Adriana Lastra y Rafael Simancas (derecha) junto a Oskar Matute, Gorka Elejabarrieta y Mertxe Aizpurua, sentando las bases de una fructífera relación en los despachos del Congreso, en diciembre de 2019.

Adriana Lastra y Rafael Simancas (derecha) junto a Oskar Matute, Gorka Elejabarrieta y Mertxe Aizpurua, sentando las bases de una fructífera relación en los despachos del Congreso, en diciembre de 2019.

Política 28-M

Calviño niega que el PSOE haya pactado con Bildu pero al menos 10 acuerdos la desmienten

Bildu ha sido uno de los socios estratégicos de Sánchez: ha salvado varias de sus medidas estrella y ha hecho de intermediario con otros partidos.

16 mayo, 2023 03:09

Al margen de la fría cortesía con la que el PSOE ha tratado a EH Bildu durante toda la legislatura, lo cierto es que pocos partidos han sostenido al Gobierno de coalición mejor que los de Arnaldo Otegi.

A lo largo de los últimos cuatro años, Bildu ha sido clave para salvar a Pedro Sánchez en varias de sus medidas estrella, para refrendar importantes proyectos de ley e incluso para hacer de intermediarios con otros partidos. Ahora, los socialistas dicen que no los conocen de nada.

Así lo dejó entrever este lunes la vicepresidenta y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, al asegurar que el Gobierno no tiene "ningún pacto" y es "diametralmente opuesto" a Bildu, tras ser preguntada por los 44 exterroristas que engrosan sus filas este 28-M.

Hace apenas unos meses, el presidente del Gobierno hablaba en términos muy diferentes para defender la relación "perfectamente constitucional" con su socio estratégico.

La Moncloa lo justificaba entonces con el argumento de que Bildu prioriza "la agenda de izquierdas" por encima de la nacionalista, convirtiéndose así en aliados estratégicos para cuestiones como la Ley de Vivienda. 

[Calviño dice ahora que el Gobierno no tiene "ningún pacto" con Bildu: "Las posiciones son opuestas"]

Ahora todo se ha torcido. La frenética agenda de anuncios, Consejos de Ministros extraordinarios y riego de dinero público que el presidente lleva protagonizando las últimas semanas han dejado de marcar la campaña. Las deudas del socialismo con Bildu, con el que Sánchez decía que nunca pactaría, se han convertido en escándalo nacional.

Si ya se sabe que la hemeroteca es hostil muchas veces con el presidente del Gobierno, ahora, también lo es con la vicepresidenta. Presentamos 10 acuerdos clave de la relación entre el PSOE y EH Bildu.

1. Ley de Vivienda

Fue el último gran acuerdo estratégico entre el Gobierno y los independentistas. Para cerrar la ley más complicada de la legislatura hicieron falta dos anteproyectos, cuatro años, cinco ministros y 866 enmiendas, pero nada habría sido posible sin el plácet de EH Bildu

El pacto por la vivienda fue tan minucioso que se acordó incluso la forma de anunciarlo. El Gobierno cedió a Bildu y a ERC la rueda de prensa para explicar los detalles de la ley y, de paso, dejar claro que fueron ellos los que lograron cerrar los últimos avances, en especial el límite del 3% a la subida de los alquileres.

2. "Cinco a la semana"

Entre verano de 2020 y primavera de 2021 el PNV alzó la voz contra Bildu por lo que pasó a llamar el "acuerdo cinco a la semana", en referencia a la decisión del Gobierno de acercar ese número de presos de ETA a las cárceles del País Vasco cada viernes.

Los 34 años de dispersión terminaron finalmente el 23 de marzo de este año con el acercamiento de los últimos cinco reclusos de la banda. El propio Arnaldo Otegi compareció aquel viernes para expresar su "alegría contenida".

Desde que Pedro Sánchez es presidente del Gobierno se han producido 379 traslados que han afectado 216 presos diferentes; de estos traslados, según fuentes de Instituciones Penitenciarias, 146 han tenido como destino final cárceles vascas.

3. Gobierno de Navarra

Después de una campaña de constantes enfrentamientos con los socialistas, el grupo de EH Bildu en el Parlamento de Navarra decidió favorecer un Gobierno tripartito (PSN-Geroa Bai-Podemos) en la Comunidad Foral. María Chivite, que necesitaba la abstención de los independentistas, fue elegida presidenta el 2 de agosto de 2019.

El partido justificó la decisión por medio de su líder, Arnaldo Otegi, que se decantó por esta opción para evitar "el peor escenario": el Gobierno de UPN y el PSN de hace dos legislaturas.

