Manuel Rodríguez, dueño de Street Food Burger YouTube / iStock
Manuel (30), dueño de una hamburguesería en España: "Facturamos 5 millones al año; en el banco queda solo un 10 %"
Muchos hosteleros coinciden en que las hamburguesas son uno de los productos más rentables dentro de un negocio de hostelería.
Manuel Rodríguez tiene 30 años, más de 100 empleados y planes de seguir creciendo. Pero, sobre todo, tiene una historia que contar. La de cómo montar una hamburguesería le salvó la vida.
La suya no es la historia de un emprendedor nato que siempre tuvo las cosas claras, es la de un adolescente rebelde que empezó fregando platos en Mallorca, se perdió en la noche sevillana y estuvo al borde del abismo.
Es la historia de cómo la muerte de un padre y el nacimiento de un hijo pueden enderezar una vida. Y de cómo una hamburguesa puede salvar a una persona. Una hamburguesa gourmet de 10 euros, de esas que hasta te puedes tomar con un buen vino, en un pueblo donde solo había hamburguesas de 4 euros.
Los años oscuros
Manuel cuenta en una entrevista grabada hace unos meses en el pódcast El hombre descalzo que no llegó a terminar la ESO.
A los 17 años, sin experiencia y con ganas de escapar de su entorno, se embarcó rumbo a Mallorca. Su familia se dedicaba a la compra-venta de coches en Los Palacios, pero él no quería saber nada de talleres ni de recibir órdenes. "Nunca me ha gustado que me digan lo que tengo que hacer", reconoce.
En Mallorca consiguió trabajo en el "cuarto de perolas" de un hotel de Alcudia. Fregando ollas. Aceptó. No se le cayeron los anillos. Regresaba cada temporada.
Pero Manuel era un caballo desbocado. Música electrónica, fiestas, excesos. "He tenido una adolescencia y una etapa de joven un poco complicada por el tema de las amistades, de mi forma de ser", admite.
Manuel Street Food Burger
Trabajaba seis días a la semana en Mallorca, ahorraba dinero, volvía a Sevilla y se lo gastaba todo. "Una persona con tiempo libre es un peligro", confiesa. Tuvo varios accidentes de tráfico graves. Volcó un coche con dos amigos justo antes de volver a Mallorca.
"He tenido amigos que por desgracia no están aquí por cosas exactamente iguales que yo he hecho. Podría haber sido yo", lamenta.
El punto de inflexión
La muerte de su padre en noviembre de 2020 no lo cambió de inmediato, pero sí poco a poco. "Me ayudó a darme cuenta de las cosas que hay importantes en la vida", explica.
Fue a partir de ese momento cuando Manuel empezó a valorar lo que su padre siempre intentó enseñarle: trabajo, honestidad, familia... "Yo no he conocido una persona mejor que mi padre. Los valores que me ha inculcado... Pero uno echa en falta las cosas cuando las pierde".
Siguió en la cuerda floja hasta 2022, año en el que decidió montar una hamburguesería de calidad en un pueblo donde el concepto que se tenía de hamburguesa eran las burger de cafetería por 4 o 5 euros.
Apostar por la calidad
"En Los Palacios me tienen que agradecer lo que yo hice con el tema de los precios", afirma. Poner una hamburguesa a 10 euros en Los Palacios era un sacrilegio. "La gente me decía que si yo estaba loco, que cómo iba a pagar una hamburguesa a 10 euros".
Pero Manuel apostó por la calidad, carne recién picada, un blend exclusivo, proveedores de primer nivel. "Yo a los proveedores les pedía lo mejor que tenían. Siempre aposté por la calidad. Me quería diferenciar".
La gente de Sevilla empezó a venir a Los Palacios. Los influencers gastronómicos grabaron vídeos. La marca cogió fama. "La gente de Sevilla fue la que me levantó el negocio en Los Palacios".
En el momento de la entrevista, Street Food Burger tiene cuatro locales en Sevilla, uno en Cádiz y está a punto de abrir en Madrid. Factura cinco millones de euros anuales. Emplea a más de 100 personas.
Ha ganado cinco campeonatos de la Champions Burger en diferentes ciudades españolas y fue subcampeón nacional en 2024. Su hamburguesa estrella, la Gamberra 2.0, con pan rojo y sabores muy intensos, ha ganado premios en campeonatos con jurados profesionales y con voto popular. "Es una explosión de sabor", presume.
El fenómeno Champions Burger
La mitad de la facturación de Street Food Burger proviene de la Champions Burger, un evento gastronómico itinerante que recorre España y Europa. "La Champions Burger factura más de 100 millones de euros al año, seguro", estima Manuel.
En una sola jornada en Barcelona llegó a vender 4.150 hamburguesas. "Eso son aproximadamente 60.000 euros en un día", calcula. Un récord.
Pero participar en la Champions Burger tiene un coste. La organización se lleva el 30 % de la facturación. Además, Manuel invierte entre 3.000 y 30.000 euros por ciudad en marketing distribuidos entre influencers, publicidad digital y otras promociones.
"En la final de España me he gastado 25 o 30.000 euros solo en esa ciudad", revela. Pero la inversión merece la pena. "La imagen que te da, el caché, la gente que te conoce... Si yo no tengo los premios que tengo, lo mismo no facturaba lo que estoy facturando ahora".
Pero el éxito tiene un precio. Manuel es consciente de que en España ganar dinero genera recelo. "En España parece que le da a la gente coraje que ganes dinero. Ya está bien, ¿no?", protesta.
"Yo estoy 24 horas trabajando. Que venga otro y lo haga". De los cinco millones que factura, calcula que le queda un 10 % neto. "De 5 millones de euros, te cae un 10 %. Y de ese 10 %, los imprevistos no están contemplados. Tienes que manejar unos números muy grandes para ganar un poco de dinero".
Pero Manuel no se arrepiente de nada. "Todo lo que me ha pasado en la vida ha sido lo que me ha hecho ser quien soy hoy", concluye.