Un plato de gazpacho

Un plato de gazpacho VadimZakirov iStock

Saludables

Ni pelar el pepino ni ponerle hielo: el sencillo truco para que el gazpacho no repita y sea muy refrescante

Es la receta ligera y cargada de vitaminas que no puede faltar ningún verano.

Más información: El truco de Martín Berasategui para que el gazpacho andaluz tenga más sabor y siente mejor

Publicada
Actualizada

0 votos

A veces, al gazpacho lo carga el diablo y, pese a habernos lavado los dientes después de comer, nos acompaña durante horas un desagradable regusto a pepino crudo o a ajo.

Por eso, son muchas las personas que rechazan tomar este plato tan popular de la cocina española por miedo a una digestión incómoda, pero no hay que acabar comiendo tomate triturado con pan y aceite para evitar estas molestias.

Cuando lo consumen crudo, a mucha gente le repite el pepino y la culpa la tienen las cucurbitacinas, unos compuestos amargos y difíciles de digerir que se encuentran en la piel, en los extremos y en la sustancia blanquecina que rodea a las semillas.

¿Qué hacer para que no repita el pepino del gazpacho?

Por esta razón, un truco muy popular es pelar el pepino que, si bien, puede hacer que el gazpacho se digiera mejor, podría no ser suficiente ya que no es en la piel donde más se concentran estas sustancias.

Existe una expresión en España, bastante soez, que nombra al lugar "por donde amargan los pepinos", en una clara alusión a que son los extremos, especialmente el posterior, donde más se encuentran las cucurbitacinas.

Los pepinos más viejos, más blandos o con zonas amarillentas también resultan más amargos y, por lo tanto, se deben evitar a la hora de preparar un gazpacho. Los pepinos nuevos de carne firme y dura al tacto serán una mejor elección.

Asimismo, el pepino holandés es la variedad más recomendable y la que mejor se aprovecha si optamos por retirar, además de la piel, las puntas y las semillas, pues es la que menos tiene.

Pero existen otras maneras de evitar que el pepino repita, sin tener que pelarlo ni retirar las semillas y consiste en sumergirlo, una vez troceado, en agua con vinagre y sal y dejarlo durante unas horas en la nevera.

Otra opción, y esta es mi favorita, es utilizar pepinos encurtidos por nosotros mismos. No solo resultan deliciosos para preparar gazpachos, sino que son un magnífico recurso para tenerlo siempre en la nevera durante el verano.

Y, para los que no quieran complicarse la vida con encurtidos, recordaremos que en su receta de gazpacho vasco, el chef Martín Berasategui, utiliza pepinillos en vez de pepino fresco y sería otra opción a tener en cuenta.

Y para que no repita el ajo del gazpacho...

El sabor del ajo forma parte de la esencia del gazpacho, pero también puede causar una digestión pesada si no se trata bien. Para muchas personas será suficiente con retirar el germen.

Pero si eso no basta para prevenir el malestar, puede optarse por utilizar ajo asado en vez de crudo.

Basta con cortar la parte superior de una cabeza de ajos, envolverla en papel de aluminio y asarla en la freidora de aire hasta que los ajos estén muy tiernos. Estos ajos asados se hacen puré, se cubren de aceite y se guardan en la nevera.

Receta de gazpacho que no repite

Ingredientes

  • Tomates maduros tipo pera, 800 g
  • Pimiento verde italiano, 100 g
  • Pepinillos en vinagre, 100 g
  • Miga de pan, 50 g
  • Aceite de oliva virgen extra, 4 cucharadas
  • Ajos asados, 15 g
  • Vinagre de Jerez, al gusto
  • Sal, al gusto

Paso 1

Lavamos bien los tomates y el pimiento. Cortamos los tomates en cuartos y retiramos la parte dura del pedúnculo. Troceamos el pimiento y eliminamos las semillas.

Paso 2

Cortamos los pepinillos en rodajas y los añadimos a los tomates y el pimiento. Los pepinillos aportarán acidez, por lo que necesitaremos menos vinagre.

Paso 3

Cortamos el pan en trozos pequeños y lo remojamos en el agua fría durante unos minutos, hasta que esté completamente hidratado.

Paso 4

En un vaso de batidora o en un robot de cocina, ponemos el pimiento, los pepinillos, el pan escurrido y los ajos asados. Trituramos todo a máxima potencia durante al menos 2 minutos, hasta obtener una textura fina y homogénea.

Paso 5

Incorporamos el aceite de oliva en hilo fino mientras seguimos triturando, para que emulsione y el gazpacho adquiera una textura más cremosa. Añadimos sal al gusto.

Paso 6

Probamos y rectificamos de sal o vinagre si es necesario. Si deseamos una textura más fina, podemos pasar el gazpacho por un colador o chino.

Paso 7

Dejamos enfriar el gazpacho en la nevera al menos 3 horas antes de servir. Cuanto más repose, más rico va a estar. Es mejor enfriar en nevera que añadir hielo que lo dejará aguado.