Un cocinero echándole semillas a un plato de verdura.

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Nutrición Alzhéimer

El inocente gesto en la cocina española que está destrozando tu cerebro sin que te des cuenta

Una dieta alta en sodio y baja en potasio ha demostrado ser, no sólo peligrosa para enfermedades vasculares, también para la demencia.

3 diciembre, 2022 03:41

Actualmente, la demencia se ha convertido en una de las principales causas de discapacidad y mortalidad entre los adultos mayores en todo el mundo. Se trata de una afectación de la capacidad para recordar, pensar y tomar decisiones, llegando incluso a perjudicar a las tareas cotidianas diarias. Si bien esto es un problema que amenaza la salud de todo el mundo, supone un especial problema para algunos como China, en el que la población anciana representa un enorme porcentaje de todos sus habitantes. 

Se sabe que la demencia es irreversible y no hay tratamientos efectivos contra la misma, por lo que su detección temprana es clave. También su prevención, para lo que es esencial llevar un buen estilo de vida y buena calidad dietética, como confirma un nuevo trabajo publicado en Global Transitions. Según éste, el consumo de sodio y potasio —y su relación entre sí—, sería un aspecto esencial para prevenir la demencia.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores realizaron un estudio prospectivo en el que analizaron el impacto del consumo de sodio y potasio y su relación con la función cognitiva en un grupo de 4.213 voluntarios, con 50 años o más, de China.

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Aunque China ha intentado restringir la sal y el sodio en la dieta de sus habitantes durante más de una década, la ingesta de su población sigue siendo significativamente elevada, superando a muchos otros países y las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El consumo de sodio diario no debería sobrepasar los 1.400 mg/día en personas de 50 a 79 años, es decir, menos de 5 gramos de sal de mesa diarios.

Además, se sabe que la población de China tampoco suele llegar al consumo adecuado de potasio, que se sitúa en unos 1.499 mg/día frente a la recomendación de 3.600 mg/día.

Durante el estudio, se descubrió que una ingesta alta de sodio, de más de 5.600 mg/día, se relacionaba con un mayor riesgo de deterioro cognitivo en las personas mayores. Por el contrario, los niveles más altos de potasio, superiores a 1.600 mg/día, se asociaban con mejores puntuaciones cognitivas. De hecho, la puntuación media cognitiva en las pruebas realizadas durante el estudio aumentó alrededor de un punto al reemplazar 100 mg/día de sodio por 1000 mg/día de potasio.

Evidencia previa

Ya en estudios previos se ha sugerido que el sodio dietético, el potasio y la relación sodio/potasio tendrían efectos sobre la función cognitiva y potencial para aumentar o reducir el riesgo tanto de enfermedades cardiovasculares como cerebrovasculares.

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Además, este nuevo trabajo confirma hallazgos previos donde se apunta que no sólo debe tenerse en cuenta el consumo de sodio o el consumo de potasio de forma aislada, sino su proporción y relación entre ambos, que es lo que realmente se asociaría con el riesgo de sufrir enfermedades.

Es un caso similar al estudio del colesterol sanguíneo, donde la proporción entre cantidad de colesterol LDL o 'colesterol malo', colesterol HDL o 'colesterol bueno' y triglicéridos sería mucho más significativa que sus cantidades por separado.

El autor del estudio, Ai Zhao, comenta que, en función de los resultados obtenidos y la situación nutricional de China, sería razonable recomendar reducir la ingesta de sodio, a cambio de aumentar adecuadamente la ingesta de potasio, con el objetivo de mejorar la función cognitiva. No obstante, esto es extrapolable a toda la población del mundo.

En futuros estudios, explica Zhao, sería recomendable analizar la proporción óptima de sodio y potasio en adultos mayores y desarrollar nuevas estrategias para mejorar dicha proporción en la dieta.