucesivas de 6 meses.

Finalmente, el reglamento introduce la posibilidad legal de devolver a un país tercero (distinto al de origen) a personas que se encuentran ilegalmente en la UE y han recibido una decisión final de retorno, sobre la base de un convenio concluido de forma bilateral o a nivel de la UE.

Es decir, se trata de un modelo de "geometría variable" que puede ser usado por los Gobiernos interesados y descartado por el resto.

Marlaska ha expresado “serias dudas jurídicas, políticas y económicas” sobre los centros de retorno, que además podrían provocar un “impacto negativo” en las relaciones bilaterales con socios clave en la prevención de la migración irregular en origen.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Markaska, saluda a uno de sus colegas durante la reunión de este lunes en Bruselas

El ministro del Interior, Fernando Grande-Markaska, saluda a uno de sus colegas durante la reunión de este lunes en Bruselas Unión Europea

REGLAMENTO DE PAÍSES TERCEROS SEGUROS. En segundo lugar, los 27 han dado luz verde al reglamento sobre países terceros seguros, que permitirá a los Estados miembros deportar a migrantes a países extracomunitarios para tramitar allí sus peticiones de asilo, incluso aunque no tengan ningún vínculo con ellos ni hayan transitado por su territorio para llegar a Europa.

Bastará con que el Estado miembro en cuestión -o la Unión Europea en su conjunto- hayan firmado un convenio similar al que la Italia de Meloni tiene con Albania.

REGLAMENTO DE PAÍSES DE ORIGEN SEGUROS. En tercer lugar, la UE ha aprobado la primera lista común de países de origen considerados seguros. Las solicitudes de asilo de ciudadanos de estos territorios se tramitarán en la UE de forma acelerada porque con carácter general serán denegadas.

En este caso, España no ha votado en contra. La lista está formada por todos los países candidatos a entrar en la UE, a los que hay que sumar Colombia, Marruecos, Túnez, Kosovo, Bangladesh, India y Egipto.

RESERVA DE SOLIDARIDAD. Finalmente, los ministros del Interior han alcanzado un acuerdo político sobre la reserva de solidaridad que estará disponible en 2026 para los países que sufren una elevada presión migratoria: España, Italia, Grecia y Chipre. Se trata de una de las principales novedades del Pacto Europeo de Inmigración y Asilo que se aprobó en presidencia española de la UE.

Los ministros del Interior se han comprometido a repartirse 21.000 demandantes de asilo o a realizar una contribución financiera total de 420 millones de euros. Cada Estado miembro tendrá libertad para decidir si acoge a migrantes o si opta por una compensación en dinero.

Al estar bajo presión migratoria, España no tendrá que contribuir sino que se beneficia de estas ayudas. No obstante, Marlaska se ha abstenido en la decisión por considerar insuficiente la oferta.