
Una persona frotando una parrilla con media cebolla iStock
Mucha gente frota media cebolla cruda en la parrilla de la barbacoa, un experto en cocina y la ciencia explican el porqué
Es un truco muy popular entre parrilleros sobre el que la ciencia tiene algo que decir.
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Aunque el buen tiempo parece que se nos resiste este año, no vamos a dejar que el pesimismo nos invada y vamos a confiar en que muy pronto estaremos disfrutando del sol y de las comidas al aire libre. La temporada de las barbacoas es la favorita de muchas personas que disfrutan de los alimentos cocinados en las brasas y de toda la liturgia del fuego como método de cocción y ya no falta nada para que empiece.
Pero tan importante como elegir una buena carne o unas buenas verduras es la limpieza posterior de la parrilla y, para eso, muchos parrilleros emplean un truco curioso, frotan media cebolla cruda sobre la parrilla de la barbacoa después de utilizarla porque, según argumentan, se aprovecharían las propiedades antibacterianas de la cebolla para retirar la suciedad.
La cebolla contiene compuestos sulfurosos que, al frotar la parrilla, parecen arrastrar los restos de grasa adheridos al metal. Además, la textura suave de la cebolla podría retirar estos residuos sin dañar la superficie.
¿Es bueno limpiar las parrillas con una cebolla cruda?
Aunque la cebolla es rica en compuestos que poseen propiedades antimicrobianas no es un producto que pueda ser considerado apto para desinfectar ningún utensilio que, posteriormente, vaya a estar en contacto con alimentos.
En cuanto al efecto físico de limpieza que se aprecia al frotar la cebolla, este se debe más al vapor generado por el contacto de la cebolla húmeda con el metal caliente que a una acción química significativa. El vapor puede ayudar a aflojar restos adheridos, pero la cebolla en sí no contiene agentes surfactantes ni abrasivos que la hagan comparable a un detergente o a una herramienta específica de limpieza como puede ser un cepillo.
Además, la cebolla no solo es poco eficiente como producto de limpieza para higienizar la parrilla, sino que los azúcares y aminoácidos presentes en sus jugos tienden a depositarse sobre la superficie caliente y, al no eliminarse por completo, acaban carbonizándose. Esta carbonización no solo no contribuye a la limpieza, sino que puede generar compuestos amargos o alterar el sabor de los alimentos en futuras cocciones.
Así pues, desde una perspectiva basada en la evidencia científica, el efecto desinfectante es muy limitado, y el uso de métodos más eficaces, como cepillos metálicos o calor intenso, resulta mucho más recomendable para garantizar una higiene adecuada y el buen sabor de todo lo que se cocine en la parrilla.
El truco más sencillo de un experto para limpiar las parrillas de una barbacoa
Todo esto que acabamos de ver lo explica el cocinero Heinz Wuth, experto en ciencia, en su cuenta de TikTok, soycienciaycocina, desde donde también comparte un truco más sencillo, si cabe, y más eficaz para retirar los residuos de la parrilla y limpiar entre los barrotes de ésta.
@soycienciaycocina Limpiar con una cebolla la parrilla o los fierros del asado es una tradición y costumbre entre los asadores. Si bien es todo un ritual, también me gusta explicar lo bueno y lo malo que debemos considerar. Como siempre la ciencia explica pero no busca eliminar las tradiciones. #cienciaycocina #asado #parrilla #cebolla #aprendeentiktok ♬ sonido original - Heinz Wuth - Ciencia y Cocina
Ni siquiera es necesario utilizar el tradicional cepillo de cerdas metálicas, según el experto, es tan fácil como hacer una bola con papel de aluminio y frotar la parrilla con ella. La bola de papel de aluminio, al ser moldeable, se adapta a la forma de la parrilla y tiene una superficie rugosa que actúa como abrasivo retirando la suciedad incrustada y es un buen método para hacer una limpieza rápida después de cada uso.
Cómo limpiar a fondo la parrilla de la barbacoa
Aunque el truco del papel de aluminio pueda servir como limpieza rápida entre dos usos consecutivos, cada poco tiempo también es necesario llevar a cabo una limpieza más profunda. Para ello, calentaremos ligeramente la parrilla y la cepillaremos vigorosamente con un cepillo de cerdas metálicas. Su función es la de desincrustar la mayor cantidad posible de restos de alimentos y grasa carbonizados.
Con la parrilla ya fría, podemos proceder a desmontarla y dejarla en remojo con agua caliente y algún detergente desengrasante durante unos 30 minutos. Otra opción es usar un limpiador específico para parrillas que ablande los restos de grasas incrustadas que aún queden sobre la parrilla.
Después del remojo, procederemos a frotar con un estropajo metálico o una esponja abrasiva, insistiendo especialmente en las uniones y esquinas donde suelen acumularse restos. Por último, secamos completamente la parrilla y, si no va a usarse de inmediato, podemos aplicar una ligera capa de aceite vegetal para evitar la oxidación. Esta limpieza profunda no solo garantiza una higiene completa, sino que prolonga la vida útil del equipo y evita sabores indeseados en futuros asados.