En España, aunque seguro que típicos, no tenían una fama de tan reconocido prestigio (como pasa al otro lado del charco), pero seguramente que sirvieran de vía de escape para aquellos que no tenían mucha maña en el noble arte de cuajar tortillas francesas. El parecido no es casual, pues de igual forma que estas sirven de cajón de sastre para cualquier alimento que tengamos olvidado en el fondo de la nevera (15 ideas de tortilla francesa para la cena del sábado), los revueltos de huevo son tan variables como imaginación tenga el cocinero que los prepara.

Son fácilmente adaptables a la temporada y, bien hechos, con un par de trucos, se convertirán en un plato digno de la guía Michelín. Por ejemplo, se me ocurre pensar en la sencillez de los huevos revueltos a la mexicana o también en un revuelto de setas y frutos del mar, o simplemente de calabacín para una cena ligera, o también un revuelto de tirabeques, cebolla caramelizada y lomo

No es ninguna tontería, pues sea cual fuere el ingrediente a utilizar, por lo general, constituyen un alimento saciante, nutritivo y bien equilibrado. A poder ser que todo lo que se le añada sea natural para conseguir la alimentación más saludable posible. De champiñones, con un pequeño toque de perejil, con el inconfundible toque ibérico de jamón o, como en el caso, con las verduras más típicas de la primavera, cocinar unos buenos huevos revueltos nunca antes había sido tan fácil, tan colorido y tan delicioso.

¿El truco del almendruco? Añadir una cucharada de queso crema que, como su nombre indica, le aportará mucha cremosidad y cocinarse en una sartén antiadherente con el fuego al mínimo y sin parar de remover. Es importante que el fuego esté siempre bajo para que se quede el revuelto híper jugoso, incluso podríamos cocinarlo a baño María para que la cocción sea más delicada y sedosa. Os ayudará mucho utilizar una espátula de silicona para ello porque así vuestro revuelto de verduras de primavera será más manejable.

Los huevos revueltos son una de esas recetas salvavidas que sirven para cualquier momento y en cualquier época del año. Icono de los desayunos de los domingos por excelencia, lo mismo sirven para sorprender a nuestra pareja con un almuerzo digno de los dioses o para solucionarnos una cena rápida en la que no tenemos muchas ganas de cocinar.

Cómo hacer un revuelto de verduras

Ingredientes

  • Huevos camperos, 2 ud
  • Yema de huevo campero, 1 ud
  • Guisantes frescos pelados, un puñadito
  • Ajetes, 2 ud
  • Judías verdes, 6 ud
  • Aguacate, 1/2 ud
  • Mantequilla, 2 cucharaditas
  • Queso crema, 1/2 cucharada
  • Sal y pimienta negra recién molida, c/s

Paso 1

Lo primero que hay que hacer es picar los ajetes y separar los guisantes de las vainas. Esto es una tarea que requiere paciencia, también los podéis comprar desvainados en algunas fruterías o utilizar buen guisante congelado, siempre mejor que en conserva. Quitar las puntas a las judías verdes, pelar los laterales para quitar las posibles durezas que pudiera tener y cortar en diagonal.

Paso 2

paso 2

En la misma sartén que utilizaremos para cuajar los huevos, agregar la cucharada de mantequilla y añadir las verduras junto con un pellizco de sal. Cocinar un par de minutos hasta que se ablanden, pero que siempre queden en su punto.

Paso 3

Mientras las verduras se cocinan, cuajar los huevos e incorporar la cucharada de queso crema. Batir con unas varillas hasta que el huevo y el queso se integren por completo, pero sin pasarse para que no entre aire.

Paso 4

Cuando las verduras estén listas, agregarlas directamente a la mezcla de queso y huevo. Poner a punto de sal y pimienta negra. Encender el fuego al mínimo y empezar a remover con una espátula hasta que se vaya cuajando y obtenga la textura cremosa deseada.

Paso 5

Cortar un aguacate en finas láminas, agregar un poco de zumo de limón para que no se oxide y reposar, cuidadosamente sobre ello, nuestros excelentes huevos revueltos.