Antonio Banderas durante el pase gráfico del musical 'Gypsy', el 4 de febrero en el Teatro Apolo de Madrid. Foto: JJ. Guillén

Antonio Banderas durante el pase gráfico del musical 'Gypsy', el 4 de febrero en el Teatro Apolo de Madrid. Foto: JJ. Guillén

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Antonio Banderas trae su musical 'Gypsy' a Madrid: "El éxito puede ser una enfermedad terrible"

El actor, director y productor recupera un montaje de Broadway que se podrá ver en el Teatro Apolo de Madrid a partir del 7 de febrero. 

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Ángel Mora
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Gypsy, el cuarto musical dirigido por Antonio Banderas que se estrenó el 17 de octubre del pasado año en el Teatro Soho Caixabank de Málaga, aterriza este mes de febrero en Madrid. El actor, que, además de producirla, se encarga de la dirección escénica de la obra ha recibido a los medios en una rueda de prensa durante la mañana del 4 de febrero en el Teatro Apolo, lugar escogido para acoger el espectáculo en su paso por Madrid. "Somos una compañía muy pequeña, pero nos atrevemos a hacer grandes espectáculos como este", ha dicho Banderas como carta de presentación.

Pero antes de responder a las preguntas de la prensa, se ha podido ver a modo de aperitivo la interpretación de Obertura, Se abre un camino de rosas Broadway, temas que forman parte del espectáculo. En cada uno de ellos se contruye una atmósfera de lentejuelas, fama y excesos no desprovista de la pátina entre nostálgica y caduca típica del vodevil y el cabaret

Ambientada en los felices años 20 estadounidenses, en los que el champagne, el despilfarro y la inocencia corrían a raudales, se basa libremente en las memorias de la artista de burlesque Gypsy Rose Lee. La historia sigue los pasos de Rose, una madre que trata de lograr la fama a través de la de sus hijas, a las que pretende convertir en grandes estrellas de vodevil. "Empieza con un primer acto muy luminoso, pero es en el segundo acto donde yo encontré la enjundia del espectáculo. Esta segunda parte se acerca mucho más al teatro europeo, donde se desarrollan todas las pasiones del personaje, todos los conflictos", esbozaba el director malagueño con respecto a la estructura del musical. 

El musical fue estrenado originalmente en 1959 y tuvo su propia película tan solo tres años después. "Este es un musical que da un poco de miedo porque no tiene una película reciente. Queda lejos en el tiempo y, aunque el público reconoce algunos temas por versiones de músicos como Frank Sinatra, no les queda tan cerca como Grease u otros". Reflexionaba Banderas. Aún así —añadía— "es un landmark, una pieza que hay que estudiar para entender completamente el teatro musical norteamericano". 

Viene el equipo habiendo logrado sold out en 15 de las 87 funciones que han realizado en su estreno en el Soho Caixabank de Málaga. "Hasta en casi 50 de las actuaciones han quedado libres tan solo cinco o diez butacas", señalaba Banderas, contento con los resultados con los que llegan a la capital. 

Preguntado por el tema de la fama y la madre de artista, que vertebra la obra, el actor de Dolor y gloria comentaba que "el éxito puede ser una enfermedad terrible. Hay personas que son arrolladas literalmente por el éxito y hay una una patología detrás de eso". Y esto, continuaba Banderas, "lo vemos a través de un personaje que puede ser identificado con el Rey Lear pero también con la Madre Coraje de Brecht". 

Ese personaje es Rose, interpretada por Marta Ribera, una mujer que, insistía Banderas, "tiene mucho de aquellas actrices del cine clásico que eran mujeres poderosísimas, para los que había papeles tremendos, Bette Davis, Elizabeth Taylor, Joan Crawford... Rose tiene esa misma alma". 

Un momento del musical 'Gypsy', durante el pase gráfico celebrado el 4 de febrero en el Teatro Apolo de Madrid. Foto: JJ. Guillén

Un momento del musical 'Gypsy', durante el pase gráfico celebrado el 4 de febrero en el Teatro Apolo de Madrid. Foto: JJ. Guillén EFE

Precisamente Marta Ribera hablaba a continuación para expresar su más absoluta felicidad por interpretar este papel que, eso sí, "es un bombón, pero un bombón envenenado, hay que saber sobrellevar la presión porque muchos esperan que lo hagas mal". 

Arturo Díez Boscovich es el encargado de dirigir en este musical a la Orquesta Larios Pop del Soho, compuesta por 18 músicos. La música, dice el director "es aparentemente fácil al escucharla, pero tiene un entramado y una textura instrumental muy compleja, bastante virtuosa incluso. Hemos tenido que trabajar muy duro para conseguir ese sonido más antiguo. En el espectáculo utilizamos una forma de tocar que ya no se usa, algo típico de los años 50 para abajo", confesaba para concluir Díez Boscovich.