Hoy os traemos una sopa super sana que incluye gran cantidad de verduras y proteínas. En mi opinión es una sopa perfecta como cena, ya que se prepara en unos minutos y, además de poder utilizarla como parte de una dieta equilibrada, no nos quedaremos con hambre sino todo lo contrario.

Esta vez he utilizado huevo y noodles (fideos japoneses), pero eso depende de cada uno, así que si preferís que sea una sopa 100% vegetariana podéis prescindir del huevo y si queréis que sea más baja en carbohidratos podéis eliminar los noodles sin problema.

Al mismo tiempo, algunas de las verduras son intercambiables por otras que tengáis por casa, así que os indico en los ingredientes algunas opciones pero siempre podéis usar en su lugar lo que tengáis por la nevera.

Preparación de sopa vegetariana de tofu

En una olla echamos un poco de aceite y la cebolla cortada en cuadraditos. Con el fuego medio, vamos removiendo de vez en cuando y cuando la cebolla empiece a ponerse transparente echamos los tomates rallados. Vamos removiendo para que no se peguen al fondo mientras se fríen durante unos 3 ó 4 minutos.

Añadimos el caldo de verduras y mezclamos bien todo. Subimos el fuego y cuando empiece a hervir añadimos todas las verduras excepto los brotes de soja. Las hojas de espinaca, acelga, etc, deben ir cortadas en tiras. Bajamos el fuego a medio-bajo (queremos que quede burbujeando muy despacito) y tapamos la olla. Después de cinco minutos añadimos el tofu, los noodles y los brotes de soja.

Cinco minutos más tarde añadimos los huevos abriéndolos y dejandolos caer sobre la superficie con mucho cuidado. No os preocupéis si se hunden. Dejadlos un par de minutos y luego tratad de “pescarlos” con una cuchara con cuidado de no romperlos para ver si están hechos. Cuando la clara esté hecha y la yema tenga una capa ligeramente opaca por encima pero esté aún liquida por dentro, están ya listos.

En este punto yo suelo separar las yemas de los huevos a un recipiente aparte para que no se sigan cocinando mientras sirvo la comida, y para poder colocarlos luego en la parte de arriba del plato como elemento decorativo.

La sopa en este punto habrá quedado un poco sosa, por lo que añadiremos una buena cantidad de salsa de soja hasta que quede a nuestro gusto.

Por último, servimos en boles, colocamos una yema de huevo en cada plato y le damos un toque de pimienta negra molida por encima. Tendremos que serviro con cuchara para la sopa pero también con palillos chinos (o tenedor) para los noodles.

Resultado

Esta sopa está buenísima. Al romper el huevo la yema se mezcla con la sopa de tomate y verduras y queda un caldo delicioso.

Aguanta muy bien hasta el día siguiente en la nevera, así que podéis llevarla al trabajo y recalentar en el microondas (en este caso no llevéis yemas de huevo ya que se quedarían duras o explotarían en el microondas).

Es sin duda una opción muy sana para incluír fibra y vitaminas en nuestra dieta.