El vino blanco está de moda

El vino blanco está de moda

Vinos

¿Por qué todos quieren beber ahora vino blanco? Las tendencias que cambiarán tu copa

Durante años se decía que el peor vino tinto era un blanco, pero hoy esa frase ha quedado obsoleta: el vino blanco toma el mando y supera al tinto en algunas regiones.

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Durante décadas, el protagonismo de las barras y mesas se lo adjudicaron los tintos: complejos, solemnes, símbolo de prestigio. Sin embargo, en los últimos años, los blancos han dado un giro de guion inesperado. Hoy se habla del “nuevo boom de los vinos blancos”.

No es un eslogan de marketing: lo certifican los estudios internacionales, el entusiasmo de críticos y el cambio de mentalidad de productores que apuestan por vinificar uvas blancas con libertad y calidad. ¿Qué está pasando en nuestras copas?

El vino blanco vive un momento histórico: según la OIV, su consumo mundial ha crecido más de un 10% desde el año 2000 y ya representa más del 40% del total, superando al tinto en algunos mercados y revitalizando regiones tradiconalmente tintas, como Rioja.

Una copa de vino blanco, siempre

Una copa de vino blanco, siempre

Lo que antaño era poco más que una alternativa fresca y versátil para el verano, hoy se ha convertido en una categoría con identidad propia, capaz de combinar diversidad de estilos, autenticidad y proyección internacional. El futuro del vino, dicen los expertos, se escribe en blanco.

Los expertos coinciden en que el boom es estructural, no pasajero. No se trata de una moda fugaz, sino de un viraje sostenido en la manera de beber, en los gustos y hábitos del nuevo consumidor y en las corrientes globales.

Nuevas variedades, estilos y públicos

Otra de las claves del boom está en el redescubrimiento de variedades locales. Albariño, godello, verdejo o treixadura se han consolidado con carácter propio, pero ahora emergen nuevas protagonistas: la palomino, la maturana, la listán blanco o la malvasía volcánica.

Los enólogos han demostrado que con viticultura cuidada y vinificaciones poco intervencionistas estas uvas ofrecen perfiles únicos, desde blancos minerales con sello atlántico hasta texturas salinas o matices aromáticos que hoy compiten con los mejores chardonnays internacionales.

Este rescate conecta con un consumidor que busca autenticidad y un relato de origen, cansado de vinos uniformes que podrían ser de cualquier parte del mundo.

Uva blanca del Alto Najerilla, en Rioja

Uva blanca del Alto Najerilla, en Rioja Vintae

El blanco ya no es sinónimo de vino joven y lineal. Las bodegas han incorporado crianzas sobre lías, ánforas de barro, foudres de gran capacidad o fermentaciones espontáneas. ¿El resultado? Blancos con volumen, con capas aromáticas y, lo más sorprendente, con capacidad de guarda. Encontrar en carta blancos de diez o quince años, plenos de vida, ya no es excepcional.

El derribo de fronteras gastronómicas ha jugado también a favor de los blancos. Un albariño chispeante funciona tan bien con ostras como con sushi o ceviche; un godello cremoso o una viura con paso por barrica se acoplan a carnes blancas, quesos curados o setas.

Sumilleres y restauradores, conscientes de esta versatilidad, están ampliando las referencias de blancos. En algunos restaurantes urbanos, la carta blanca ya iguala o supera en referencias a los tintos.

Por su parte, el consumidor contemporáneo, especialmente millennials y generación Z, busca frescura y vinos más livianos. La baja graduación y la sequedad de muchos blancos conectan con un estilo de vida saludable.

Cada vez se consume más vino blanco entre los jóvenes

Cada vez se consume más vino blanco entre los jóvenes

Unido a la proliferación de etiquetas ecológicas y biodinámicas, el blanco se legitima como elección sintonizada con la sostenibilidad. Además, sus precios suelen ser más accesibles, lo que facilita la entrada de nuevos consumidores en el mundo del vino sin el vértigo de un tinto de alta gama.

7 tendencias que explican el auge del blanco

- Blancos de guarda. Cada vez más bodegas trabajan la longevidad y afinan elaboraciones reservadas a coleccionistas. Hacienda López de Haro Reserva Blanco 2018 es un buen ejemplo. Un homenaje al clasicismo riojano: largo envejecimiento, gran elegancia. Precio: 9,95 euros

- Variedades autóctonas en auge: rescate de godello, listán blanco, malvasía volcánica, palomino fino. Identidad territorial y autenticidad frente a lo global, que dan lugar a vinos tan singulares como Chocolate Nº4 de Bodegas Orben, una mezcla de diferentes variedades autóctonas riojanas como viura, malvasía, garnacha blanca y maturana blanca. Precio: 29,20 euros

- Identidad de terroir. Denominaciones emergentes ponen en valor suelos volcánicos, graníticos o calcáreos en blancos de gran personalidad. La bodega vallisoletana Barco del Corneta acaba de lanzar LOSECO, su primer Vino de Pueblo, elaborado con uvas de viura y verdejo procedentes exclusivamente de La Seca, donde se asienta el proyecto. Una mezcla tradicional de la zona que transmite la personalidad del terruño. Precio: 14,70 euros

El vino blanco marida con todo

El vino blanco marida con todo

- Diversidad de crianza. Ánforas, madera usada, cemento: experimentación que enriquece perfiles. Pazo Torre Penelas, la bodega de Familia Torres en Rías Baixas, presenta la quinta añada de su albariño Blanco Granito, la 2022, un vino atípico que destaca por su vinificación y crianza en depósitos ovoides de granito gallego. Precio: 42,65 euros

- Naturales y sin sulfitos. Vinos libres que responden a la inquietud por lo auténtico. Como Blanc Vi Natural de Vinos Petxina, en Tarragona. Un xarel·lo joven, sin sulfitos añadidos, muy aromático y mineral. Precio: 12,50 euros

- Versatilidad gastronómica. El blanco gana terreno en el maridaje con cocinas globales (sushi, ceviche, cocina especiada). Para comprobarlo, un vino equilibrado, potente y fresco a la vez, como Xocas Godello 2023, cuya crianza en barricas de acacia y roble francés lo convierten en un sorprendente conductor de armonías culinarias. Precio: 50 euros

- Consumo consciente. Blancos ligeros, secos y de baja graduación. El vino blanco se adapta a estilos de vida saludable. Especialmente diseñado para quienes valoran el disfrute sin excesos, Terra Remota Seis es un vino blanco ecológico del Alt Empordà con solo 6% de alcohol, que mantiene la esencia de la garnacha blanca. Ligero, equilibrado y con la mineralidad propia de la región. Precio: 16 euros