Aperitivos y entrantes

Tarta salada de manzana, queso y patata, un aperitivo con el que siempre triunfas

Los pasteles y tartas salados son perfectos para dejar hechos con antelación y no preocuparse por nada. La combinación de la patata con la manzana y el queso es siempre un acierto.

28 noviembre, 2022 14:06

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Las tartas saladas son tan fantásticas como las dulces. Son perfectas para empezar una comida, para poner en una mesa grande cuando hay invitados o alguna celebración, pero también para llevar al campo en una jornada de caminata. Casi siempre, cuando hablamos de tarta salada pensamos rápidamente en una quiche, una preparación de origen francés que incluye nata y huevo en la mezcla. Ejemplos de ellas podrían ser una quiche de calabaza y queso azul, una quiche de brócoli, jamón y queso, la mítica quiche Lorraine o una quiche de guisantes y salchicha. La base siempre parte de una masa quebrada y encima el relleno puede ir a gusto de cada uno, o de lo que se tenga en la nevera.

En este caso, el relleno cambia de lo que normalmente es una quiche para contener dentro un sofrito de mucha cebolla y manzana, que le dará un toque dulce al total además de su textura. Es conveniente añadir una buena cantidad de pimienta negra y poner a tono con la sal para que sea un plato verdaderamente salado. Aunque esto se fomentará aún más con el toque del queso azul que se añade en trocitos salteados por la tarta, para encontrarlo en algún bocado. Por encima, se termina con unas láminas de patata muy finas que se doran en el horno para rematar el conjunto.

Y sí, es necesario añadir una buena cantidad de queso gouda rallado, generosa, para que se mezcle con la manzana y la cebolla. Obviamente, la manzana podría sustituirse por otro vegetal como la calabaza, judías verdes o setas ahora en temporada. ¡Queda fenomenal! Y el queso azul podría cambiarse también por algún otro queso, siempre algo potente de sabor como un camembert o un brie. También podría sustituirse por unos daditos de butifarra, algo de chorizo o unas migas de bacalao.

Esta tarta no se conserva bien en la nevera, lo mejor es disfrutarla el mismo día que se hornea y a temperatura ambiente para que el queso aún esté cremoso. Sin duda alguna, caliente es como mejor está.

Tarta salada de patata, queso y manzana

Ingredientes

  • Masa quebrada, 1 ud
  • Cebolla blanca, 1 ud
  • Cebolla roja, 1/2 ud
  • Sal, c/s
  • Pimienta negra molida, c/s
  • Aceite de oliva virgen extra, 4 cucharadas
  • Manzana Golden, 3 ud
  • Patata mediana, 1 ud
  • Queso gouda rallado, 150 g
  • Queso azul, 30 g

Paso 1

Precalentar el horno a 170 ºC. Colocar la masa quebrada en un molde de 20 cm ajustándola lo mejor posible. Recortar los bordes para que queden iguales y colocar una buena capa de garbanzos encima para que sostengan la masa a la hora de hornear. Introducir en el horno durante 15 minutos. Sacar y dejar enfriar completamente. Entonces, descartar los garbanzos.

Paso 2

Mientras se hornea la masa, pelar las cebollas y picarlas finamente. Ponerlas a pochar en una sartén honda u olla baja con el aceite de oliva y la sal, a fuego suave removiendo constantemente para que quede traslúcida pero no muy dorada

Paso 3

Pelar las manzanas, quitar el corazón y picarlas en cuadraditos pequeños. Añadir la manzana al sofrito, incorporar pimienta negra y un poco más de sal y condimentar al gusto. Se podría añadir tomillo, romero o hasta un poco de ras el hanout. Pochar a fuego suave para que la manzana se cocine y pierda su agua.

Paso 4

Lavar la patata, pelarla y laminarla; lo mejor es laminarla con un pelador para conseguir láminas muy finas. Cuando el sofrito esté listo, dejar enfriar completamente y, tras esto, colocarlo en la base de la tarta. Poner por encima el queso rallado y para terminar las láminas de patata. Regar con un chorrito de aceite de oliva. Espolvorear sal y pimienta negra. Introducir en el horno 20 minutos. Tras ese tiempo, encender el grill y dorar ligeramente.