El restaurante japonés de Valencia que apuesta por el menú de mediodía:  diez piezas de sushi por 45€

El restaurante japonés de Valencia que apuesta por el menú de mediodía: diez piezas de sushi por 45€

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El restaurante japonés de Valencia que apuesta por el menú de mediodía: diez piezas de sushi por 45€

Combinando sabores mediterráneos y nipones, el restaurante Hiro ofrece una propuesta accesible sin descuidar la calidad.

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A pesar del interés que ha crecido por la cocina japonesa y en particular, el sushi, pocos restaurantes apuestan por un formato rápido sin sacrificar técnica, precisión y producto. Pocos, pero los hay que se atreven, como Hiro, el restaurante japonés que el Grupo Arribamar consolidó en el corazón de Valencia.

Desde su apertura se ha convertido en uno de los espacios más personales y cuidados de la ciudad y ahora, su Menú de Mediodía que resume en diez piezas —y por 45 euros— la esencia de su cocina, a medio camino entre la tradición nipona y el Mediterráneo.

En su pequeña barra de seis plazas y su reducido comedor, diseñados para ofrecer una experiencia íntima y directa, se percibe ese espíritu de calma que acompaña a la gastronomía japonesa bien ejecutada.

Tras el proyecto se encuentran tres nombres que explican el nivel técnico de la propuesta. José Tomás Arribas es el alma de Grupo Arribamar y uno de los impulsores de la alta gastronomía en Valencia.

Andrés Pereda, es cocinero formado en casas de referencia como Kabuki y Komori, garante de una técnica limpia y precisa y Hiromi Okura, ex jefe de sala del grupo Kabuki y experto en sake, que ha convertido la bebida japonesa en un eje fundamental del restaurante.

El Menú de Mediodía en diez bocados

Si algo distingue la propuesta de Hiro es que, a pesar de estar pensada para quienes buscan una comida ágil —esa fórmula cada vez más común en ciudades como Londres o Tokio—, el nivel de ejecución es el mismo que en su Menú Degustación.

Sentarse a la mesa de Hiro, en Valencia.

Sentarse a la mesa de Hiro, en Valencia.

Todo comienza por la trilogía de atún que marca el tono del menú, donde incluyen una pieza de akami, chutoro y toro, que recorre por las distintas texturas, grasas y matices del túnido, tratado con respeto absoluto al corte.

A partir de ahí, una secuencia de nigiris que funciona casi como un álbum de los sabores fundamentales de la casa, como piezas sencillas como son la del jurel con jengibre, salmón o hamachi.

No faltan otras que fusionan sabores de aquí y de allá como el de vieira con migas (guiño mediterráneo y uno de los bocados más reconocibles de Hiro) o el de huevo frito de codorniz con tartufata, un final sorprendente que confirma que la sencillez también puede ser sofisticación.

Sake, coctelería y un menú que cambia según mercado

La propuesta es ligera, afinada y pensada para quienes quieren comer bien sin invertir dos horas. Un sushi bar elevado a formato express sin renunciar a la esencia. Pero la cosa no queda ahí, para quienes buscan profundizar más en su cocina, Hiro mantiene dos menús adicionales.

El Menú Sake funciona como una introducción al universo nipón de esta bebida, con referencias como Hiyashibori Daiginjo o Kenbishi Mizuho, seleccionadas personalmente por Hiromi Okura.

Un nigiri de gamba, entre los 10 que como en el Menú de Mediodía de Hiro.

Un nigiri de gamba, entre los 10 que como en el Menú de Mediodía de Hiro.

Por su parte, el Menú Degustación es un viaje más amplio por los platos emblemáticos del restaurante que pivotan entre el usuzukuri de pescado blanco, gyozas de ternera, tartares, nigiris y elaboraciones que muestran esa fusión elegante entre técnica japonesa y producto mediterráneo.

La carta líquida merece mención aparte: Hiro ha convertido su coctelería estacional en un sello propio. Tras el éxito del Samurai Spritz, llegaron propuestas como Gold Ginger —con sake de ciruela roja y sake de jengibre— o el nuevo Silk Pink Reverie, un cóctel sedoso y aromático que combina sake nigori con ginebra y representa el espíritu refinado de la casa.

Desde los crudos tratados con precisión matemática hasta las elaboraciones a la brasa que se permiten licencias mediterráneas sin perder la identidad japonesa, Hiro presenta coherencia en la cocina.

Platos como el atún picante con huevos y patatas, el usuzukuri de jurel con leche de tigre, el bikini de tartar de gamba roja o su atún teriyaki son ejemplos perfectos de ese diálogo entre dos culturas culinarias que parecen lejanas, pero que aquí se encuentran de forma natural.

La experiencia se completa con una vajilla traída directamente de Japón, elegida para realzar la pureza y el ritmo del menú. Cada pieza, cada bocado, cada gesto responde a una filosofía clara: cocinar sin prisa para quienes sí tienen prisa.