¿Te consideras un auténtico hamburguesero? Si es así, estoy segura de que este post te vendrá como anillo al dedo.

Las hamburguesas son amadas por muchos y odiadas por otros tantos, lo que es innegable es que ofrece en sí misma una variedad enorme de posibilidades y combinaciones para todos los gustos, a pesar de que se le atribuya ser un alimento insano para nuestro bienestar.

No vamos a negar la última afirmación, pero tampoco podemos generalizar, dependiendo de la hamburguesa y de la combinación de ingredientes utilizados en la receta final, conseguiremos una hamburguesa más o menos saludable, todo está en nuestra mano. Desde luego, lo que sí podemos afirmar es que una hamburguesa elaborada en casa siempre será más sana puesto que controlaremos al milímetro la calidad de los ingredientes que vayamos a utilizar para su elaboración.

Ahora bien, apartado este dilema, queremos centrarnos en el sabor de nuestra hamburguesa ¿Conocéis “trucos” para potenciar el sabor y disfrutar así de un exquisito manjar? Si no sabes bien como sacar el máximo partido a tu hamburguesa, aquí te vamos a mostrar algunos consejos ofrecidos por la hamburguesería Harlem Shake que seguro te servirán de ayuda

Algo que siempre hemos escuchado y que parece ser cuanto menos impreciso, es el hecho de que no debe aplastarse la hamburguesa mientras se hace en la plancha, sin embargo la cadena de hamburguesería Heck debe su éxito a la utilización de esta técnica. Al aplastar la hamburguesa sobre la plancha, lo que se pretende es conseguir un mayor punto de contacto creándose así una corteza alrededor de la hamburguesa que potencia deliciosamente su sabor.

El tamaño importa

En Nueva York es típico encontrar hamburgueserías que sirven raciones de gran tamaño, esto siempre está bien pero tiene sus desventajas ¿No os parecería buena idea conseguir una hamburguesa con el tamaño suficiente para almorzar y que no resulte pesada el resto del día? Una hamburguesa para comer de forma más rápida pero sin comprometer su sabor y la calidad de sus ingredientes. Este fue el objetivo de Harlem Shake y el motivo de su nacimiento, competir en su zona convirtiendo un clásico en algo nuevo, dando un giro más, decantándose por un nuevo tamaño y una nueva técnica de cocinado.

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Para conseguir el éxito decidieron que sus hamburguesas tuvieran un tamaño de 2 oz frente a las 4 oz de las hamburguesas tradicionales, pero además dieron una vuelta de tuerca dividiendo esta carne en dos “mini” hamburguesas para conseguir así el doble de corteza. Además comenzaron a usar para la elaboración de sus hamburguesas la técnica del “aplastamiento”, la técnica en sí no era algo nuevo pero si introdujeron una plancha Miraclean y una espátula muy especial para conseguir una mayor corteza. Esta técnica es perfecta para la elaboración de hamburguesas informales, consiguiendo el máximo sabor en un menor tiempo de cocción, lo que se traduce en un menor tiempo de espera para los clientes.

Fueron muchas las pruebas hasta que consiguieron dar con el procedimiento correcto que hoy nos desvelan, con el que han conseguido el éxito más rotundo.

Cocinando en el Harlem Shake

Veamos pues el proceso de elaboración que se lleva a cabo cada día en el Harlem Shake para conseguir estas suculentas hamburguesas.

Paso 1. La mezcla de carne que utilizan contiene un 25% de grasa (lo que ayuda a cocinar sin necesidad de engrasar la plancha) y es una mezcla de ternera (costillar, falda y solomillo). Se usan 2 oz de la mezcla divididas en dos filetes que se colocaran sobre la plancha bien caliente.

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Paso 2.  El paso estrella: “el aplastamiento”. Para este paso y tras probar muchos utensilios, decidieron que lo mejor era una paleta de enyesado (en España conocida como llana). La idea es conseguir que dos “filetes” de carne de 1 oz cada uno se expandan hasta lograr rellenar un pan de hamburguesa estándar. Un consejo clave es no engrasar, lo que se pretende conseguir precisamente es que la carne se pegue a fin de maximizar los puntos de contacto con la plancha y conseguir la ansiada corteza.

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Paso 3. Sazonar con sal y pimienta, al ser la carne tan fina no necesitará de ningún extra para conseguir un sabor intenso.

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Paso 4.  Tras 30 segundos es hora de dar la vuelta a la hamburguesa. Una ventaja de la plancha Miraclean es que gracias a su sistema de calor sólo cocina cuando el alimento está en contacto con la plancha, de forma que mientras por una cara se está desarrollando la buscada corteza, la parte superior no se habrá cocinado tan rápido como en una plancha normal. Para despegar la carne de la plancha y dar la vuelta usan un raspador con una hoja de “afeitar” de unos 10 cm aproximadamente, antes de levantar la carne es necesario asegurarse que todo el filete está bien despegado sin perder ni un sólo bocado.

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Paso 5. El paso jugoso ¡Vamos con el queso! Ahora es la hora de colocar una loncha de queso americano o Cheddar sobre uno de los filetes e inmediatamente colocar el otro filete encima a modo sándwich. De esta forma el queso se fundirá de forma homogénea y hará función de “pegamento” entre los dos filetes.

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¡Hamburguesa lista! Realmente se consigue una hamburguesa fina y más seca que las tradicionales más gruesas y grandes, pero lo cierto es que hay maneras de minimizar esta sequedad. Por ello la hamburguesa se cocina prácticamente por un lado, una vez se le da la vuelta deben llevarse a cabo los siguientes pasos de forma rápida, en pocos segundos y el queso aporta grasa y humedad a cada bocado.

La hamburguesa básica del Harlem Shake lleva además de la carne y el queso un rollo de patata tostada en mantequilla, pepinos y cebolla en vinagre caseros y un chorrito de salsa especial dulce/salada elaborada con mucha pimienta negra. Eso sí, admite mil combinaciones distintas para todos los gustos.

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Cocinando en casa

El proceso en casa no difiere del ya descrito seguido por el restaurante salvo en el uso de otras herramientas distintas.

Es aconsejable usar una sartén de acero inoxidable y precalentar durante un tiempo hasta conseguir entre unos 315-371 grados. Para el “aplastado” de la carne debemos usar una espátula y ayudarnos de otra para ejercer mayor presión en la zona superior.

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Una vez tenemos una parte de la hamburguesa cocinada habrá que tener ya listo el pan con los ingredientes que hayamos querido incluir, así como la loncha de queso. Recuerda que una vez se le da la vuelta a la hamburguesa debemos tardar unos segundos en terminar el proceso.

¡Lista! Una deliciosa hamburguesa en menos de un minuto: jugosa, crujiente y con todo el sabor.

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Y a ti, ¿no te han entrado ganas de hamburguesa? No dudes en compartir con nosotros tu hamburguesa perfecta.

Fuente | Serious Seats

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