Durante la Semana Santa he tenido la suerte de disfrutar de unas (cortas) vacaciones, que he aprovechado para llevarme a la familia a Saint-Jean de Luz, en el País Vasco francés. Nos ha hecho un tiempo estupendo, paseos y piscina, y alguna excursión corta a los pueblecitos de los alrededores.

La primera noche, al ser domingo y no haber hecho compra, cenamos en un restaurante en la playa, donde nos pusieron unas “sartenadas” de pescado y marisco que estaban espectaculares. El plato consiste en varias piezas de pescado y marisco en una salsa roja suave, y servido en una sartén con patatas asadas con piel.

Inmediatamente pensé, “esto lo puedo hacer yo”. Así que, sin acceso a Internet para mirar la receta, y después de una visita a la “poissonnerie” del mercado del pueblo, me puse manos a la obra. El reto era usar la cutre-cocina del apartamento (dos placas eléctricas y poco “instrumental”). Aquí la clave está en la materia prima. En el mercado conseguí una pieza de merluza que se podría comer cruda, de lo buena, fresca, y tierna que estaba.

Sartenada con mar Cantábrico al fondo

Preparación

Lo primero que hacemos es preparar un caldo básico. Me hubiera gustado hacer algo más “sustancioso”, pero me tuve que conformar con usar puerro, pimiento, cebolla, algunos recortes de pescado, y las cabezas de unos langostinos que iban a caer por la noche.

Un truco, para optimizar y ensuciar menos cacharros (no había lavavajillas), es poner a cocer las patatas en el mismo cazo donde se hace el caldo. Las patatas se cuecen igual, y encima cogen algo de saborcillo que les va muy bien.

En paralelo, en una sartén con un poco de aceite, doré las piezas de pescado. Esta receta admite casi cualquier pescado, pero claramente la merluza es la reina. Una vez dorado el pescado, en el mismo aceite hice las dos cigalas. Apartamos todo una vez hecho.

En la sartén donde se ha hecho el pescado y las cigalas, echamos parte del caldo (un vaso normal) y unos 100 gr. de pimientos de Piquillo. Lo dejamos hervir unos 2 o 3 minutos. A continuación quité la sartén del fuego, dejé que se enfriase un poco, y metí la batidora para homogeneizar la salsa, asegurándonos de que los pimientos se deshacen bien. Para terminar de preparar la salsa, echamos 2 cucharadas soperas de “creme fraiche” (en su defecto una nata espesa vale).

Metemos en la salsa el pescado y las cigalas y lo dejamos a fuego lento unos 5 minutos (depende del punto que se le quiera dar al pescado).

En otra sartén echamos un poco (muy poco) de aceite, y doramos las patatas previamente cocidas, cortadas en dos mitades. Aquí usé un aceite de oliva aromatizado con albahaca que le dió tanto al pescado como a las patatas un toque riquísimo.

Para terminar, en la misma sartén del pescado, ponemos las patatas por encima (la cara lisa hacia arriba), con un poquito de “creme fraiche” para decorar.

Resultado

No se si la receta será la misma que la del restaurante donde lo probamos el día anterior, pero la calidad del pescado era mejor, la salsa muy suave y sabrosa, y comer en el jardín con vistas al mar y al acantilado hace que todo sepa mucho más rico.

On egin!

Tiempo: 30 minutos

Dificultad: 3/5

Digestión: 2/5

Precio: mucho, el pescado fresco en Francia es MUY caro

 

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