
Ensalada de bacalao, plato típico de Cataluña.
El plato típico de las abuelas catalanas que triunfa en España: rico en proteínas, fácil de hacer y listo en dos pasos
Es una de las recetas de aprovechamiento más cocinadas y que se adapta a todos los gustos.
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La cocina de las abuelas catalanas es un verdadero tesoro de tradición, sabor y sabiduría popular. En sus platos se combinan ingredientes de temporada, técnicas sencillas y un profundo respeto por el producto local, dando como resultado recetas que son tanto nutritivas como llenas de alma.
Estas comidas, transmitidas de generación en generación, no solo han alimentado cuerpos, sino también historias familiares, con especial atención a la salud y al equilibrio natural de los alimentos. En muchos hogares catalanes, aún se puede encontrar ese legado culinario en platos que no requieren complicadas elaboraciones pero sí cariño y conocimiento ancestral.
Concretamente, entre estas recetas destaca la ensalada de bacalao, comúnmente conocida en la región catalana como esqueixada de bacallà, una ensalada fría que encarna a la perfección la esencia de la cocina tradicional catalana: saludable, sabrosa y sorprendentemente fácil de preparar.
El nombre proviene del verbo catalán esqueixar, que significa "desgarrar", ya que el bacalao se desmenuza a mano en lugar de cortarse. Este plato se compone de ingredientes sencillos como el bacalao desalado, tomate, pimiento, cebolla y aceitunas negras, aliñados con aceite de oliva virgen extra, lo que resalta su frescura y sabor natural.
La esqueixada no solo es un manjar refrescante ideal para los días cálidos, sino también una excelente fuente de proteínas, ácidos grasos saludables y vitaminas.
Ingredientes
Con raíces humildes pero carácter firme, esta ensalada de bacalao crudo desalado nos recuerda que, a veces, lo más sencillo es lo más sublime.
A continuación, desde EL ESPAÑOL, mostramos todos los ingredientes necesarios para preparar este plato para 4 personas, como si estuvieras en una cocina catalana, bajo la mirada atenta de una abuela experta.
- 300 g de bacalao desalado (mejor si es de calidad, en lomos)
- 2 tomates maduros pero firmes
- 1 pimiento rojo (también puedes combinar con pimiento verde)
- 1 cebolla tierna (o cebolleta)
- Un puñado de aceitunas negras (preferiblemente de Aragón)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal (con precaución, ya que el bacalao ya aporta sabor)
- (Opcional) un chorrito de vinagre de vino o unas alcaparras para dar un punto más atrevido
Si hay un plato que encarna la ligereza, el sabor mediterráneo y la sabiduría de las abuelas catalanas, ese es, sin duda, la esqueixada de bacallà.
Paso a paso
1. Desalar y preparar el bacalao
Si no lo has comprado ya desalado, tendrás que poner los trozos en remojo entre 24 y 48 horas antes, cambiando el agua cada 8 horas y manteniéndolo en la nevera. Una vez desalado, escúrrelo bien y, aquí viene el gesto clave: desmenúzalo con las manos.
Nada de cuchillos. Romperlo con los dedos te permitirá seguir la veta del pescado y lograr esa textura irregular y característica que da nombre al plato: esqueixar.
2. Picar los vegetales
Lava los tomates y córtalos en dados pequeños. Haz lo mismo con el pimiento y la cebolla, procurando que los cortes sean lo más uniformes posible para que el plato tenga buena presencia.
Algunos optan por escaldar y pelar el tomate para hacerlo más delicado, pero eso va al gusto.
3. Mezclar con mimo
En un bol amplio, mezcla el bacalao desmigado con los vegetales. Añade las aceitunas negras (con hueso si buscas el sabor más puro).
Este paso es como una pequeña ceremonia: mezcla con suavidad, dejando que los jugos empiecen a integrarse sin machacar los ingredientes.
4. Aliñar y reposar
Añade un buen chorro de aceite de oliva virgen extra. Si te gusta el contraste, unas gotas de vinagre de vino blanco le darán un matiz interesante, aunque la versión más tradicional no lo lleva. Prueba y ajusta el punto de sal si hace falta.
Deja reposar en la nevera al menos una hora: ese tiempo permite que los sabores se asienten y se entrelacen como si llevaran toda la vida juntos.
5. Servir bien fresco
Sírvelo frío, idealmente en platos hondos de cerámica o barro, como los de antes. Puedes decorarlo con unas hojas de perejil o unas alcaparras si buscas un toque más gourmet, pero con su forma más pura ya conquista.
La esqueixada es más que una ensalada; es un trozo de Mediterráneo servido en crudo, una conversación entre ingredientes nobles que no necesitan artificios. Y como todo lo que enseñan las abuelas, es una lección de vida: comer bien no tiene por qué ser complicado.