Richard Zenith. Foto: Hanmin Kim (CC BY-SA 4.0)

Richard Zenith. Foto: Hanmin Kim (CC BY-SA 4.0)

Letras

Richard Zenith, biógrafo de Pessoa: "Temía que su virginidad le impidiese ser un escritor completo"

Editor en inglés de casi toda su obra, lleva décadas descifrando y ordenando el imponente archivo que el escritor dejó inédito a su muerte.

Más información: La biografía definitiva de Fernando Pessoa, el escritor de las cien máscaras y un infeliz negado para la vida

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En un famoso verso donde tal vez quepa toda su literatura, Fernando Pessoa escribió que el poeta era un "fingidor", un ser, por tanto, inaprensible, múltiple ("¡Sé plural como el universo!", reza otro de sus aforismos), quizá imposible de biografiar satisfactoriamente.

Pese a ello, Richard Zenith (Washington D. C, 1956), su traductor al inglés, ha dedicado más de una década a tal empeño. El resultado, una biografía inmensa, panorámica, con hechuras de documento definitivo sobre Pessoa y su tiempo, llega ahora a España.

El escritor atiende a El Cultural desde Carrapateira, en la costa del Algarve, donde, desde hace cuatro décadas, vive la parte del año que no está en Lisboa.

Pregunta. ¿En qué momento decidió escribir una biografía como esta?

Respuesta. Siempre me interesó la vida de Pessoa. En el 2000 publiqué sus escritos autobiográficos, y sentí que faltaba una biografía rigurosa, sobre todo en el ámbito anglosajón, donde no existía ni siquiera traducida. En Portugal, la única biografía importante era la de João Gaspar Simões, de 1950; luego vinieron las de Ángel Crespo en España y Robert Bréchon en Francia, ambas valiosas, pero demasiado dependientes de la de Simões.

»En las últimas décadas ha aparecido mucha información nueva sobre Pessoa, nuevos textos y documentos. He intentado contar una vida en su tiempo y su lugar, con un enfoque cinematográfico. En el caso de Pessoa era difícil, porque no mantuvo diarios durante mucho tiempo ni se conservan demasiadas cartas. Era muy reservado.

P. Cuenta que, en los años ochenta, al leer libros como el de Octavio Paz sobre el poeta, pensó que era "imposible captar, definir o revelar a Pessoa". ¿Cree que lo ha logrado?

R. Eso espero. En cualquier caso, quise escribir la biografía para contradecir esa idea de que Pessoa no tenía vida, de que solo existía en los papeles. Pessoa fue un hombre que dedicó su vida a la escritura, pero entre su vida y su obra hay una profunda simbiosis. Su obra es en gran parte autobiográfica, aunque él lo distorsione todo.

P. Esa percepción de Pessoa como alguien que no existe, como un personaje más de su obra, nos lleva al asunto de los heterónimos, central en su biografía.

R. Sí. El libro incluye una lista de unos cincuenta y son solo una parte de todos los heterónimos que creó, incluido él mismo, que es otro personaje. Siempre estaba inventando, ficcionalizando, incluso cuando firmaba con su nombre. Pero, dicho esto, tenía una vida: una infancia, una juventud, una vida adulta, un lugar y un tiempo concretos por los que se movió, una evolución ideológica.

»Pessoa defendía que alguien intelectualmente vivo debía cambiar constantemente de opinión, y él lo hacía. Su pensamiento evolucionó: cambiaron sus ideas políticas, su relación con la religión. Hay, en definitiva, muchas historias dentro de su vida.

P. Mensaje, el único libro que publicó en portugués, fue premiado por el gobierno de Salazar, lo que ha generado ciertos malentendidos sobre sus posiciones políticas.

R. Sí, durante mucho tiempo se pensó que había apoyado el Estado Novo. Pero la verdad es que, aunque al principio le dio a Salazar el beneficio de la duda, cuando se consolidó la dictadura y llegó la censura, Pessoa se volvió claramente antisalazarista. En su último año de vida escribió muchos poemas satíricos contra el régimen. Pero la mayoría han permanecido inéditos durante décadas, lo que ha contribuido al malentendido.

