A estas alturas nadie duda ya de que los viejos rockeros nunca mueren. Pero sí envejecen. Parece que las memorias empiezan a hacer estragos entre los grandes del rock que arrancaron sus carreras entre los años 60 y 70. El paradigma más reciente lo ha protagonizado Bruce Springsteen con Born To Run (Random House). Ahora le toca el turno a la insobornable Chrissie Hynde. Con A todo riesgo la líder de los Pretenders repasa con mano firme y con un estilo directo -en clara sintonía con la crudeza que predomina en cierta tradición literaria estadounidense- su formación sentimental partiendo de sus primeros escarceos musicales en su Akran (Ohio) natal, donde ya aparece de forma larvaria el legendario carácter de la protagonista.

Deslumbrada por David Bowie (y arrastrada por las turbulentas corrientes de Iggy Pop y Lou Reed), Chrissie Hynde nos llevará a México, Canadá, París y, por supuesto, a Londres, lugar al que, reconoce, llega tarde aunque a tiempo para contagiarse de las corrientes culturales (o contraculturales) del momento. No ahorrará detalles y se agradece su sinceridad en temas como el sexo y las drogas. Pese a su ágil estructura cronológica, el texto, que nos deja en los ochenta con la muerte del guitarrista James Honeyman-Scott, se hubiese podido pulir un poco más pero quien sabe si un ‘pretencioso' ejercicio de estilo hubiese ocultado su carácter más visceral y salvaje. @ecolote