Lo sé, me vais a decir que esto de ternera a la jardinera suena a potito de bebé, pero es que lo de ponerle ese apellido a los guisos que llevan un montón de verduritas ya está inventado.

Ingredientes

  • Ternera para guisar sin grasa, 250 g
  • Pimiento verde, 1 pequeño
  • Cebolla, 1 pequeña
  • Ajo, 1 diente
  • Aceite de oliva virgen extra, 1 ½ cucharada
  • Vino blanco, 50 ml
  • Caldo de carne o verduras, 300 ml
  • Zanahorias, 2
  • Guisantes, 3 o 4 cucharadas soperas
  • Tomate, 1 grande
  • Patata, 1 mediana
  • Tomillo, 1 cucharadita
  • Sal
  • Pimienta

Y también sé lo que me vais a decir después de eso… ¡un guiso en verano!, pues sí, porque no todos los guisos son platos contundentes y calóricos con los que necesites una siesta de tres horas después de media ración, también se pueden hacer guisos ligeros y equilibrados que no te hacen sudar la gota gorda y menos aún si, como yo, vives en el norte.

Preparación de la Ternera a la jardinera

Es una receta sencilla que si la hacemos en una cazuela normal nos llevará aproximadamente una hora, pero también podemos hacerla en mucho menos tiempo si utilizamos una olla a presión.

Empezamos por trocear la carne de ternera en trozos de bocado, a mí me gusta hacerlos bien pequeños para que luego queden bien repartidos en el guiso. También troceamos la cebolla, el ajo y el pimiento lo más fino que seamos capaces.

En una cazuela ponemos a calentar el aceite de oliva virgen extra y cuando esté bien caliente añadimos la carne para dorarla y que no suelte agua.

Cuando la superficie de la carne esté dorada, añadimos el ajo, el pimiento y la cebolla, removemos y salpimentamos a gusto. Bajamos un poco el fuego (6/12) y dejamos cocinar hasta que la cebolla esté transparente.

En ese momento subimos otra vez el fuego y añadimos el vino blanco, esperamos a que hierva y que se evapore y aprovechamos ese ratito para pelar el tomate, retirarle las semillas y trocearlo muy fino.

Cuando se haya consumido el vino blanco, añadimos el tomate y una pizca de sal. Lo dejamos sofreír durante unos 5 minutos a fuego medio removiendo de vez en cuando.

Añadimos el tomillo y el caldo -que yo le he puesto agua y una pastilla casera de caldo de carne-, esperamos a que rompa a hervir y añadimos las zanahorias peladas y cortadas en rodajas no excesivamente gruesas. Tapamos la cacerola, bajamos el fuego al mínimo y dejamos cocer unos 25 minutos.

Aprovechamos para pelar y cortar la patata en dados de tamaño similar a los trozos de zanahoria y de carne, los añadimos a la olla y volvemos a tapar. Dejamos cocinar otros 20 minutos a fuego mínimo. Así es mucho más saludable, pero si lo preferís podéis freír la patata en dados y añadirla al final.

Pasados los 20 minutos comprobamos que la carne y las patatas estén tiernas, añadimos los guisantes, subimos a fuego medio-alto para que se reduzca el caldo y lo dejamos unos 5 minutos destapado hasta que nuestra ternera a la jardinera tenga el aspecto que veis en la foto de la derecha. Si queréis que el caldo reducido quede más espeso se pueden chafar algunos trocitos de patata para hacerlo.

Resultado

Como en todas las recetas así de sencillas, en la ternera a la jardinera la clave del éxito es un buen producto, especialmente una carne rica y una patata de calidad que absorba bien el sabor del guiso, que suelte parte de su almidón para darle esa textura aterciopelada al caldo pero que se mantenga entera durante la cocción, para eso la Kennebec que tenemos aquí en Galicia es única, pero si no tenéis a mano esa variedad siempre podéis tirar de alguna otra que sea buena para cocer.