Aprende a cocinar

Cómo conservar las fresas para que duren más tiempo frescas

Las fresas y fresones son golosinas naturales, pero tienes que comértelas enseguida porque se estropean muy rápido.

10 abril, 2023 17:42

Es temporada de fresas y fresones, las fruterías están llenas de cajas de madera de con uno o dos kilos a muy buen precio que, si te gusta en la fruta, es raro que no te entren por los ojos y acabes con ellas en casa. La mayoría de las veces no da tiempo a comérselas antes de que se pongan malas.

La fresa es una fruta delicada cuya vida útil, una vez recolectada, es realmente corta. Para disfrutarlas, hay que comprarlas muy frescas y comérselas cuanto antes. Es cierto que, si no se van a comer pronto, se pueden congelar para después utilizarlas en batidos o incluso en helados rápidos como este helado ligero de fresas para el que lo único que necesitas son fresas congeladas, un yogur griego y, opcionalmente, un poco de edulcorante.

Pero ¿qué pasa si lo que uno desea es comerse las fresas sin más o quiere darse el capricho de mojarlas en un bol de chocolate fundido? ¿Se puede conseguir que las fresas no se pongan malas en dos días? La respuesta es que sí, pero tampoco vayamos a pensar que nos van a durar semanas, solo lo suficiente para que nos dé tiempo a comernos todas las de la caja.

Cómo hacer para que las fresas no se estropeen tan rápido

Lo primero será comprarlas muy frescas y transportarlas hasta casa con mucho cuidado, sin otras cosas encima que las puedan aplastar y procurando que no se den demasiados golpes unas con otras.

Nada más llegar a casa, especialmente si son de las que vienen ya empaquetadas en cajas o en bandejas, las sacaremos y las revisaremos bien. No suele fallar, si en la caja hay alguna fresa pocha, estará debajo de la etiqueta estratégicamente situada para que no adviertas su presencia en la tienda. Una vez en casa, esas que ya tienen zonas podridas hay que desecharlas.

Antes de guardarlas y este es el 'truco' para que nos duren más, prepararemos, por un lado, un bol de agua con unos cubitos de hielo y en una olla pondremos a calentar agua hasta que alcance una temperatura de 65 ºC (no buscamos agua hirviendo). Sumergimos las fresas durante dos segundos en el agua caliente y, rápidamente, las pasamos al bol de agua con hielo, pues no queremos que se cuezan. Después las sacamos del agua fría y las secamos muy bien con papel absorbente.

Para guardarlas, ponemos dos hojas de papel absorbente en el fondo de un táper que sea suficientemente grande, colocamos sobre el papel las fresas sin amontonarlas, las tapamos con más papel absorbente, cerramos el táper y. finalmente, lo dejamos en la nevera. Haciendo esto, si las fresas estaban muy frescas, nos podrían aguantar en perfecto estado unos cinco o seis días.