Puede parecer que es un guiso de carne pero en realidad estas berenjenas guisadas con ras el hanout son una receta 100% vegetal perfecta para cualquier momento tanto ahora en verano como en invierno. Quizás ahora en verano, que además están en plena temporada en España, sea la excusa perfecta para parecer que comemos un guiso contundente sin la necesidad del peso de la carne.

Ingredientes

  • Berenjenas, 4 u
  • Dientes de ajo, 2 u
  • Cebolla roja, 2 u
  • Apio, 1 trozo de 4 cm
  • Aceite de oliva, 4 cucharadas
  • Vino tinto, 150 ml
  • Ras el hanout, 2 cucharaditas
  • Harina, 4 cucharadas
  • Caldo de verdura, 300ml
  • Concentrado de tomate, 1 cucharada
  • Cilantro fresco en hojas, 4 ramas
  • Sal, c/s
  • Quinoa cocida, 300 g
  • Miel, 1 cucharada

La mezcla de especias ras el hanout, que nos da un toque tremendamente aromático en el plato,  es la combinación resultante de pimienta negra, comino, cardamomo, jengibre, nuez moscada y canela aunque cada elaborador añade las que a él le gustan por lo que hay tantos "ras el hanout" como mezcladores de especias y por supuesto podemos hacer nosotros mismos en casa la combinación. 

Propiedades y valor nutricional de las berenjenas

La berenjena es originaria de la India donde se conoce desde hace más de 1.200 años, su nombre procede del vocablo persa badindjan, que luego pasó al árabe al bãdhinjãn. Su llegada a Europa tuvo lugar a través de la Península Ibérica con la llegada de los árabes.

Según la Fundación Española de la Nutrición, "su valor energético y nutritivo es pequeño comparado con el de otras verduras y hortalizas, siendo el componente mayoritario en su peso el agua. Es de contenido fibroso medio, pero más localizado en piel y semillas.

La piel de la berenjena contiene una antocianina, la nasunina, con acción antioxidante.

Además, la berenjena contiene cierta cantidad de un alcaloide tóxico llamado

solanina, que aparece mucho más en las partes verdes de la planta y en los frutos poco maduros. La solanina desaparece con el calor, de modo que una berenjena madura bien preparada y cocinada no supone el más mínimo riesgo".

Cómo hacer berenjenas guisadas con ras el hanout

Lo bueno de las berenjenas para estos guisos es que nos permiten conservar una textura de mordida, sin deshacerse, dentro del estofado y que las podemos preparar casi como si de un guiso de carne normal se tratase. De acompañamiento podríamos ponerle cuscús para ya convertirlo casi en un tajín pero en esta ocasión la elección ha sido quinoa, simplemente cocida en agua con sal. 

Este mismo estofado de berenjena se puede hacer añadiendo carne de pollo, de pavo, de cordero, de jabalí, de ternera o de lo que a cada uno le apetezca. Para ello sólo tendremos que añadir la carne al principio del guiso pasada por harina, con la olla limpia y sólo aceite, retirarla entonces, hacer el sofrito y cuando ya tengamos el sofrito a punto volver a incorporarla y ya mojarla con el caldo de verduras o pollo o carne y con el vino tinto y dejar cocinar. Se podría usar la olla rápida para ahorrar tiempos en carnes como la ternera o el jabalí que son más recias. 

Paso 1

Lo primero que tendremos que hacer será lavar bien las berenjenas y cortarlas, con piel incluida, en cuadrados grandes de unos 1,5x1,5 cm, los pondremos en un colador y espolvorearemos con sal dejándolos "sudar" durante media hora. 

Paso 2

Mientras la berenjena suda, podemos arrancar el sofrito del guiso para lo cual tendremos que picar el ajo muy pequeño y también la cebolla, en brunoise (cuadraditos) lo más pequeño posible. Con esas dos cosas bien picadas las pondremos en la olla con el aceite y un poco de sal, a fuego medio, para que se vayan cocinando, se pueden dorar ligeramente pero no más, queremos que se pochen. Incorporar pasados unos minutos también el apio troceado. 

Paso 3

Pasamos los dados de berenjena por la harina y los devolvemos al colador, para retirar cualquier exceso de harina que haya quedado y que no se formen grumos. 

Paso 4

Añadir las berenjenas a la olla y saltear bien, para que se doren ligeramente y entonces incorporar las especias y el concentrado de tomate. Dejar que se tuesten ligeramente, con cuidado de que no se quemen y entonces incorporar el vino tinto, a fuego fuerte, para que evapore durante 1 minuto. 

Paso 5

Por último cubrir con el caldo de verduras y dejar que se cocine todo junto durante aproximadamente 20 minutos, hasta que las berenjenas estén tiernas pero con mordida y que la salsa haya reducido lo suficiente. Podremos retirar parte del guiso, un par de cucharadas, y triturarlo para que se integre con todo lo demás y espese la salsa aunque la harina debería haber hecho su efecto y haberlo ligado todo. 

Paso 6

Por último sólo quedará poner nuestras berenjenas guisadas a punto de sal, añadir la miel y servir al lado de la quinoa cocida y por encima terminar con un poco de cilantro o perejil fresco picados, al gusto del comensal. 

Cómo cocinar quinoa

El proceso de preparación de quinoa es realmente sencillo, y muy parecido al del arroz, así que si hemos cocido alguna vez arroz no va a ser nada difícil.

Paso 1

Lo primero que tenemos que hacer es conseguir un colador de agujero muy fino para limpiar bien la quinoa. Digo que el colador sea fino porque la quinoa es muy pequeña, y por un colador normal se escapará. La limpieza de la quinoa nos llevará unos 5 minutos y se hace porque de lo contrario quedará con un sabor amargo algo desagradable, así que es imprescindible seguir este paso, aunque existen marcas que venden la quinoa ya lavada.

Paso 2

A continuación secaremos bien la quinoa y tostaremos al fuego 7/10 con un poco de aceite de oliva virgen extra durante unos 2-3 minutos, hasta que coja un ligero color tostado y notemos que está desprendiendo sus aromas.

Paso 3

Añadimos dos partes de agua por cada parte de quinoa que tengamos lavada, llevamos al punto de ebullición y bajamos hasta tener el fuego a la mínima potencia que mantenga un hervor ligero. Estará de 10 a 15 minutos, hasta que haya doblado su volumen y consumido todo el agua que había.

Paso 4

Y ya tenemos preparada la quinoa. Ahora podemos usarla como el arroz, agregarla a un salteado, comerla sola, con salsa de soja, de acompañamiento para el pollo o como más nos apetezca, las posibilidades de la quinoa son enormes.