"Me iban a ayudar a vivir mi homosexualidad dentro de la iglesia", dice una de las víctimas a la que le intentaron curar su "vida gay", pero eso nunca pasó. Las terapias de conversión homosexual vuelven a estar en la boca de todos, y las diócesis que las promueven en el punto de mira después de que la Asociación No Es Terapia haya interpuesto una nueva denuncia que el Ministerio de Igualdad ya está investigando.
Miles de jóvenes han tenido que pasar por estas pseudoterapias — donde las evidencias científicas brillan por su ausencia — en las que "luchan" contra su naturaleza homosexual que tratan de erradicarles, y que desafortunadamente lo consiguen en numerosas ocasiones. Muchos de los afectados aceptan su 'nueva heterosexualidad', negando echar un vistazo a su pasado, algunos prefieren pasar desapercibidos y tratar de olvidar las "torturas psicológicas" a las que fueron sometidos. Otros, rompen su silencio contra aquellos que quisieron robar una parte de su ser.
Xavi Martínez es uno de ellos, un joven valenciano que se ha puesto en contacto con EL ESPAÑOL para reflejar la realidad detrás de las terapias de conversión y dar voz a aquellos que todavía no se atreven, o prefieren mantenerse en el anonimato. Lo que parecía la salvación para reconciliarse con su orientación sexual, se convirtió en una trama de falacias, en la que la manipulación y el engaño eran las herramientas de trabajo, y la creación de una nueva identidad la solución para salir de ella; la muerte, en los casos más extremos.

Xavi Martínez en la actualidad.
"Curar la homosexualidad", esa es la premisa con la que trabajan diferentes entidades religiosas como Es Posible La Esperanza (EPE) o Verdad y Libertad (VyL), pero ¿cómo se cura algo que no es una enfermedad, ni un trastorno ni una patología? A pesar de la aprobación de la Ley Trans en 2023 por la que se reconocen los derechos e igualdad de las personas del colectivo LGTBI, y que prohíbe las terapias de conversión destinadas a modificar la orientación o la expresión de género, estas prácticas se siguen realizando.
Saúl Castro, fundador de la Asociación Contra Terapias De Conversión, explica a este diario que el marco jurídico actual no se aplica. "Ahora mismo hay reglas que permitirían sancionar la práctica de estas terapias y sencillamente no se hace. No hay un interés por parte de los titulares de las consejerías con competencias en materia de igualdad para investigar estos hechos y sancionarlos. Por esta razón se llevan a cabo de manera sistemática, se siguen produciendo de forma continuada e impune".
La denuncia interpuesta por el colegiado acusa en primera instancia a la periodista Dña. Marta Sanz Lovaine y a la productora que dirige, Media Salud Comunicación S.L., por la creación e impulso del Proyecto Transformados, un documental que fomenta el encuentro con Cristo y la práctica religiosa para "transformar" la orientación sexual. Las diócesis de Málaga, Valencia, Madrid, Getafe, Alcalá de Henares, Barcelona y Sigüenza-Guadalajara también han sido denunciadas por acoger eventos y charlas que promovían el documental. Este diario ha intentado ponerse en contacto con estas entendidas, pero sus respuestas han sido bastante sencillas: o no cogen el teléfono, niegan los hechos o se desvinculan de ellos.

Saúl Castro, el abogado LGTBI que ha denunciado a siete diócesis por promover terapias de conversión homosexual.
"El poco aprovechamiento del sistema garantista y la falta de criminalización" hacen que Xavi y cientos de jóvenes más cayeran, y sigan cayendo, en las redes diocesanas que proponen "volver a los orígenes biológicos de la heterosexualidad", y desligarse de una vida sumida en la "adicción, el desamor y la soledad" si se acepta la homosexualidad. Las víctimas, vulnerables y confusas ante la incipiente curiosidad y atracción que sienten por las personas de su mismo sexo — AMS como los llaman en estas "terapias" — acuden a estos centros en busca de respuestas, de ayuda. "Pero se enfrenta a que Dios los señale con el dedo por ser como son".
La secta "exhomosexual"
El calvario de Xavi empezó en 2014 cuando se manifestó abiertamente gay a su círculo más cercano, pero su entorno, perteneciente al movimiento religioso Camino Neocatecumenal — los kikos —, y preocupados por la situación de Xavi dentro de su movimiento, donde no tiene cabida, buscaron ayuda en un cura que les derivó al Centro de Organización Familiar (COF), ligada a la Archidiócesis de Valencia. Fue entonces cuando conoció a Federico Mulet, "el profesor de Alaquàs" acusado de someter a sus alumnos a terapias de conversión sexual y medicarlos para garantizar su transición a la heterosexualidad; el verdugo de 350 víctimas que se conocen hasta ahora.
Mulet "curaba" a los chicos, y su mujer, Isabel Lacruz — aún profesora en activo del colegio Madre Josefa Campos —, a las chicas. "En el 2014 tuve el primer contacto con Mulet y con EPE. Al principio es como una entrevista para conocer tu vida y hacer que te sientas seguro. Yo nunca tuve referentes homosexuales, era una historia que estaba viviendo solo, y por primera vez pude desahogarme con alguien", aclara, pero nunca pensó en el trasfondo homófobo que había detrás.

