Teatro

Memoria de la guerra

Titzina estrena su segunda obra en el Corral de Alcalá

25 mayo, 2006 02:00

La compañía ha crecido con la incorporación de Laia Martín

Titzina ha sido una de las compañías españolas que más "bolos" ha hecho con su primera obra, Folie à Deux. Si Pako Merino y Diego Lorca utilizaron entonces sus experiencias como ayudantes en un psiquiátrico, ahora encuentran tema de inspiración en la Guerra Civil española. Entrañas se presenta en el Corral de Comedia de Alcalá de Henares (Madrid), los días 27 y 28 de mayo.

La Guerra Civil vuelve a los escenarios, aunque como telón de fondo. La compañía Titzina recurre a la contienda española de 1936-39 para hablar de las guerras en general, pero no lo hace para tratar las gestas heroicas de sus protagonistas, sino para centrarse en las vivencias de gente corriente en situaciones tan extremas. Entrañas, el segundo montaje de la formación cuyas próximas representaciones tendrán lugar en el Corral de Comedias de Alcalá de Henares los días 27 y 28 de mayo, bucea en los problemas cotidianos que la gente debe enfrentar durante la guerra, en situaciones que se superan de forma casi milagrosa.

Para hablar de este asunto, Titzina recurre al personaje de una mujer embarazada a la que su nuevo estado le plantea algunas cuestiones sobre su existencia. La principal, hacia la que dirige su mirada, trata de sus orígenes, de su familia, en cuyo seno figura el agujero negro de la desaparición de uno de sus abuelos durante la contienda española. A través de las pesquisas que hace la mujer, la obra desvela, en cierto modo, la parte no tratada habitualmente de las guerras, como pueden ser "el hambre, el cierre de las fronteras, la angustia por la falta de noticias de los familiares", asegura Pako Merino, uno de los dos integrantes de la compañía catalana.

"Nunca vas a saber lo que de verdad es la guerra hasta que lo ves", dice el otro miembro de Titizina, Diego Lorca. Como es habitual en la forma de operar de la compañía, el primer paso que dieron para crear Entrañas fue seguir un detallado proceso de documentación que les llevó a investigar en Bosnia y Washington, para concluir que en todas partes es casi similar la barbarie, sin importar si ocurrió hace 70 años o poco más de una década. Al regreso del "trabajo de campo" ambos se dieron cuenta de que no era necesario marcharse tan lejos, bastaba con escuchar a los ancianos que tenían a su alrededor para "poder mostrar la realidad de la guerra". Los mayores les proporcionaron "un material impresionante al que no se le hace caso, porque son las cosas del abuelo que siempre cuenta sobre las peripecias de hace 70 años".

La pareja Titzina ha recurrido a un "realismo poético a la manera de Riszard Kapucinski", el gran periodista polaco, para plasmar escénicamente la guerra. De esa manera, convertidos en una especie de "reporteros teatrales" recorren "el pasado, presente y futuro" de Soledad, encarnada por Laia Marti (nueva incorporación de la compañía). Sus autores afirman que han perseguido "no juzgar a nadie, pero sí confiar en que la gente se conciencie de lo bárbaro y terrible de la guerra".