Jordi Pujol Ferrusola

Jordi Pujol Ferrusola

España Saqueo en cataluña

La Policía entrega al juez pruebas del blanqueo de Jordi Pujol Jr. con diamantes

Investigan si compró realmente medio millón de euros en joyas o falseó los datos para lavar fondos en Argentina

2 enero, 2016 02:15
Esteban Urreiztieta Daniel Montero

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El clan Pujol blanqueó más de medio millón de euros en diamantes desde sus cuentas en Andorra. Así al menos lo confirma la documentación remitida por el Principado a la Audiencia Nacional, a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL. Según los extractos bancarios, el dinero salió en 1999 desde el Andbank andorrano con destino a Estados Unidos. El receptor fue la firma Williams Goldberg Diamon Corp, uno de los principales proveedores mundiales de piedras preciosas.  

Sin embargo, hay un dato que no cuadra. Un indicio que hace pensar a los investigadores que los extractos son incorrectos y que los fondos -remitidos desde Andorra en cuatro tandas y que la Policía relaciona de forma inequívoca con el blanqueo de capitales- terminaron realmente en Argentina, donde la Audiencia Nacional investiga inversiones en dinero B por más de 12 millones de euros. 

Extracto de la transferencia por valor de 111.000 dólares a la empresa de diamantes.

Extracto de la transferencia por valor de 111.000 dólares a la empresa de diamantes.

Sobre el papel, las cuatro transferencias -que suman 541.000 dólares y fueron ordenadas entre junio y diciembre de 1999- fueron a parar a la cuenta de que Williams Goldberg Diamond Corp tiene abierta en el ABN Amro Bank de Nueva York. Desde hace años, EEUU registra a sus bancos con un código concreto, un número de nueve cifras llamado ABA, que funciona a modo de matrícula y facilita las transferencias electrónicas. 

Los extractos bancarios de la cuenta AN 84800 -que tenía como titular a Jordi Pujol Ferrusola- reflejan que el ABA utilizado en los envíos de diamantes -el 026009580- es el mismo que aparece en la transferencia de 1 millón de dólares que Jordi Jr. realizó a la sociedad Villa Hermosa, propiedad de su principal socio en Argentina, el empresario Gustavo Shanahan. A juicio policial, ese dinero "habría servido para financiar la inversión en Puerto Rosario". 

Los informes policiales reflejan la necesidad de "discernir si se trata simplemente de que antes de llegar a Uruguay se utiliza como corresponsal a la matriz en Estados Unidos o si estos capitales tuvieran algo que ver con el desvío de fondos a Argentina, opción que a priori es más improbable, dado el control que las autoridades norteamericanas suelen ejercer". 

Envíos por caja para no dejar rastro

En cualquier caso, los agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional enmarcan el envío de dinero en operaciones de blanqueo de capitales, debido "al origen de la liquidez que se utiliza". En las cuatro transferencias, el dinero llegó a las cuentas del clan Pujol en Andorra unos días antes y en metálico. 

Jordi Pujol Ferrusola dio instrucciones para enviar el dinero por caja.

Jordi Pujol Ferrusola dio instrucciones para enviar el dinero por caja.

La transferencia de mayor cuantía, por ejemplo, se realizó el 6 de diciembre de 1999. Tres días antes, las cuentas de Jordi Pujol Ferrusola registraron un ingreso de 133 millones de pesetas en efectivo (618.000 euros). Un manuscrito incluido en la comisión rogatoria de Andorra refleja que el primogénito del clan dio ordenes de que 349.986 dólares fueran transferidos poco después a la citada cuenta para la compra de diamantes. El documento refleja la voluntad de ocultación de los fondos, ya que Pujol Ferrusola pide de forma explícita que el dinero sera remitido con un ingreso "por caja", en lugar de con una transferencia desde su propia cuenta.

Viajes a Estados Unidos

Para los expertos contra el fraude fiscal, la inversión en piedras preciosas es una de las herramientas más clásicas para el blanqueo de capitales. Los diamantes son pequeños, fáciles de ocultar, pero con un importante valor unitario. Es relativamente sencillo acumular medio millón de euros en una simple pulsera y transportarla en un vuelo comercial como si fuera una joya personal. Los investigadores cruzan ahora las facturas de los viajes realizados por Jordi Jr. y su mujer a EEUU con las fechas de las transferencias, para conocer el destino real de las joyas, y si pudieron ser trasladadas a España por esta vía.