La abuela Alfonsa en un montaje de El Español iStock
Alfonsa, abuela cocinera, sobre las albóndigas: "Para que salgan más ricas, el truco es machacar 2 ajos y freír el tomate aparte"
Pocas recetas condensan tanto el espíritu de la cocina doméstica como las albóndigas y estas de la abuela Alfonsa no pueden ser más fáciles.
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- Total: 45 min
- Comensales: 4-5
Presentes en casi todas las casas de España, las albóndigas han sido durante generaciones uno de esos platos que servían para "estirar" la carne en cualquier reunión familiar.
La mezcla de carne picada con ingredientes como pan rallado o miga de pan y otros como ajo o cebolla para dar sustancia representan la sencillez de la cocina casera de antaño y su capacidad de adaptarse a cualquier despensa.
Cada casa las ha hecho suyas variando la salsa, el tipo de carne o el acompañamiento. Hay quien las prefiere con tomate, hay quien las prepara con mucha cebolla y azafrán o quien las disfruta más estofadas con verduras.
Y no es extraño tener una receta heredada de alguien que ya no está, pues las albóndigas representan la transmisión culinaria por excelencia. Son un plato que se enseña haciendo, donde cada familia tiene su truco.
Así lo demuestra Alfonsa, una abuela que en su canal de YouTube reivindica la cocina de toda la vida, sin prisas, sin artificios y con la única pretensión de hacer felices a los que más quiere.
Albóndigas de la abuela
Albóndigas de la abuela Alfonsa
En uno de sus primeros vídeos, Alfonsa enseña cómo prepara sus albóndigas con tomate y escucharla como escuchar a cualquier abuela "de su quinta", de las que cocinan con lo que hay a mano.
Por eso, para sus albóndigas hace falta "carne picada, de la que queráis, de ternera, de cerdo, lo mismo da, a gusto del consumidor. Ajo, perejil, pan rallado, huevo y nada más" y lo dice segura de que la receta será un éxito independientemente de la carne elegida.
Para dar sabor a la carne, sí es importante hacer un buen "moje", machacando dos dientes de ajo grandes en el mortero junto con el perejil.
Mezcla esta pasta con la carne picada, añade un par de huevos y, a diferencia de lo que suele ser bastante habitual, Alfonsa no añade miga de pan, sino pan rallado, pero solo la cantidad justa para hacer la masa manejable.
Por otro lado, mientras da forma a las albóndigas y las va friendo en una sartén, aprovecha para freír el tomate en otra sartén, pues la carne solo la añadirá a la salsa casi en el último momento.
Una vez hechas, si no se van a comer en el momento, se pueden pasar a una fuente y guardarlas en la nevera. Luego, cuando sea el momento de servir -según explica-, sólo hay que calentarlas.
En cuanto a las guarniciones, Alfonsa no menciona ninguna, pero el recetario popular ofrece múltiples opciones. Las más habituales son las patatas fritas en dados o bastones o un sencillo arroz blanco, pues ambos se integran fenomenal con la salsa.
También se pueden servir con alguna pasta corta, especialmente en las casas donde hay niños pequeños. En todos los casos, la guarnición cumple la misma función: aprovechar hasta la última gota del tomate frito.
Ingredientes
- Carne picada, 1 kg
- Ajo, 2 dientes
- Perejil, 1/4 manojo
- Pan rallado, cantidad suficiente
- Tomate triturado, 800 g
- Huevo, 2 ud
- Aceite de oliva virgen extra, 1 cucharada (para la salsa)
- Aceite, cantidad suficiente (para freír)
- Sal, al gusto
Paso 1
Machacamos en un mortero los dos ajos grandes junto con el perejil. Se puede añadir una pizca de sal gruesa para facilitar el majado, pero si lo hacemos, hay que tenerlo en cuenta a la hora de salar la carne.
Paso 2
En un recipiente amplio mezclamos la carne picada con la pasta de ajo y perejil, añadimos los huevos batidos y un poco de pan rallado hasta obtener una masa manejable. Sazonamos con sal al gusto.
Paso 3
Amasamos bien con las manos limpias hasta que todos los ingredientes queden perfectamente integrados y formamos las albóndigas de un tamaño ni muy grande ni muy pequeño.
Paso 4
En una sartén aparte, freímos el tomate con una cucharada de aceite de oliva virgen extra y sal al gusto. Lo cocinaremos hasta que se haya evaporado una gran parte de su agua y tengamos una salsa concentrada.
Paso 5
En otra sartén, freímos las albóndigas a fuego medio hasta que estén doradas por fuera.
Paso 6
Una vez fritas, las añadimos a la salsa de tomate y mezclamos. Dejamos que se cocine todo junto unos minutos más para que se integren los sabores.
Paso 7
Servimos las albóndigas en una fuente. Si no se van a comer de inmediato o si sobran, las podemos guardar en la nevera y calentarlas ligeramente en el momento de servir.