El Español
Treintayseis
Cultura
|
Educación

Cuenta atrás para el fin de curso universitario en Santiago: así lo viven los estudiantes

Cuatro universitarios explican cómo viven sus últimas semanas como estudiantes de la USC, con la presentación del TFG y la graduación a la vuelta de la esquina

Llega mayo y con él la dualidad entre los que celebran la llegada del buen tiempo y los días más largos, y los que este mes empiezan exámenes y cierran ciclos. Y es que, como cada año, cientos de estudiantes dirán adiós a la etapa universitaria y, por ende, a Santiago de Compostela.  

El ambiente juvenil y fiestero se cambia por la intranquilidad y los libros, las colas para conseguir mesa en las terrazas se vuelven más cortas y los campus se llenan de estudiantes preparados para enfrentarse a exámenes y presentaciones de trabajos de fin de grado.  

Pero no todo es estudio y preocupación. Muchas de las conversaciones giran en torno a los planes para las últimas cenas y para esas graduaciones que tan lejos parecían cuatro años atrás. 

¿Cómo afrontan los universitarios compostelanos sus últimos exámenes? ¿Están siendo los TFGs tan terribles como pensaban? ¿Cómo han salido en la foto de orla? Hemos hablado con varios estudiantes de cuarto de carrera y esto ha sido lo que nos han contado.  

Estudiar con sol  

Lucía Nieto estudia cuarto de Periodismo, por lo que este cuatrimestre apenas tendrá exámenes. Sin embargo, asegura que cualquier cosa que tenga que ver con la universidad cuesta más en estas fechas:  

“Al hacer tan buen tiempo quedarse en casa estudiando no creo que sea el plan favorito de nadie, pero es lo que toca. Yo soy de las que madruga para estudiar e intenta terminar lo antes posible para poder aprovechar la tarde y el buen tiempo”.  

Iria (izquierda) y Lucía (derecha), estudiantes de Periodismo.

Algo en lo que coincide Iria Gosende, quien cuenta con aprobar todo en sus últimas semanas de exámenes. "Este último cuatri só teño dúas asignaturas así que estou bastante tranquila e en principio conto con aprobar todo, se non o fago sería un pouco escandaloso pola miña parte", reconoce. 

Las dos han conseguido superar todas las asignaturas de la carrera estudiando en casa sin un método muy concreto, pues su táctica consiste en simplemente “repetir la lección en voz alta muchas veces y hacer esquemas”. 

Marta, estudiante de Educación Social.

La pesadilla del Trabajo de fin de grado  

Sin embargo, en lo que respecta al TFG tienen claro que "es mejor hacerlo en la biblioteca que en casa, pues cuesta mucho menos ponerse". Y es que para Lucía la biblioteca y su tutor han conseguido hacer de esta experiencia algo positivo: 

"He tenido mis momentos de agobio, como todo el mundo, pero he hecho lo posible por organizarme para que no me pille el toro y no ir tan apurada. Más allá de tener un calendario e intentar organizarse lo mejor posible, tener a un buen tutor determina mucho tu experiencia con el TFG. Si tienes la suerte de contar con alguien que te apoya y corrige lo que vas a haciendo, todo se hace menos cuesta arriba".  

Para Ricardo Franco, estudiante de cuarto de Matemáticas, la realización de TFG está siendo "soportable", aunque reconoce que a veces le cuesta ponerse: "Por ahora no me está dando muchos problemas, pero a veces cuesta mucho avanzar y se hace cansino".

Marta, en cambio, no ha tenido tanta suerte. Para ella, que está a punto de graduarse de Educación Social, el TFG está siendo una aventura "terrorífica y sin demasiado sentido": 

"Llevamos cuatro años preparándonos para trabajar en equipo haciendo ciertas intervenciones con colectivos vulnerables y, de repente, nos encontramos teniendo que hacer una investigación, una propuesta socio-educativa e, incluso, una puesta en marcha de la misma completamente solas. No tiene ningún sentido".  

Por ello, aprovecha la ocasión para dejar a sus compañeros de tercero un consejo: "coge una temática que realmente te interese porque van a ser muchas horas empleadas en ello y en completa soledad".  

Las celebraciones más esperadas  

Pese a entrar en las semanas más estresantes del curso, Lucía, Iria y Marta lo viven con la ilusión y la nostalgia de saber que será su última vez. Igual que Ricardo, que espera con ansia ese 26 de julio que se gradúa: "Me hace bastante ilusión porque se puede considerar un cierre de etapa, aunque no espero muchos cambios de cara al año que viene. Voy a invitar a mis padres y hermana, y posiblemente a algún amigo. Espero beber mucho y pasármelo bien".  

Lucía, reconoce sentir "pena por irse, pero alegría por la etapa que le espera", ya que haciendo memoria puede decir que ha vivido unos años de mucho aprendizaje: "hace una semana recogí las fotos de la orla y, aparte de que considero que salgo muy favorecida, sé que, además de en mi salón, estaré en el de mis abuelos. Han sido cuatro años muy bonitos".  

Marta, en cambio, ha decidido no sacarse las orlas por verlo "excesivamente caro",  aunque sí asistirá a la graduación como celebración del fin de etapa: "no me he sacado las fotos porque el precio me parecía desorbitado, pero sí asistiré a la graduación porque me parece un acto bonito que compartir con mis compañeras". 

Una decisión, la de sacarse las fotos, de la que cerca ha estado Iria de arrepentirse, pues su madre está decidida a ponerlas por toda la casa. "Fun a recollelas cunha amiga  e non me disgusta como saio, a quen llas ensinei dixéronme que saio ben. Sobre todo  encántanlle a miña nai, que quere enmarcar todas as que collín. Non sei se lle vou deixar”, sentencia entre risas. 

Cultura