Sala Cero (Madrid).

Sala Cero (Madrid).

Actualidad gastronómica

La barra clandestina que se esconde detrás de una nevera y se convierte en coctelería y discoteca

Tras Sala de Despiece, Javier Bonet cierra el círculo con un proyecto redondo al que no le falta ni discoteca. 

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A Javier Bonet no hay quien le pare cuando se trata de crear. El empresario mallorquín ha dejado claro que es un genio a la hora de inventar y reproducir conceptos. Pero sobre todo se confirma que los clásicos bien hechos y con ingenio triunfan. Lo último en hacerlo: Sala Cero.

En el número 27 de la cale Ayala, en el madrileño barrio de Salamanca, entre barras futuristas, cápsulas espaciales y una nevera que guarda secretos, Sala Cero funciona como el centro creativo de Sala de Despiece, de donde nacen muchos de los platos que pasarán a formar parte de la propuesta de los primeros locales de Bonet. Cambia el continente, pero no el contenido, y la carta es muy similar en ambos sitios. 

Sala Cero (Madrid).

Sala Cero (Madrid).

Con este proyecto, liderado por el chef y empresario Javier Bonet, ha viajado al origen de esa aventura que empezó en Ponzano -local que desde diciembre se mudó hasta Alonso Cano-, convirtiendo 350 m² en un santuario de diseño futurista, alta gastronomía. A esto, al poco de abrir, le sumó una coctelería de vanguardia y una discoteca clandestina que late bajo la superficie. Ensalzados con un efecto WOW continuo, el espacio ha puesto a Madrid en el mapa como un destino imprescindible para los amantes de las experiencias únicas.  

Un viaje culinario y sensorial

Desde su apertura, Sala Cero ha sorprendido con su enfoque rompedor. Los comensales inician la experiencia en una 'cápsula espacial' o gran nevera que funge como antesala, donde un aperitivo marca el inicio de un viaje inmersivo. En el interior, una gran barra high-tech se convierte en el epicentro de la acción. Los chefs se despliegan a su largo y ancho, trabajan a la vista del comensal añadiendo toques finales a platos que parecen pequeñas obras de arte.

Platos

Platos

La carta está en evolución. Es lo que tiene las mentes inquietas. Este es un patio de juegos donde está prohibido no pasarlo bien. La atención se desvía de manera constante a los platos que circulan por la sala, donde se dejan ver propuestas como la el ya clásico chuletón cenital, el rolex o la alcachofa frita. Pero hay más, está el divertido atún spaghetti pika o el limón que empezó estando relleno de navajas y ahora ha cambiado por pez limón. 

Atún spaghetti pika.

Atún "spaghetti" pika.

Aquí buscan interactuar con el cliente, observarlo y entender hacia dónde van las nuevas formas de comer. Como ocurre en todas sus sucursales. También dar sentido al trabajo los productores con los que colaboran y sobre los que está en marcha uno de sus futuros proyectos. 

El secreto bajo tierra: Subcero

Pero la verdadera magia ocurre detrás de una nevera, donde se esconde Subcero, la coctelería de la planta baja. Con un diseño industrial y futurista, este espacio de 80 m² combina cócteles innovadores con la posibilidad de socializar en mesas compartidas o disfrutar de la música del DJ residente en un ambiente íntimo.

Sala Subcero.

Sala Subcero.

Los cócteles, diseñados por el maestro mixólogo Juan Valls en colaboración con La Amarguería, se agrupan en una carta tipo Pantone que clasifica las opciones en “aperitivo”, “after dinner” y “party”. Además, puedes optar por un menú degustación que combina 4 bocados con 4 medios cócteles por 48 €.

La coctelería en Sala Subcero.

La coctelería en Sala Subcero.

Innovación y futuro en la gastronomía

El estilo creativo y tecnológico de Sala Cero y Subcero no solo redefine la gastronomía, sino que también refleja la visión de Bonet para adaptarse a un mercado en constante cambio. 

La máquina dispensadora de bebidas de Sala Subcero.

La máquina dispensadora de bebidas de Sala Subcero.

Esa misma innovación los llevará a cruzar fronteras: en 2025, Sala Cero abrirá su primera sede internacional en Londres, un paso clave en la expansión del concepto madrileño al resto del mundo.