Blog del 2007 de Es Posible la Esperanza donde las víctimas y "orientadores" hablaban de sus progresos de conversión.
"¿Qué heridas han causado tu homosexualidad?", esa es la pregunta sobre la que trabajan este tipo de asociaciones y a la que se tienen que enfrentar los afectados. "Cuando entras en estas terapias, la homosexualidad es el foco de todo lo que te hace daño. Buscan cualquier hecho para justificar tus conductas gais. Como ellos lo ven, la homosexualidad no es una identidad sexual, sino una herida abierta que se tiene que cerrar". Al igual que una persona violenta, drogadicta, alcohólica…, la atracción hacia el mismo sexo es una característica más que se puede corregir, ya sea con charlas, medicamentos o represión física y mental.
Las heridas de la "vida gay"
Una madre sobreprotectora, un padre violento, falta de referentes masculinos, juntarse demasiado con mujeres…, cualquier tipo de factor ambiental son suficientes para justificar la homosexualidad. "Decían que yo recurría a los hombres para anestesiar mis heridas del pasado", comenta Xavi, como el fumador que recurre a los cigarrillos para calmar su ansiedad.
"Poco a poco me iba creyendo los argumentos que me daban en EPE. Escribíamos en un blog con pseudónimos para apoyarnos entre víctimas y orientadores. Cuando ya tenían tu confianza te dejaban ir a encuentros grupales que se hacían en Cantabria y Valencia con "exhomosexuales" y jóvenes en proceso de serlo. Todo se volvía mucho más sectario a medida que te reprimías. Todas mis fuentes sociales eran este grupo, mi vida se basaba en la terapia, éramos hermanos y estaba dispuesto a dar la vida por ellos", cuenta.

Xaxi Martínez y sus compañeros de terapia boxeando para "recuperar su heterosexualidad".

Las mujeres lesbianas en terapias de conversión no boxeaban porque tenían que hacer actividades "más femeninas".
Mientras que en EPE se basaban en los argumentos como método de deconstrucción de la homosexualidad o en "hacerlos boxear para ser hombres", en VyL construían zanjas, jugaban al fútbol o cualquier tipo de actividad 'heterobásica', incluso se desnudaban unos enfrente de otros para reprimir los impulsos gais. "Teníamos que vivir las terapias de la manera más radical posible, era como un choque de trenes, ser homosexual e ir a terapia de conversión, eso nos mataba por dentro", detalla.
Suicido y medicamentos, posibles salidas
Lo que en un principio era un refugio para "compartir la homosexualidad", se fue convirtiendo en un círculo vicioso de control de las recaídas — encuentros homosexuales — y de aislamiento social para construir una nueva identidad, "para crear a una nueva persona". "El fin no justifica los medios, estaban dispuestos hacer de todo para que cambies", señala el valenciano.
"En las terapias se pueden seguir varios caminos. Uno es que aceptes una nueva vida heterosexual, que te lo tomes muy en serio porque no te valga la pena echar a tu entorno fuera, la fe o familia, llevar una vida doble. Otro es que te suicides. Las soluciones autolíticas son muy comunes entre los afectados por estas terapias. Yo mismo me las he aplicado por el dolor interno que sentía. La última solución es que salgas de ellas y sanes como puedas", subraya.