4. Ley de Memoria

Hay ocasiones en que las ausencias dicen mucho más que las presencias. En el caso de EH Bildu, su rol como salvavidas del Gobierno pesa mucho más en las votaciones apretadas, sobre todo en las que ERC no se alineaba con la coalición PSOE-Unidas Podemos. La Ley de Memoria Democrática fue una de ellas.

Los independentistas votaron a favor de la norma en el Senado —ERC se abstuvo— tras acordar con el Gobierno que se reconociera a las víctimas de violaciones de Derechos Humanos hasta 1983, lo que sugiere que la Democracia no llegó a España hasta ese año. Siete días antes de aprobar la Ley de Memoria, EH Bildu también se distanció de ERC y se alineó con el PSOE para modificar el Código Penal y prohibir el proxenetismo en todas sus formas.

5. Fondo público de pensiones

Antes del verano, la posición de Bildu fue imprescindible para poder sacar adelante el fondo público de pensiones promovido por el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, y cumplir con Bruselas el desembolso de los fondos europeos. Aunque ERC votó en contra, Bildu facilitó la aprobación absteniéndose.

Un par de meses antes, en abril, la situación se había repetido con el decreto ley de medidas urgentes para afrontar las consecuencias económicas y sociales de la invasión de Ucrania. En ambas ocasiones, el PSOE optó por la vía Bildu.

6. Decreto anticrisis

Otra votación ajustadísima: 176 síes y 172 noes. La diferencia entre rebajar o no el 60% la factura de la luz, descontar 20 céntimos por cada litro de combustible y limitar la subida de los alquileres —previa a la Ley de Vivienda— dependió del apoyo de Bildu.

El contexto de este primer decreto anticrisis no se explica sin el caso Pegasus, que semanas antes dinamitó todas las vías de comunicación entre ERC y el Gobierno. Con el voto en contra de los separatistas catalanes, Bildu volvió a salvar al Gobierno.

7. Reforma Laboral

Un caso no se explica sin el otro. De la reforma laboral de Yolanda Díaz quedará en la memoria el error de Alberto Casero (PP) que permitió que saliera adelante, pero tiende a olvidarse que la medida estrella de la legislatura contó con el voto favorable de EH Bildu y el no de ERC.

Incluso los diputados de Bildu reconocieron votar con la nariz tapada. Para ellos, la reforma laboral no era el resultado del pacto de los representantes de los españoles, sino de personas que no han sido votadas, por lo cual tenía "muchas y graves carencias". Aun así, la apoyaron.

8. Cesiones autonómicas

Las deudas se pagan, y los favores nunca son gratis en política. El de EH Bildu a los últimos Presupuestos Generales del Estado (2023) vino acompañado de un grueso documento de cesiones del PSOE. Entre ellas, la entrega de las competencias de Tráfico a Navarra, lo que significa sacar de esta comunidad a la Guardia Civil de las carreteras, un símbolo visible del Estado.

Pero también se incluyó la cesión al País Vasco y Navarra de las competencias sobre los nuevos impuestos a la banca y las energéticas. Además, el Gobierno se comprometió con Bildu a "realizar un informe para estudiar convertir dichos gravámenes en estructurales y permanentes". 

9. Presupuestos del Estado

El noviembre pasado, mientras el Gobierno cerraba los últimos Presupuestos Generales del Estado de la legislatura, uno de los negociadores del PSOE ironizaba con que Bildu "es el auténtico partido del Estado", en referencia a lo fáciles que pusieron las cosas durante aquellas reuniones. En privado, la sintonía era evidente.

En público, en cambio, al PSOE le sigue incomodando la relación. Que la firma de EH Bildu aparezca junto a la de los socialistas en prácticamente todas las leyes reivindicadas por el Gobierno durante esta legislatura sigue provocando sarpullidos entre barones y ministros del partido, como es el caso de Margarita Robles

10. Hacerle presidente

Nada tendría sentido si Sánchez no hubiera llegado a la Moncloa, tanto los votos de Bildu en la moción de censura (2018) como su abstención en la segunda investidura (2020). Por cierto, nunca una abstención tuvo tanto valor como aquella, que salió adelante por una diferencia de dos votos. La más ajustada de la historia de la democracia.

A pesar de las críticas que le dedicaron aquel día, el canal de comunicación lleva abierto desde entonces. Pedro Sánchez supo desde el primer momento que no podía aplicar su precaria geometría variable sin el apoyo de los de Otegi, que nunca han negado los motivos estratégicos de sus acuerdos puntuales.

Así se oficializó desde el principio de la legislatura, durante la ronda de contactos previos a la investidura, cuando Adriana Lastra y Rafael Simancas se fotografiaron con Mertxe Aizpurua, Oskar Matute y Gorka Elejabarrieta para simbolizar la nueva relación. El nuevo rumbo de España.