Reportajes gastronómicos

Cuenca: alta gastronomía, cultura y relax a sesenta minutos de la capital

A una hora de Madrid se encuentra Cuenca, una ciudad que tiene tanto que ofrecer que una sola visita basta para enamorar y enganchar para siempre al visitante.

20 julio, 2020 14:58

A tan solo sesenta minutos de Madrid se encuentra una ciudad muchas veces obviada al pensar en un destino turístico, pero que tiene tanto que ofrecer que una sola visita basta para enamorar y enganchar para siempre al visitante.

Cuenca está a menos de una hora en AVE y pocos más de sesenta minutos en coche de Madrid. Allí descubriremos un lugar con menos de doce habitantes por kilómetro cuadrado (con las facilidades que esto supone para las medidas de distancia social en la actual situación del COVID-19), donde se come de lujo, se respira aire puro y se descubren algunos de los yacimientos romanos más importantes del planeta.

Cuenca: un fin de semana de gastronomía, cultura y relax

En esta guía plantearemos la organización de un fin de semana en Cuenca, disfrutando de sus mejores atractivos (aunque solo sean algunos de ellos y el visitante vaya a volver para descubrir lo que no da tiempo).

Dejamos Madrid en AVE el sábado a primera hora para llegar a Cuenca sobre las 11 de la mañana. Desde ahí nos desplazamos hasta el Hotel Convento de Giraldo, un lugar con unas vistas fabulosas de la ciudad, que nos permiten disfrutar tanto de la hoz del Huécar con el puente de San Pablo, como de la catedral. Despertar por la mañana con estas vistas es uno de los mayores atractivos de la ciudad y de este alojamiento.

Desde Convento de Giraldo bajaremos paseando, rodeando y admirando la catedral por fuera, hasta llegar al puente de San Pablo, que cruzaremos desafiando la gravedad y observando las espectaculares casas colgadas de Cuenca al llegar al otro lado del Huécar.

Giramos a la derecha y seguimos nuestro camino por la margen exterior del río hasta llegar a la parte baja de la ciudad, donde descubriremos nuestra primera y estupenda parada gastronómica.

La Ponderosa, catedral del producto

  • Dirección: Calle San Francisco, 20, 16001 Cuenca
  • Teléfono: +34969213214
  • Horario: Lu-Sa 11:30–16:00, 19:30–23:30
  • Precio: 30 €

Con 47 años de vida, La Ponderosa es uno de los restaurantes más antiguos de Cuenca. La única pega que tiene es que no hay mesas con sillas, solo una barra en la que tenemos que apoyarnos para disfrutar de una de las mejores experiencias gastronómicas de la ciudad.

Ángel sigue al mando de La Ponderosa, que fundó en 1973 con su hermano. La fórmula es sencilla: buscar siempre el mejor producto. Desde el zarajo, posiblemente el mejor que haya probado nunca, hasta las gambas rojas de Denia, pasando por los salmonetes de Tarragona, de una calidad sobresaliente, no importa de qué se trate, siempre buscará el mejor.

Hay que dejarse llevar y guiar por Ángel, que nos ofrecerá los mayores manjares. Hasta que las piernas aguanten.

Después de pasar por el hotel a descansar un poco merece la pena entrar a la Catedral de Cuenca, situada a solo un minuto de este. Se trata de un edificio de enorme belleza, cuna de la arquitectura gótica en España. Hay que pasear por su interior contemplando las vidrieras y observando el contraste entre las originales y las modernas llevadas a cabo por los más importantes artistas españoles de los años 60.

Noheda, la joya arqueológica

No se puede hacer una visita completa a Cuenca sin pasar por Noheda, un lugar quizás desconocido para el lector, pero con suma importancia en el mundo arqueológico que ha situado a Cuenca en el mapa como uno de los asentamientos romanos más importantes descubiertos.

Denominado por algunos como “la Pompeya española”, cuenta con un mosaico de 231 metros cuadrados, el segundo más grande descubierto en el mundo y considerado ya mejor en calidad y estado que los de ciudad de la Antigua Roma.

Miguel Ángel Valero narra con pasión las escenas del mosaico figurativo, todas relacionadas con las relaciones de pareja y los celos, una de las tragedias griegas. Es el director de la excavación y el mayor apasionado de este descubrimiento único en el mundo.

