El chef Jesús Sánchez, con tres estrellas Michelin, junto a un plato de pollo especiado.

El chef Jesús Sánchez, con tres estrellas Michelin, junto a un plato de pollo especiado. E.E.

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Jesús Sánchez (61), chef Michelin, lo confirma: "Para un pollo sabroso, el truco no es marinarlo, son las especias"

Jesús Sánchez, del Cenador de Amós, prepara unas brochetas de pollo con salsa barbacoa oriental y explica la mezcla de especias que las hace únicas.

Más información: Jesús Sánchez, chef con tres estrellas Michelin: "Para darle la vuelta a la tortilla mucho más fácil, moja el plato antes"

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El pollo es una de las carnes más apreciadas tanto por su sabor como por su versatilidad y valor nutricional, una carne blanca muy popular en diferentes culturas y que se puede usar en múltiples recetas. Además, es una carne magra, que tiene bajo contenido de grasa.

Dentro de sus numerosas elaboraciones, el conocido chef con tres estrellas Michelin, Jesús Sánchez, ha explicado su truco para que el pollo quede más sabroso, recalcando que no se trata del marinado, sino de una mezcla de especias.

En su caso, lo ha explicado mientras preparaba unas brochetas de pollo con salsa barbacoa oriental, una propuesta perfecta para quienes quieren disfrutar de un exquisito sabor y un toque picante. Tienen especias, jugosas y una salsa que a nadie deja indiferente.

El propietario y cocinero del Cenador de Amós, en Villaverde de Pontones, comienza marinando el pollo con pimentón, curry, pimiento seco, zumo de limón, cilantro fresco picado, y un trocito de chile habanero, una combinación espectacular.

Se mezcla muy bien y luego se añade harina y sal, para llevarlo directamente a la sartén para freír hasta que estén dorados por fuera y tiernos por dentro. Mientras tanto, se prepara la salsa barbacoa con sésamo, salsa de soja, aceite de sésamo y jengibre fresco.

Esta combinación es "una bomba de sabor" que Jesús Sánchez utiliza para pringar el pollo, consiguiendo un buen resultado final. Finalmente, solo habrá que montar las brochetas y se sirve con el brillo que aporta "una salsa bien hecha". Sin duda, un plato perfecto para disfrutar en solitario o compartir.

Preparar pollo y que este salga perfecto no es tan sencillo como pueda parecer, y es que para sacarle el máximo partido es necesario tener en cuenta una serie de consejos, con los que podrás dominar el producto y obtener un excelente resultado final.

Adoba el pollo antes de cocinarlo

El pollo no es una carne que tenga demasiado sabor, por lo que cuanto mejor sea el adobo o incluso el marinado que se haga antes de cocinarlo, se podrá conseguir un mayor sabor y, por lo tanto, el resultado final será mejor.

Una pechuga a la plancha que tenga solo la sal como condimento puede no tener demasiada sustancia, y es mejor, por lo tanto, prestar atención al adobo para sacarle el máximo partido.

Secarlo muy bien antes de llevarlo al fuego

El pollo no se debe lavar antes de cocinarlo, pero lo que sí es importante hacer es limpiarlo con papel de cocina antes de usarlo. Igualmente, si se ha tenido el pollo sumergido en una marinada para que coja sabor, al sacarlo de esta se debe secar muy bien.

Una vez que esté bien secado, se podrá llevar al fuego, siendo un pequeño truco que ayudará a que se pueda conseguir que la piel quede crujiente y el pollo más tierno y sabroso.

No le des demasiadas vueltas

Al igual que sucede con otros tipos de carne, al cocinar el pollo a la plancha no hay que darles demasiadas vueltas, sino que simplemente hay que respetar los tiempos que indique cada receta para que se cocine por cada uno de los dos lados.

No frías muchos trozos de pollo al mismo tiempo

Otro de los mayores errores que cometen los principiantes tiene que ver con las frituras y el deseo de aprovechar todo el espacio de la sartén para colocar piezas de carne y que se vayan friendo.

Sin embargo, es un error, ya que para que la fritura tenga una corteza crujiente se debe hacer en una cantidad de aceite abundante y con pocas piezas de cada vez para poder asegurarnos de que la temperatura está lo suficientemente alta.

Ten en cuenta la temperatura

Al igual que hay piezas de carne que se pueden comer poco hechas si así se prefiere, esto no sucede en el caso del pollo. La carne de pollo se debe cocinar por completo para que se pueda consumir sin riesgo alguno para la salud.

Esto quiere decir que el centro de la pieza de carne debe alcanzar los 75 grados centígrados durante la cocción, algo muy a tener en cuenta cuando se cocinen pollos enteros para un asado. No obstante, no habrá que superar en exceso esta temperatura para evitar que el pollo se quede seco.

Los beneficios de comer carne de pollo

Comer carne de pollo ofrece numerosos beneficios para la salud gracias a su elevado valor nutricional y su bajo contenido de grasa, sobre todo cuando se consume sin piel. Destaca especialmente por aportar proteínas de alto valor biológico.

Estas son esenciales para el desarrollo y mantenimiento de la masa muscular, así como para la construcción y reparación de los tejidos. Estas proteínas contienen todos los aminoácidos que necesita el organismo.

Se trata de una opción baja en calorías y grasas saturadas, lo que hace que sea ideal para dietas de control de peso, pero también para quienes tienen el colesterol alto o problemas cardiovasculares. Al predominar las grasas insaturadas, contribuye a la salud del corazón.

También destaca por su aporte vitamínico, especialmente de niacina, B6 y B12, que favorecen el metabolismo energético, pero también aporta vitamina A y minerales como zinc, magnesio, fósforo, hierro, potasio y selenio, necesarios para mantener una buena salud ósea y muscular.