Hoy os propongo una receta para hacer vuestra propia masa para empanadillas que gana por goleada a las industriales y que es perfecta para que los más peques se lo pasen en grande echando una mano durante la elaboración.

Hace bastantes años, cuando descubrí mi intolerancia a la lactosa y me vi obligada a leer exhaustivamente las etiquetas de todo lo que me iba a comer empecé a tomar conciencia real de la cantidad de aditivos que hay en los alimentos procesados, por eso empecé a dejar de comprar aquellos que se pueden preparar en casa con igual o mejor resultado que los comprados.

Lo sé, a veces es necesario invertir algo de tiempo, pero a cambio sabremos lo que estamos comiendo y en la mayoría de los casos hasta nos ahorraremos un dinerillo.

Resultado

Con las cantidades que os pongo salen unas 40 obleas no muy grandes, pues en casa se suelen comer de aperitivo.

Si las vais a rellenar inmediatamente, el papel de horno no es necesario, basta con que dejéis los discos sobre una bandeja. Yo se lo pongo siempre porque como para una vez me resultan muchas, aprovecho y guardo un par de paquetes en el congelador bien envueltos en papel film. Luego cuando las necesito, basta con sacarlas unos 10 minutos antes de rellenarlas y separarlas para que se descongelen rápidamente.

En casa las que más gustan son las de jamón y queso y las clásicas de atún con tomate, aunque hay infinitas posibilidades, tanto dulces como saladas. ¿Y a vosotros? ¿De qué os gustan las empanadillas?