El chef Joan Roca, de El Celler de Can Roca

El chef Joan Roca, de El Celler de Can Roca

Reportajes gastronómicos

Joan Roca (61), chef con 3 estrellas Michelin: "Mis hermanos y yo comemos cada día el menú en un bar de barrio"

El chef Joan Roca de El Celler de Can Roca habla de cómo mantienen vivos sus orígenes yendo a comer a diario al bar que fundaron sus padres y que fue el origen de todo.

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En Girona, apenas a 100 metros de El Celler de Can Roca, el templo gastronómico que ha situado a la ciudad en el mapa mundial de la alta cocina, convive otro espacio mucho más modesto, pero esencial en la historia de los hermanos Roca.

Es el bar Can Roca, fundado por sus padres, Montserrat Fontané y Josep Roca, un local de barrio donde el menú del día sigue sirviéndose con la misma liturgia de hace décadas.

Allí, entre obreros y vecinos del barrio, almuerzan a diario los tres hermanos que dirigen uno de los restaurantes más reconocidos del planeta.

Sin perder de vista los orígenes

Durante una entrevista en el programa A vivir que son dos días de la Cadena SER, Joan Roca, el mayor de los tres hermanos, dio un repaso al camino recorrido desde aquellos inicios humildes.

"Los inicios son humildes, de trabajo, de vivir, de nacer y crecer en un bar de barrio y se ha ido forjando poco a poco un camino bonito, compartido con mis hermanos y con mi familia, que nos ha llevado a lugares totalmente inesperados", recuerda el chef.

Ese bar de barrio sigue siendo hoy un punto de encuentro cotidiano para toda la familia. "El origen es Can Roca. Seguimos sirviendo un menú del día, está en un bar de barrio, que es donde nacimos, donde crecimos y donde establecimos El Celler de Can Roca, apenas a 100 metros de distancia", explica Joan.

"Y los trabajadores del Celler siguen caminando esos metros para ir a comer. Todos nosotros, los tres hermanos y todo nuestro equipo vamos cada día a comer a Can Roca", continúa.

Y añade que esa costumbre "nos mantiene arraigados, nos mantiene con las raíces muy presentes y viene muy bien, cuando dicen que eres el mejor restaurante del mundo, recorrer ese camino y vestirte de normalidad, de realidad y vivir esto de una manera más tranquila".

Un menú de toda la vida

En Can Roca el menú del día no busca sorprender con técnicas ni artificios. La cocina de Montserrat Fontané, que todavía se maneja delante de los fogones, es la misma que alimentó a la familia cuando los hermanos eran niños.

Canelones, guisos, carnes al horno y postres caseros siguen formando parte de una oferta sencilla, directa y honesta. Joan recuerda con emoción "el sabor de los canelones que sigue haciendo mi madre todavía y que forman parte de nuestro ideario y de nuestra memoria culinaria".

"Están presentes también en el inicio del menú que servimos actualmente en nuestro restaurante, como un billete que te permite viajar al pasado", subraya.

Un menú del día por 18 €

En el perfil de Instagram de Can Roca, @can_roca_de_tota_la_vida_, puede consultarse el menú diario. Los primeros platos alternan preparaciones sencillas y nutritivas, como macarrones a la boloñesa, ensalada de lentejas, sopa de pescado o gazpacho, que formaban parte de la propuesta para ayer 20 de octubre.

En los segundos, reinan los clásicos de cuchillo y tenedor como fricandó de ternera con setas, bacalao a la llauna, pollo al horno o butifarra con judías. De postre, como en todo buen bar de barrio, los eternos flanes, yogures o fruta del tiempo.

Todo acompañado de pan de payés y vino de mesa. Los precios, 18 € si se consume en el local y 16 € si se pide para llevar, no se alejan de los de cualquier otro menú del día de la ciudad.

La diferencia, quizás, es la carga simbólica de saber que en pocas mesas pueden coincidir comensales anónimos con uno de los chefs más premiados de España.

Comer juntos para no olvidar

En el bar, Joan, Josep y Jordi Roca se sientan a diario con los miembros de su equipo. Esa costumbre, que podría parecer anecdótica, es en realidad una declaración de principios. "Nos mantiene arraigados", insiste Joan, porque es allí donde los tres vuelven a ser hijos antes que cocineros o empresarios.

"Después de que El Celler haya tenido el recorrido que ha tenido, hacer un homenaje a tus raíces creo que siempre es bonito e importante", afirmaba Joan a modo de conclusión.