"Pessoa escribía como usted y yo respiramos. Tenía ideas infinitas y poca disciplina. Su archivo es un caos"

P. Dejó más de 25.000 folios inéditos en un baúl, así que no parece que la publicación de sus textos fuese una prioridad para él. ¿Qué buscaba en la escritura?

R. Pessoa era un volcán. Escribía como usted y yo respiramos. Quería publicar, pero el impulso de escribir era tan fuerte que, cuando le tocaba releer, revisar u organizar lo escrito, ya estaba en otra cosa. Tenía ideas infinitas y poca disciplina. En una misma hoja anotaba un poema, una idea para un cuento, una reflexión política, una deuda con el librero o algo que debía comprar. Su archivo es un caos y encima su caligrafía era endiablada.

P. ¿Era consciente de su genio?

R. Sí, aunque también dudaba. Los grandes escritores suelen tener esa mezcla de certeza y duda. Fernando Pessoa vivía para la inmortalidad literaria, confiaba en que su obra sería reconocida tras su muerte, pero también temía que no sucediera.

P. ¿Cómo lo veían sus contemporáneos?

R. Lo admiraban, pero algunos como Simões, su primer biógrafo, se equivocaron al valorar menos la poesía de los heterónimos; decían que no era sincera. Pessoa se burlaba de esa idea, para él, ya lo sabemos, el poeta es un fingidor. Con el tiempo se ha visto que precisamente en los heterónimos –Caeiro, Reis, Campos– está lo mejor de su obra.

"Pessoa confiaba en que su obra sería reconocida tras su muerte, pero también temía que no sucediera"

P. ¿Hubo algún hallazgo en sus papeles que cambiara su visión de él?

R. Sus textos automáticos, que supuestamente le dictaban los espíritus astrales, revelan cosas muy curiosas de su personalidad. Uno de los temas principales de sus diálogos con esos 'espíritus' era el de la virginidad del poeta, que para él era un problema personal y literario: temía que su falta de experiencia sexual le impidiese ser un escritor completo.

P. Según usted, es probable que muriese virgen.

R. Sí. Y creo que su energía sexual se sublimó en el acto de escribir. Escribió poemas abiertamente sexuales, muy gráficos, como "Epithalamium" o "Antinous", de tono homoerótico. En sus últimos años reflexionó sobre la integración de lo masculino y lo femenino en cada persona, y veía en esa unión interior una forma de realización espiritual. Me sorprendió comprobar lo mucho que le interesó el sexo.

P. ¿Cuál diría que es hoy su legado literario?

R. Creo que liberó a la literatura de ese imperativo de sinceridad. Demostró que los sentimientos, por muy sinceros que sean, deben transformarse en algo que genere un impacto.

Acercamientos al "enigma Pessoa"

Portada de 'Fernando Pessoa. La reconstrucción', de Manuel Moya (Fórcola, 2025)

Portada de 'Fernando Pessoa. La reconstrucción', de Manuel Moya (Fórcola, 2025)

Los fastos editoriales por el centenario pessoano se enriquecen en nuestro país con la publicación de Fernando Pessoa. La reconstrucción (Fórcola), de Manuel Moya. Poeta y traductor de El libro del desasosiego, además de editor de Cuentos, la mayor antología de narrativa breve de Pessoa publicada hasta la fecha, Moya es uno de los mayores expertos europeos en la obra del lisboeta.

En 2023 publicó Pessoa, el hombre de los sueños, una biografía de más de 700 páginas de la que este libro sería un spin-off ensayístico, más libre e interpretativo. Ajeno al afán de completitud de Zenith, Moya ofrece a cambio una serie de tentativas sobre el "enigma Pessoa" y busca desmontar algunos mitos asociados a él. Por ejemplo, el que dice que Pessoa fue un poeta sin vida, casi secreto, que murió sin haber alcanzado el reconocimiento literario.

Muy al contrario, afirma Moya, Pessoa fue un poeta admirado y querido en la Lisboa de su tiempo, en la que ejerció su magisterio e influencia sobre los escritores más importantes de su generación. La visión de Moya —que casi nunca entra en colisión con la de Zenith, aunque Moya cree que el americano no logra esclarecer del todo el misterio sobre la sexualidad del poeta— es rica, osada y muestra hasta qué punto la posteridad de Pessoa es una fuente inagotable de interpretaciones.