Karlos Arguiñano junto a una sartén con bacalao.
Karlos Arguiñano (77), chef, sobre el bacalao: "El truco para que quede jugoso es freírlo solo 1 minuto por cada lado"
El bacalao suele secarse en casa, pero Arguiñano lo evita con un truco simple: freírlo solo un minuto por cada lado para mantenerlo tierno y jugoso.
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- Total: 1 h
- Comensales: 4
El bacalao es uno de los pescados que más dudas genera en la cocina casera. Se rompe con facilidad, se seca en cuestión de segundos y, cuando no se controla el punto, pierde ese brillo jugoso que lo ha convertido en uno de los favoritos de la gastronomía española. Frente a estas dudas habituales, Karlos Arguiñano vuelve a poner orden con un consejo que desmonta lo que muchos creen que es la forma correcta de prepararlo.
El veterano chef insiste en que el bacalao no debe cocinarse a la plancha ni permanecer demasiado tiempo en el fuego. Para él, el secreto está en una técnica rápida, casi instantánea, que evita que la carne se reseque. Su truco es simple: freír cada pieza justo 1 minuto por cada lado antes de pasarla al horno o gratinarla con una salsa. Es un método que preserva los jugos internos y garantiza una textura tierna sin deshacerse.
Su recomendación aparece en una de sus recetas más celebradas: el bacalao gratinado con mahonesa de ajo fresco. Una preparación clásica que combina técnica, producto y una salsa que eleva el sabor del pescado sin camuflarlo. Según Arguiñano, es un plato que demuestra que no hace falta complicarse para lograr un resultado de restaurante.
El error que seca el bacalao
La mayoría de errores suceden por exceso de fuego. Muchos cocineros domésticos confían en largas cocciones en sartén o plancha con el objetivo de sellar la pieza, pero eso termina expulsando el agua interna del bacalao. Cuando eso ocurre, ya no hay vuelta atrás. El pescado queda duro, fibroso y pierde el brillo característico de un buen lomo.
Arguiñano recuerda que el bacalao es un pescado blanco con poca grasa, lo que exige un control exacto del tiempo. Si se pasa incluso unos segundos, se rompe. De ahí que su técnica se base en una fritura muy breve, suficiente para fijar la textura sin deteriorarla. Después, el calor del horno o del gratinador termina de cocinarla por dentro sin resecarla.
Esta forma de trabajar permite que la pieza mantenga una textura sedosa y un sabor más puro. Además, es una técnica accesible para cualquier cocina doméstica y no requiere equipamiento especial.
La mahonesa de ajo: el complemento perfecto
El segundo elemento fundamental en esta receta es la mahonesa de ajo fresco. Arguiñano no la utiliza solo como salsa, sino como parte del gratinado final. La mezcla de huevo, aceite, vinagre y ajo fresco aporta una cobertura cremosa que se dora en cuestión de minutos y crea una capa fina, perfumada y brillante sobre el pescado.
Para él, la clave está en integrar la crema de ajo pochado dentro de la mahonesa. Ese pequeño gesto hace que la salsa gane profundidad sin resultar agresiva. Además, se dora muy rápido en el horno y forma la capa crujiente característica del plato.
El chef apuesta por combinar este bacalao con pan crujiente de pimentón y ajetes en tempura, un contraste de texturas que equilibra la suavidad del pescado con el toque crocante del resto de la guarnición.
Ingredientes del bacalao gratinado con mahonesa de ajo fresco
- 800 g de bacalao fresco
- 24 ajos frescos
- 4 rebanadas de pan
- 1 huevo
- 4 cucharadas de harina
- Agua
- Aceite de oliva
- Vinagre
- Sal
- Pimentón
- Perejil (decoración)
Paso 1
Mezcla en un cuenco dos vasos de agua con una cucharada de pimentón. Moja las cuatro rebanadas de pan y deja que absorban todo el líquido. Cuando estén empapadas, colócalas entre dos platos para escurrirlas. Ponlas en una bandeja con papel de horno, cúbrelas con otra hoja y coloca peso encima. Hornea 25–30 minutos a 180 °C.
Paso 2
Pica ocho ajos frescos y póchalos a fuego suave con un chorrito de aceite hasta que queden tiernos. Llévalos a un mortero y májalos hasta obtener una crema.
Paso 3
En un vaso batidor añade el huevo, sal, un chorrito de vinagre y aceite. Introduce la batidora hasta el fondo y empieza a emulsionar sin moverla. Cuando espese, mueve suavemente. Añade la crema de ajo con su aceite y bate hasta tener una salsa homogénea.
Paso 4
Corta los lomos en ocho trozos y aplástalos ligeramente con un cuchillo. Fríelos en aceite caliente solo 1 minuto por cada lado, tal y como recomienda Arguiñano. Sácalos a una bandeja de horno.
Paso 5
Cubre cada trozo con una buena capa de mahonesa y gratina 2–3 minutos, hasta que se dore.
Paso 6
Limpia los ajetes y hazles dos cortes longitudinales. Prepara una masa ligera con harina y agua muy fría. Pásalos por la tempura y fríelos en aceite bien caliente. Escúrrelos sobre papel absorbente.
Paso 7
Sirve dos piezas de bacalao por persona. Añade una porción de pan de pimentón, los ajetes en tempura y una hoja de perejil para finalizar.
Paso 8
Si no puedes tomar huevo, sustituye la mahonesa clásica por una "lactonesa": dos medidas de aceite por una de leche y un chorrito de vinagre. Es igual de estable y perfecta para gratinar.