Blog de EPE en 2013 para dejar atrás la atracción hacia el mismo sexo (AMS).
Si la "condición homosexual" no mejoraba con las terapias de diálogo y se seguían cometiendo recaídas, como era el caso de Xavi, las medidas se endurecían. "Podían meter a tu familia dentro de la terapia para ejercer más presión sobre ti. A mí me aislaron seis meses en un convento en Cantabria para ver si mejoraba, y a muchos de mis compañeros los medicaban, parecían zombis", resalta.
Antidepresivos, inhibidores de la libido, pastillas para el TOC, para ataques epilépticos…, son algunos de los medicamentos que utilizan estas asociaciones, todos ellos sin evidencia científica para "curar la homosexualidad". "Cuando se trata a una orientación sexual como si fuera una patología es porque la consideran una enfermedad".
El calvario de Xavi duró cinco años. Este fue un camino de "tortura perpetrada por un grupo criminal y organizado", que incluso llevaron a una compañera suya de terapia, Kendal, a sus límites mentales. "Estábamos internados juntos, pero un día se escapó y nunca volvió. Se ahorcó en un puente de Santiago", cuenta apenado.

Esquemas de las terapias de conversión homosexual de Es Posible la Esperanza.
Gracias al chico del que enamoró en el proceso de las terapias — su actual novio — y al apoyo de sus familiares, pudo salir de su infierno; y con ayudas de psicólogos de verdad, aceptarse como homosexual. Al día de hoy sigue arrastrando los fantasmas de su pasado, pensamientos autolesivos, miedos, inseguridades…, pero nada en lo que no esté trabajando. "A veces hay que exponer el sufrimiento para terminar con quien lo causa. Me gustaría que las personas que hayan estado en mi posición o lo estén, se empoderen de su identidad sexual y rompan con su silencio", exclama Xavi.
La lucha contra la homofobia
El proyecto Transformados es un apostolado dirigido a "aquellas personas con tendencia o atracción hacia el mismo sexo que pueden, por medio de un camino de conversión o de cambio de vida, volver a sus orígenes biológicos", a ser heterosexuales. Y su justificación por parte de Marta Sanz Lovaine, su creadora, no iba a ser menos: "cada vez hay muchísima confusión en el ambiente católico ya que hay muchas personas que se dejan confundir de cara a este tema, el problema de la Atracción al Mismo Sexo o de la Identidad Sexual".
EL ESPAÑOL ha tenido acceso a la denuncia interpuesta por la asociación No Es Terapia. En ella se aportan todas las pruebas y las personas implicadas que fomentan y presentan "una visión humillante, discriminatoria, estigmatizante, altamente negativa y monolítica de la homosexualidad y de la 'vida gay', vinculada a la contracción de enfermedades, el desarrollo de problemas de personalidad, la promiscuidad, el trabajo, el consumo de drogas…"

Una fotografía de Saúl Castro.
Por si con uno no bastaba, Lovaine y su mercantil se han validado de otro documental más, Camino Abierto — prolegómeno de Transformados —, para "desinformar sobre la homosexualidad, así como para presentar como inocuas y posibles las terapias de conversión". En estas grabaciones se presentan los testimonios de varios "exhomesuexuales" que "recuperaron su heterosexualidad tras un encuentro con Jesús".
La elaboración de la denuncia se ha traducido en un largo proceso de investigación de dos años en la que Saúl Castro y su equipo han sido partícipes presenciales de los hechos acusados. Los documentales no solo se han distribuido en plataformas de video como Vimeo, sino que se han llegado a crear trípticos sobre ellos en los que argumentan cómo dejar atrás la "vida gay": "Pedir a Jesús conocerlo, tomar los sacramentos, recibir antes de dar…".

Panfleto publicitario del documental Transformados.
No solo eso, también se han organizado eventos de promoción de las terapias de conversión religiosa dirigidos por Lovaine y su mercantil en las siguientes diócesis: Málaga, Valencia, Madrid, Getafe, Alcalá de Henares, Barcelona y Sigüenza-Guadalajara. Desde la asociación identifican varios elementos comunes en los materiales y ponencias de los centros denunciados: "Promoción de la 'sanación' de la homosexualidad, relación de la misma con traumas, estigmatización del colectivo LGTBI, promoción de la castidad como 'solución' y el uso del lenguaje negativo para referirse a la 'vida gay'".
Desde el Ministerio de Igualdad ya han abierto un expediente para investigar la denuncia de la Asociación Española contra las Terapias de Conversión. Tanto la ministra Ana Redondo como el director de la Dirección General para la Igualdad real y efectiva de las personas LGTBI+, Julio del Valle, han manifestado la necesidad de "abrir un debate social" sobre lo que suponen estas terapias y recuerdan su "absoluta ilegalidad".
Castro, por su parte, sentencia: "Tan solo un 20% de las víctimas acuden a las terapias libremente. Falta una mejora importante en la educación de los derechos de la comunidad LGBTI y, a nivel legal, una modificación del Código penal. Lo importante es garantizar el acceso a todas las prácticas religiosas y litúrgicas a las personas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género".