
Un congelador con hielo acumulado iStock
Mano de santo: el sencillo truco que uso para que no se acumule hielo en mi congelador
Un congelador pequeño puede ser un problema si no se toman las medidas adecuadas y acaba con las paredes cubiertas por una generosa capa de hielo que reduce aún más su capacidad.
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Aunque con las altas temperaturas que pueden llegar a alcanzarse en los días más calurosos del verano, a muchos nos entran ganas de meternos dentro, tener un congelador con una gruesa capa de hielo tapizando las paredes es algo que no desea nadie.
Este hielo se forma debido a la entrada de aire húmedo en el interior. Cuando abrimos la puerta del congelador, el aire cálido y cargado de humedad del ambiente entra en contacto con las superficies frías del interior.
Esta humedad se condensa y, al estar a temperaturas bajo cero, se congela rápidamente, acumulándose en forma de escarcha o hielo. El truco es simple, hay que conseguir que entre la menor cantidad de humedad posible y es más fácil de lo que parece.
Envasar al vacío, una buena solución
Hay un paso muy sencillo que previene la acumulación de hielo en las paredes y es envasar los alimentos al vacío o, en caso de no tener una envasadora, envolverlos muy bien con varias vueltas de papel film lo más apretado posible.
Al envasar al vacío, se elimina casi todo el aire del interior de las bolsas, lo que reduce la cantidad de vapor de agua que puede liberarse del alimento y condensarse en forma de escarcha o hielo en el congelador.
Además, cuando los alimentos están sellados herméticamente, se evita que su contenido de agua se evapore y con ello aumente la humedad ambiental en el interior del congelador y, en consecuencia, la formación de escarcha.
El envasado al vacío, además de suponer un beneficio para el congelador, también mejora la conservación del propio alimento, ya que minimiza la formación de cristales de hielo en su superficie.
De esta manera, se mantiene mejor su textura y sabor tras la descongelación, así que es una ventaja adicional.
Finalmente, al reducirse la cantidad de hielo que se forma en las paredes y entre los alimentos que están congelados, se facilita la circulación de aire frío, haciendo que el congelador trabaje de forma más eficiente.
Más cosas que se pueden hacer para evitar el hielo en el congelador
Lo primero que tenemos que hacer siempre es asegurarnos de que la puerta del congelador se cierre correctamente.
Las gomas o burletes deben estar en buen estado para evitar la entrada de aire caliente y húmedo, que al enfriarse forma escarcha. Es recomendable revisar periódicamente el sellado de la puerta, limpiarlo y reemplazarlo si está dañado.
Otro consejo muy útil consiste en no introducir alimentos calientes ni templados en el congelador. Debemos esperar a que los alimentos se enfríen a temperatura ambiente antes de congelarlos.
El vapor que emiten los alimentos calientes se condensa y contribuye a la formación de hielo en el interior de este compartimento del frigorífico.
También es importante evitar abrir la puerta del congelador con frecuencia o durante períodos prolongados. Cada vez que se abre, entra aire húmedo del ambiente, lo cual favorece la acumulación de escarcha.
Por eso, es muy recomendable organizar adecuadamente los alimentos en su interior, pues nos ayudará a reducir el tiempo que la puerta permanece abierta al ser más fácil encontrar lo que necesitamos.
Por último, mantener una rutina de descongelación regular, especialmente en congeladores que no son "No Frost", es fundamental.
Si, por lo que sea, nos hemos despistado y observamos que comienza a acumularse hielo, conviene descongelar antes de que la capa sea demasiado gruesa.
Podemos acelerar el proceso colocando recipientes con agua caliente dentro del congelador (apagado o desenchufado) o calentando las placas de hielo con un secador de pelo, lo cual facilita el desprendimiento del hielo sin dañar las paredes del aparato.