¡Oh, no! Otro libro más de una nutricionista. Otro libro donde te van a decir que comes mal, bebes mal, compras mal y haces todo esto mal porque cocinas mal y vives peor. Esto es lo que podemos pensar si te digo que Blanca García-Orea Haro, más conocida en Instagram como @Blancanutri, acaba de sacar nuevo libro, “Las recetas de Blanca” (Penguin Random House, 2021).

En realidad, si sigues a Blanca en las redes, puedes intuir que su libro, más que un listado de restricciones, es un listado de propuestas y un montón de motivos para abandonar los malos hábitos alimentarios y comenzar a comer saludablemente. De hecho, y esto no lo dice ella, pero lo he observado yo, también es una forma de ahorrar dinero ya que la falta de ideas, conocimiento o motivación nos llevan a comer más caro.

El libro se compone de dos partes: en la primera, se habla de temas más genéricos, de dudas prácticas, de alimentos, intolerancias vs alergias o utensilios de cocina. En la segunda parte, hay recetas para diferentes momentos del día.

La autora es nutricionista clínica, especializada en nutrición digestiva y hormonal y Máster en microbiota humana, así que explica lo importante que es el cuidado de esos bichitos que tenemos no sólo para que los alimentos nos sienten mejor sino también para que, dicho en idioma de la calle, engordemos menos y gocemos de mejor salud mental. “No des tanta importancia a las calorías de los alimentos; da prioridad a la calidad de lo que ingieres. Recuerda que esos bichitos que viven dentro de nosotros, la microbiota, esperan un tipo de alimento que les guste y los haga crecer; de lo contrario, son capaces de promover un estado inflamatorio crónico caracterizado por la resistencia a la insulina (ansiedad) o el riesgo cardiovascular, entre otros”, dice García-Orea. Incluso proporciona un listado de alimentos que benefician a nuestra microbiota.

“Comer cinco veces al día no es necesario; hazlo si de verdad lo necesitas y siempre sabiendo lo que comes”, indica en otro capítulo para despejar dudas sobre cuántas veces hemos de comer al día o si el desayuno es la comida más importante e insustituible del día.

Sobre los listados de alimentos, también hay listas de la compra. Más que lista de la compra, son nociones para que elijamos mejor en el súper. Y, respecto a aspectos prácticos, nos da ideas sobre cómo colocar la nevera para que los alimentos se conserven mejor y no haya riesgos de intoxicaciones alimentarias en casa.

Una de las partes que personalmente más me gusta es la de las recetas para los desayunos, ya que ésta suele ser la comida que encuentro más monótona y más aburrida del día —insisto, por falta de conocimiento e ideas—. “En el desayuno se toman las peores decisiones”, señala Blanca. Harinas blancas, alimentos altos en azúcares y opciones que, en general, sacian poco y aportan menos, seguro que te suena. Así que, como ella misma indica, si vamos a tomar un mal desayuno, por las prisas o falta de hambre, es mejor que no desayunemos, mientras comamos bien el resto del día.

Desde luego, si después de leer este libro no desayunamos, es porque somos perrunos, perrunos, ya que opciones da y sus pociones no son masticar copos de avena ni vivir en en el loop de la tostada con tomate y la fruta cortada. Van desde tortitas de avena (en vez de harina) a bizcochos o muffins de yogur y naranja que se preparan en 25 minutos y puedes conservar congelados.

Además de desayunos, perdón, yo estaba a lo que me interesaba a mí, también hay propuestas rápidas —o que se pueden conservar para utilizar durante varios días— para los tentempiés de media mañana y meriendas. Y, por supuesto, decenas de elaboraciones para comer y cenar bien, sano y sin invertir horas en la cocina.

Porque si empezar el día sin un buen desayuno en el estómago es triste, más lo es irse a la cama con un yogur en el estómago por no saber qué cocinar.