Pepa Muñoz, cocinera, con conservas de tomate.
Pepa Muñoz, cocinera, sobre los usos que da a las conservas: "Consumo una tonelada de tomate semanalmente"
Entre otras cosas, la cocinera del Qüenco de Pepa guarda 'tomate embotado' para poder hacer un rico gazpacho en invierno.
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El comienzo del otoño es sin duda uno de los mejores meses para hacer conservas. Las hortalizas de la huerta de verano van llegando a su fin y algunas están en su mejor momento para ser preservadas para más adelante. Es el caso del tomate.
También conocido como la manzana del amor, ese "fruto que cambió de hábitat y hasta de género para teñir de rojo los platos de todo el mundo" al que le dedica un capítulo el podcast de Gastropolítica y que merece la pena escuchar.
Y tratándose de tomates, otra de las voces más autorizadas para compartir qué tiene preparado para ellos esta temporada es Pepa Muñoz. La cocinera de El Qüenco de Pepa, cada año conserva muchas de las verduras que cultiva.
"Con el restaurante y la tienda, consumo una tonelada de tomate semanalmente . Es una trabajera que no veas". Pero, asegura que, aunque los días de hacer conservas son de mucho trabajo son "también de mucho disfrute".
"Compartir olores, sabores, es un momento muy familiar. Desde lavar los botes, ponerlos a secar al sol, clasificar las verduras, pelarlas, elegir las más maduras para una cosa u otra... Es todo un ritual", cuenta Pepa que hace conservas "de la manera más tradicional del mundo".
Es una forma de alargar la vida de las verduras, cocina de aprovechamiento sin esfuerzos, y el mejor regalo que se le puede hacer a la tierra y también a tu economía. Por no hablar de la satisfacción que da rebuscar en la despensa meses después y disfrutar de algo sabroso y casero.
Con la misma determinación, según cuenta Muñoz, hace conserva de pimiento asado; de pisto, de tomate frito y de otras elaboraciones a partir de tomate y otras verduras que se presten para ello.
Para ello, recomienda, sobre todo los calabacines y berenjenas grandes, quitar las semillas y pelarlos. Los pimientos asados también los pelo y los tomates se escaldan, se les hace corte en cruz y la piel sale fácil.
También hace de tomate embotado sin freír, "sólo pelarlo, cocerlo con agua y sal y embotarlo. Porque el tomate entero después me vale para otras cosas, incluso para hacer un salmorejo o un gazpacho en invierno".
Otras conservas
Hacer conservas es una tradición que cada vez se va perdiendo más en los hogares y se remonta a tiempos pretéritos. Ponla en práctica este otoño con verduras de hoja como las espinacas o las acelgas, o con esos grelos que has traído de tus vacaciones en Galicia.
Llegado el momento, son mucho mejor que las verduras congeladas y con un poco de ajo rehogadas, salvan cualquier cena o cuando sea que quieras recurrir a ellas. Con un poco de arroz y unos contramuslos de pollo, tienes el taper del día siguiente.
Más alternativas las ofrecen las setas, que ahora comienzan a brotar. Un sencillo pero rico guiso de níscalos o un par de boletus que quieras guardar, o simplemente champiñones. Las judías verdes, guisantes o alcachofas también funcionan igual.