El jerezano Juanlu Fernández, con dos estrellas Michelin, al frente de la oferta gastronómica de un hotel de lujo en Polonia

El jerezano Juanlu Fernández, con dos estrellas Michelin, al frente de la oferta gastronómica de un hotel de lujo en Polonia

Actualidad gastronómica

Juanlu Fernández, el chef jerezano con dos estrellas Michelin, 'emigra' a Polonia para crear una carta de lujo

El chef al frente de LU Cocina y Alma lidera el rediseño gastronómico de dos restaurantes de lujo del grupo hotelero Dobryen Polonia.

Más informaciónEl restaurante de Jerez que ha conseguido la segunda estrella Michelin: una cocina hedonista para un recetario humilde

Publicada
Actualizada

La cocina de autor española continúa su expansión por Europa, y esta vez lo hace de la mano de uno de sus referentes más brillantes. Juanlu Fernández, chef de LÚ, Cocina y Alma en Jerez de la Frontera, ha sido elegido por el grupo hotelero Dobry para liderar el rediseño gastronómico de dos restaurantes de lujo en Polonia. Artesse, en el H15 Luxury Palace Hotel de Cracovia, y Wierzbowa 15, en el Altus Palace Hotel de Varsovia, contarán con su visión culinaria, donde tradición, técnica y emoción se entrelazan para crear experiencias únicas.

Con este ambicioso proyecto, Fernández da el salto al panorama internacional, llevando consigo su personalísima forma de entender la cocina: con raíces andaluzas, mirada global y mucho duende.

Cocina con acento andaluz… y alma europea

Juanlu Fernández no es un chef más. Su restaurante LÚ, Cocina y Alma en Jerez de la Frontera, es una muestra del equilibrio entre vanguardia y memoria, entre la elegancia francesa y la autenticidad andaluza. Desde su apertura en 2017, ha cosechado dos estrellas Michelin en tiempo récord y dos Soles Repsol.

La sala del restaurante Artesse.

La sala del restaurante Artesse.

En su nueva aventura polaca, Fernández aplicará su filosofía sin fórmulas prefabricadas. “Queremos sumergirnos profundamente en la cultura gastronómica local, conocer sus productos, sus productores, su historia. Porque solo así podemos reinterpretarla con respeto y creatividad”, afirma el chef. Esta búsqueda lo llevará a trabajar con verduras, productos lácteos y carnes de gran calidad que ya ha identificado como joyas locales, y que reinterpretará a través de su mirada, esa que mezcla el savoir-faire francés con la espontaneidad sureña.

Un puente entre Polonia y Andalucía

La apuesta del Grupo Dobry, encabezado por su presidente Leszek Mięczkowski, no es casual. “El lema de nuestra empresa es el desarrollo continuo y la búsqueda de nuevos conceptos. Con Juanlu Fernández, estamos convencidos de que podemos crear espacios únicos en el mapa culinario de Europa”, declaró Mięczkowski. El entusiasmo del empresario polaco se alinea con la visión de un chef que nunca ha creído en las fronteras cuando se trata de cocinar.

Y es que, como bien señala Juanlu, existen sorprendentes similitudes entre Polonia y Andalucía. Ambas regiones valoran el producto, la tradición, la hospitalidad y el relato que acompaña cada bocado. La cocina del jerezano no solo busca sabores; busca provocar emociones, rescatar la memoria y, sobre todo, rendir homenaje al territorio. En ese sentido, su reto será captar el alma polaca desde su propia alma andaluza.

La sala del restaurante Wierzbowa.

La sala del restaurante Wierzbowa.

Gastronomía como lenguaje común

Este proyecto no es simplemente una expansión internacional: es un diálogo cultural. Fernández ya ha visitado ambos restaurantes y ha comenzado a trabajar en los nuevos menús, cuyo lanzamiento se espera para finales de mayo o principios de junio. Lo que se está gestando no es solo una carta, sino un manifiesto gastronómico: un viaje que comienza en Cracovia y Varsovia, pero que bebe del Guadalete y del Loira, del Jerez y de la mantequilla noisette.

La promesa está clara: llevar “la magia que ocurre en LÚ” a tierras polacas, pero sin imposturas, sin cortar y pegar. Porque el duende, como dice Juanlu, no se traslada, se despierta. Y para eso se necesita respeto, técnica, intuición… y un profundo amor por lo que se cocina.