La villa romana de Noheda queda a unos 20 minutos en coche de Cuenca, y es totalmente necesario para cualquiera acercarse y conocerlo de primera mano. Es necesario reservar debido a la alta demanda que está sufriendo y se puede hacer desde su página web

Recreo Peral, una cena junto al río

  • Dirección: Paseo del Júcar, 27, 16002 Cuenca
  • Teléfono: +34969224643
  • Horario: Lu-Do: 12:30–17:00, 20:00–1:00
  • Precio: Menú ejecutivo, 25€+IVA; carta 50-60 €

Después de un intenso día en Cuenca y de la visita a Noheda, es necesario sentarse, refrescarse y comer bien. Qué mejor que hacerlo en Recreo Peral, un restaurante mítico de Cuenca situado en la ribera del Júcar.

Aquí la tarde cae y el agua refresca el ambiente en los días más calurosos, llegando incluso a necesitar algo de abrigo incluso en los meses de verano. Un oasis para relajarse y disfrutar de su buena gastronomía.

Su dueño y chef, Nacho Villanueva, ofrece en Recreo Peral una variada y rica cocina basada en los productos y platos típicos de la zona, siempre usando los mejores ingredientes y respetando la tradición.

Son increíbles los zarajos, las croquetas de jamón, las ensaladas con productos de su huerta y los pescados y carnes a la brasa. No hay que perderse una novedad, la chuleta de oveja machorra, totalmente diferente a cualquier cosa que podéis imaginar.

Tras un intenso día disfrutando de Cuenca volvemos al hotel a descansar.

Museo de Arte Abstracto Español, cuando lo increíble se hace real

Parece imposible imaginar la Cuenca de los años 60, en la que Geraldine Chaplin, José Luis López Vázquez, Gustavo Torner o Antonio Saura se paseaban por sus calles. Esto fue posible gracias a Fernando Zóbel, que en su búsqueda de un lugar por España para albergar su colección de arte abstracto da con las casas colgadas de Cuenca, donde se establece e inaugura el que hoy conocemos como museo de arte abstracto español.

El museo, una obre de arte en sí mismo que se encuentra dentro de las famosas casas colgadas de Cuenca, cuenca con una maravillosa colección de arte contemporáneo de los años 60, 70 y 80, y ha sido denominado por algunos expertos como el mejor del mundo en su ámbito.

Pasear por el interior de este museo y encontrarse con obras de Chillida tras una esquina, cuadros de Saura en un recoveco o las minimalistas y elegantes creaciones de Zóbel en sus amplias estancias es dejar volar la imaginación y la creatividad en un ejercicio de aprendizaje y comprensión de un estilo artístico a veces ensalzado y otras denostado.

Este museo se convierte así en lo que posiblemente sea una de las mejores escuelas para entender (o al menos aprender) el arte abstracto. Una visita necesaria y obligatoria en Cuenca.

Trivio, la alta gastronomía que cuida de ti

  • Dirección: Calle Colón, 25, 16002 Cuenca
  • Teléfono: +34969030593
  • Horario: Ma-Sa: 13:30–16:00, 20:30–23:00; Do: 13:30-16:00
  • Precio: Menús degustación con maridaje desde 56,50 hasta 105 €

Jesús Segura es uno de los mejores chefs de España, al menos por su entendimiento de la cocina y cómo lleva esto a la mesa. En Trivio lo ha demostrado.

En Trivio encontramos dos vertientes que nos ayudan a descubrir un tipo de cocina que puede ser desconocida para muchos. Por un lado, tenemos la apuesta por los productores locales, el producto de cercanía y lo que los alrededores de la zona ofrecen. El famoso kilómetro cero se lleva a rajatabla en Trivio, y esto nos ayuda a entender mejor Cuenca, tanto su gastronomía como su entorno.

Y por otro lado tenemos la pasión de Jesús, los fermentados y la unión y relación que existe entre lo que comemos y lo que somos. Si comiese todos los días en Trivio estaría mucho más sano, después de vivirlo en mis carnes no me queda ninguna duda, y es que cada elemento y cada preparación están pensadas para que sienten lo mejor posible al comensal. Incluso los tiempos están medidos pensando en ello.

Todo esto disfrutando de unos platos de altísimo nivel, tanto desde el punto de vista técnico como del gusto. Trivio es el restaurante perfecto para finalizar una visita a Cuenca, un lugar único a un paso de Madrid.