Corregidme si me equivoco, pero creo que una de las primeras cosas que aprendemos a dominar en la cocina es la elaboración de  tortillas. Primero te atreves con la básica: la tortilla francesa. Una vez tienes la técnica controlada te lanzas y te las haces de atún, de chorizo, de queso… Sin embargo la tortilla de patata es otro cantar, y requiere trabajo y en ocasiones experiencia.

La tortilla que yo os traigo está más elaborada que la francesa con chorizo pero es más rápida y sencilla de preparar que la tortilla de patata. Lo único que os hará falta es una buena sartén antiadherente.

 

Preparación

Picamos la cebolla y partimos el pimiento en trozos grandes y el tomate en 8 gajos. Rallamos la patata muy fina utilizando un rallador de queso.

Echamos bastante aceite en una sartén antiadherente y freímos la cebolla.

Antes de que empiece a dorarse añadimos la patata y la freímos hasta que esté hecha. Tened cuidado porque la patata rallada se pega con mucha facilidad.

Batimos los huevos en un bol, añadimos sal y echamos la patata, la cebolla y si queremos unas hojas de cebollino picadas.

Con un poco de aceite en la sartén, echamos el pimiento y lo salteamos. Por último, bajamos el fuego al mínimo y vertemos por encima del pimiento la mezcla de huevo, cebolla y patata, ponemos los trozos de tomate por encima y lo tapamos durante un par de minutos. Vamos vigilando y retiramos cuando veamos que la parte de arriba está hecha.

Consejo: Es importante vigilar que la parte de abajo no se os queme. Si veis que se está haciendo muy rapido, o si vuestra sartén no es muy buena, es preferible darle la vuelta o cocinarlo como una tortilla normal.

 

Resultado

Como veis es una forma muy fácil de hacer una tortilla diferente, que gustará a todos. El cebollino, aunque no es imprescindible, le da un toque muy especial, así que os recomiendo que lo probéis con él.

Tiempo: 10 minutos

Dificultad: 2/5

Digestión: 3/5

Precio: 2€

 

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