Una tableta de chocolate Dubái.

Una tableta de chocolate Dubái. iStock

Reportajes gastronómicos

La locura del chocolate Dubái, el antojo de una embarazada británica que se volvió tendencia mundial

Pastelerías y grandes marcas se han rendido a este dulce viral del que todo el mundo habla. Pero, ¿por qué?

Más información: La receta fácil del chocolate de pistacho que se agotó en Lidl en pocos minutos: ahora intentan venderlo en Vinted a 60 €.

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Nadie puede escapar a la fiebre del chocolate Dubái. Visitas tu pastelería de confianza y ahí está: en las galletas, en los donuts o en una tarta de queso. Las redes están plagadas de miles de vídeos de influencers comiéndolo y la gente lo revende cinco veces más caro que su precio original. ¿A qué se debe esta histeria colectiva?

Empecemos explicando qué es. Se trata de una tableta de chocolate con leche rellena de crema de pistacho, tahini (pasta de sésamo) y kadayif (fideos de masa fina y crujiente, típico de la repostería tradicional de Oriente Medio y presente en postres como el knafeh); un mix de tradición árabe e innovación gastronómica.

Todo comenzó en 2021, cuando la emprendedora británico-egipcia Sarah Hamouda, residente en Dubái, no lograba encontrar un postre que calmara su deseo de knafeh. Su solución fue reinterpretar la receta original fusionándola con chocolate, dando vida a lo que más tarde se conocería como chocolate Dubái.

De esta ocurrencia nació Fix Dessert Chocolatier, la firma que lanzó la tableta Can’t Get Knafeh of It, un nombre que combina la referencia al postre árabe con la expresión inglesa Can’t get enough of it (Me gusta tanto que no puedo dejar de comerlo).

Lo que al inicio era una solución casera se transformó rápidamente en un negocio: hoy la marca vende alrededor de 500 barras diarias, que se agotan en cuestión de minutos.

Un antojo viral

El salto internacional llegó en diciembre de 2023, cuando la creadora de contenido gastronómico Maria Vehera compartió en TikTok un vídeo probando la tableta. La imagen de la barra partiéndose y revelando un relleno verde brillante, acompañada de un crujido inconfundible, conquistó a millones de usuarios.

El clip acumula más de 122 millones de visualizaciones y desencadenó una ola de imitaciones en TikTok e Instagram, donde el atractivo visual y sonoro encajó perfectamente con las tendencias de contenido tipo ASMR.

@mariavehera257

@fixdessertchocolatier ¡GUAU, SÓLO GUAU! ¡No puedo explicar lo buenos que son! Cuando un chocolate, un postre y una obra de arte se encuentran, ¡esto es lo que obtienes! 🍫"No puedo sacar a Knafeh de eso","Mind Your Own Busicoff" y "Crazy Over Caramel".Pida en Instagram Chatfood o Deliveroo y avíseme cuál es su ARREGLO.Instagram: fixdessertchocolatier#asmr #foodsounds #dubai #dubaidessert

♬ оригинальный звук - Mariavehera

Un estudio académico de 2024 identificó diversos factores claves para explicar su éxito, como su sabor original, su atractivo visual e instagrameable, la influencia de creadores digitales, el poder de las redes sociales o la percepción de exclusividad por su producción limitada y su difícil acceso.

La tableta original de Fix Dessert Chocolatier cuesta unos 20 dólares (18 euros) y sólo puede comprarse en Dubái a través de Deliveroo, en horarios limitados a las 14:00 y 17:00 horas. La estrategia de escasez ha generado un aura aspiracional que refuerza su carácter de artículo de lujo.

Llegada a España

La demanda internacional ha impulsado a grandes marcas y pastelerías a ofrecer alternativas en el mercado español. Es el caso de supermercados como Lidl (con tabletas que rondan los 4 o 5 euros) Carrefour (unos 8 euros), El Corte Inglés (10 euros las de la marca Lindt) o PrimaPrix (también unos 8 euros).

Además, pastelerías especializadas como Sham en Madrid elaboran versiones artesanales, con precios que oscilan entre los 14 euros y los 38 euros, disponibles en sus locales de Bravo Murillo, Menéndez Pelayo y Antonio Calvo.

Más que un postre

El chocolate Dubái no sólo representa un dulce exitoso, sino también un ejemplo de cómo la digitalización puede transformar una creación personal en un fenómeno de deseo global.

Además, su popularidad ha inspirado a reposteros de todo el mundo a experimentar con sabores de Oriente Medio en formatos tan diversos como croissants, macarons, donuts o cheesecakes.

Unos trozos de una tableta de chocolate Dubái.

Unos trozos de una tableta de chocolate Dubái. iStock

De hecho, el informe Unpack ’25 de Expedia lo señala como uno de los productos más buscados por viajeros, hasta el punto de motivar desplazamientos a Dubái con el único propósito de degustarlo.

El caso refleja una tendencia más amplia: los consumidores buscan experiencias gastronómicas que estimulen múltiples sentidos.

Según estudios de mercado, un 72% de los clientes valora especialmente los productos con texturas que constrasten, lo que explica la fascinación por la mezcla de crujiente, cremosa y dulce del chocolate Dubái.

Lo que nació como el antojo de una mujer embarazada ha trascendido fronteras y se ha convertido en un símbolo de innovación repostera y en una nueva evidencia del enorme poder que tienen Internet y las redes sociales.

Un color recorre el mundo: el verde del chocolate Dubái y el té matcha (otro ejemplo de obsesión gastronómica actual); un recordatorio de que en la era del capitalismo digital una idea sencilla bien promocionada puede transformarse en tendencia mundial con un solo bocado.