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A mí me pasa muchas veces que me apetecen croquetas, pero me apetecen en ese momento. Es de esos antojos que me entran con los que ponerme a preparar una bechamel tradicional, tener que esperar horas a que se enfríe en la nevera para poder darles forma a las croquetas y acabar comiéndolas al día siguiente no es una opción. Por eso siempre solía tener croquetas en ocupando un espacio precioso en mi pequeño congelador hasta que aparecieron “Los Milagros de Santa Rita”.

Y ¡qué milagros!, unos preparados para hacer bechamel en frío, que no hay que cocinarla al fuego y que se puede utilizar al momento, esto es, si se te antojan croquetas, te puedes hacer croquetas, freírlas y comértelas en el momento. Es tan fácil que hasta un niño podría hacer croquetas con este invento y es muy probable que acabe queriendo comer croquetas todos los días.

Otra ventaja de usar estos preparados como el Mix Bechamel Instant en frío de Santa Rita Harinas es que solo tenemos que mezclar leche o caldo con la mezcla de harinas, pero no es necesario añadir aceite o mantequilla como a la masa de croquetas hecha de forma tradicional, por lo que, si además usamos un relleno ligero como los espárragos de la receta que os proponemos hoy, vamos a tener unas croquetas algo menos calóricas.

Una vez hecha la bechamel, el resto es como en las croquetas de toda la vida, darles forma a las croquetas con nuestras propias manos, con la ayuda de un par de cucharas o metiendo la masa en una manga pastelera -o una bolsa de plástico a la que le cortemos una esquina- y extrusionándola como si fueran churros.

Y, para terminar, solo tenemos que elegir cómo las vamos a rebozar, puede ser a la manera tradicional con harina, huevo batido y pan rallado o con alguna innovación, como la de usar Panko, el ya famosísimo rebozado japonés, para la última capa o el Crujiente de Pan Cracker, si te gustan las croquetas con un acabado más rústico. También puedes cambiar el huevo por Fijarina, un sustituto de este que es apto para veganos e intolerantes a algunos alimentos.

Cómo hacer unas croquetas de espárragos bajas en grasa

Ingredientes

Paso 1

Lavamos los espárragos y les cortamos la parte más dura del tallo. Ponemos aproximadamente 350 ml de agua al fuego, añadimos sal al gusto y, cuando rompa a hervir, añadimos los espárragos. Dejamos que se cocinen durante 5 minutos, los sacamos sin desechar el agua. Escurrimos los espárragos y colamos el agua de cocción. Reservamos todo y esperamos unos minutos para que se enfríe todo.

Paso 2

En un bol mezclamos 120 g de Mix para bechamel en frío Santa Rita Harinas con 300 ml del agua de la cocción de los espárragos en frío. Mezclamos durante 2 minutos hasta obtener una masa homogénea, rallamos un poco de trufa y añadimos 120 g de las puntas de los espárragos trigueros que tenemos reservados.

Paso 3

Dividimos la masa en porciones del mismo tamaño y damos forma a las croquetas. 

Paso 4

En un bol mezclamos 100 g de Fijarina para empanar sin huevo con 170 ml de agua y batimos con unas varillas manuales hasta que la mezcla presente un aspecto homogéneo.

Paso 5

Sumergimos las croquetas en la mezcla de Fijarina hasta que estén bien empapadas y las pasamos después por el panko japonés.

Paso 6

Freímos las croquetas en abundante aceite caliente durante aproximadamente 3 minutos a 180º C (ayúdate de un termómetro de cocina para controlar la temperatura en todo momento).

Paso 7

Cuando estén doradas, sacamos las croquetas, las dejamos sobre un colador grande de cocina para que suelten el exceso de aceite y las servimos inmediatamente.