Pasta y arroz

Lasaña de calabaza y pavo, enciende el horno y triunfa este otoño

La lasaña es una receta perfecta para innovar. Admite casi todos los ingredientes y combinaciones y se puede dejar hecha con antelación. 

28 septiembre, 2022 10:02

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Las lasañas, igual que los canelones, permiten una multitud de rellenos casi infinita. Se puede ser más conservador y tradicional como, por ejemplo, con una lasaña de albóndigas, la típica lasaña de carne tipo boloñesa o una lasaña de verduras, pero también aventurarse a sabores extranjeros o más arriesgados como podría ser una lasaña de cordero y verduras con bechamel de curry, una lasaña de espinacas y mejillones en escabeche o una lasaña de merluza con mejillones y gambones.

De hecho, las lasañas se pueden refinar tanto como se quiera y aquí no se debería olvidar nadie de la lasaña de boloñesa coreana firmada por Dabiz Muñoz en StreetXO o la sutil lasaña de txangurro de Sacha Hormaechea, todo un manjar.

La clave para una lasaña sobresaliente es el relleno, también llamado farsa, y la bechamel que no debe tener grumos y ha de ser cremosa pero lo suficientemente líquida. Hay que llegar a la cocción perfecta para que no resulte tampoco líquida y así se pueda mantener la consistencia del pastel.  

Para esta lasaña de pavo y calabaza, muy propia cuando entre el otoño en todo su esplendor, la gracia está en cocinar una calabaza salteada en mantequilla que luego se utilice parte para el relleno y otra parte para la bechamel. Así la bechamel ya lleva incorporado parte del sabor de la calabaza. 

Se podrá jugar también con las especias, aquí se usa orégano y pimienta negra, pero podría ser genial un toque de ras el hanout, de tomillo, de nuez moscada o de pimienta rosa.

Lasaña de pavo y calabaza

Lasaña de pavo y calabaza Clara Villalón

Ingredientes

Para la bechamel

  • Calabaza, 150 g
  • Mantequilla, 60 g
  • Harina, 50 g
  • Leche entera, 600 ml
  • Sal, c/s
  • Pimienta negra, al gusto
  • Aceite de oliva, 1 cucharada
  • Queso emmental, 100 g
  • Pechuga de pavo, 1 ud
  • Cebolla, 1 ud
  • Mantequilla, 60 g
  • Sal, c/s
  • Calabaza, 350 g
  • Orégano, 1 cucharadita
  • Pimienta negra molida, 2 cucharaditas
  • Pasta para lasaña, 8 láminas
  • Queso fresco tipo cottage, 200 g

Paso 1

Pelar la cebolla y picarla en cuadraditos pequeños. Poner a pochar con la mantequilla, el aceite de oliva y la sal a fuego suave hasta que quede muy tierna.

Paso 2

Mientras tanto, pelar la calabaza y cortarla en cuadraditos. En otra sartén, derretir la mantequilla y cocinar en ella la calabaza troceada con sal y pimienta negra, a fuego medio removiendo constantemente hasta que quede bien tierna.

Paso 3

Picar también la pechuga de pavo finamente. Se podría hacer igualmente con pavo picado de la carnicería o con pollo.

Paso 4

Retirar 3/4 partes de la calabaza y mezclarla con el sofrito de cebolla bien pochada. Añadir también el pavo, sal, orégano y pimienta negra y cocinar a fuego medio hasta que el pavo esté bien hecho. Agregar la mitad del queso cottage, remover muy bien y reservar.

Paso 5

En el resto de calabaza, añadir la harina y cocinar a fuego suave, removiendo constantemente, durante 5 minutos. Agregar entonces la leche entera y cocinar a fuego medio / alto hasta que se forme la bechamel, removiendo sin parar.  Poner a punto de sal y de pimienta si se desea, agregar por último el queso rallado y mezclar bien. Reservar.

Paso 6

Montar la lasaña poniendo una capa de bechamel en la base, encima placas de lasaña previamente remojadas 15 minutos en agua templada y luego la mitad del sofrito del pavo con calabaza. Añadir otro poco de bechamel, capas de pasta, el resto de la farsa, el resto del queso cottage y tapar con la última capa de pasta. Poner el resto de la bechamel por encima.

Paso 7

Llevar al horno, precalentado a 180 - 190 ºC, y cocinar durante unos 20 - 30 minutos. O hasta que esté bien dorada por encima. Dejar reposar 10 minutos antes de servir para que no se desmorone entera, esto será clave para poder repartir bien la lasaña. 

Si no se quiere consumir al momento, se puede guardar en la nevera sin gratinar. Luego habrá que darle 10 minutos adicionales para asegurarnos de que está bien caliente. También se podría congelar y llevar directamente del congelador al horno, agregando en este caso 20 minutos extra.