Por si alguna vez os habéis preguntado por qué la tarta de galletas y mantequilla nunca os sale tan rica como la de la abuela, hoy en cocinillas os traemos la respuesta.

Y ¿por qué es  la tarta de galletas tan famosa, a pesar de su simpleza? Pues porque la tarta de la abuela arrasa allá por donde pasa. La tarta de la abuela vale para cumpleaños, domingos y cenas de cinco platos. La tarta de galletas de la abuela es LA TARTA.

Evidentemente, cada abuela tiene su propia técnica perfeccionada a base de años de práctica, y serán diferentes a la de la mía.  Eso sí tengo que decir que ésta tarta es digna de alabanzas. Para los más curiosos, la receta se la enseñaron a mi tía en una clase de cocina de la Sección Femenina (ahí lo llevas) y mi abuela siempre cogía el libro para fijarse y luego la hacía de forma totalmente diferente porque decía que “así no salía”.

Tartabuela

Preparación

Separamos las yemas de las claras poniendo las yemas sobre la palma de la mano y dejando que escurran las claras entre los dedos en un bol que tendremos preparado debajo.

Montamos las claras usando unas varillas o un tenedor, hasta que queden consistentes y mantengan la forma. Echamos la mitad del azúcar y lo mezclamos muy despacio para que la clara montada no se corte.

Mezclamos la mantequilla con el resto del azúcar y las yemas. Cuando esté bien mezclado, añadimos una buena cucharada de la clara montada y lo vamos mezclando muy muy lentamente para evitar se corte. Repetimos este último paso hasta que hayamos añadido todo la clara.

Mojamos un par de veces cada galleta en un bol o plato con leche. Y las vamos colocando en la bandeja del revés para que absorban mejor la leche. Una vez colocadas, echamos más leche por encima de las galletas con una cuchara para que queden bien blanditas. Si se sale por abajo la leche no os preocupéis porque luego las galletas chupan el líquido que haya sobrado.

Cubrimos la primera capa con la mezcla de mantequilla (con un cuchillo es lo más fácil) y vamos poniendo las siguientes hasta tener 4 ó 5 capas. Entonces cubrimos con el resto de la mantequilla por encima y por los lados.

Por último, decoramos por encima con chocolate rallado (yo he utilizado un rallador de queso) y almendras también ralladas, y los bordes con almendras enteras y trozos de chocolate. Dejamos reposar en la nevera para que coja consistencia.

Resultado

Está de miedo.

Una única advertencia: Al llevar huevo crudo debe guardarse inmediatamente en la nevera y consumirse en las siguientes 24 horas.

Tiempo: 1 hora de elaboración y mínimo 2 horas de reposo

Dificultad: 3/5

Digestión: 3/5

Precio: 4€

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